(Ah, enserio me divertí a noche. Después de la última reunión, yo y Sabrina nos dirigimos al restaurante familiar, no me di cuenta de que ella estaba algo sensible, por lo que tuve que disculparme y volvimos a estar bien.
No obstante, me siento algo extraño, bueno, a noche me la pase comiendo un gran tazón de sopa y ella divirtió aún niño en un espectáculo algo extravagante para mi gusto)
La mañana en la ciudad era totalmente soleada, a penas eran las siete y los rayos del sol entraron por la ventana iluminando todo el comedor. Jeff se encontraba en una habitación blanca de estilo vintage, estaba sentado en una silla y luego de beber un poco de su café, puso la taza en un platito que estaba en una mesa blanca y circular.
Era como estar en un comedor de una revista de decoración de habitaciones. Por la ventana veía un día soleado que se alzaba sobre unos edificios y a lo lejos vio un gran parque en el centro de la ciudad.
Las aves cantaban e incluso una se posó en el marco de la ventana, parecía que lo miraba, por lo que le dio una radiante sonrisa, era la primera vez que le sonreía a una ave.
Un extraño ruido interrumpió el feliz y silencioso amanecer de Jeff.
Aquel ruido venía de la habitación de Sabrina, sus ronquidos no eran tan fuertes, pero se lograban escuchar un poco.
Se levantó de su asiento y se acercó a la puerta para después tocar; hace cinco minutos le dijo que ya se levantaría, pero seguía durmiendo.
Jeff: ¡Sabrina!—Tocó la puerta muy furioso.
Sabrina: ¡¿que paso?!—Se estaba frotando los ojos.
Jeff: ¡Ya levántate!
La puerta se abrió y enfrente de el se encontraba una chica de cabello morado enmarañado y vestía una pijama de color entero fucsia.
Se veía agotada. Anoche se quedó hasta las doce practicando su magia de ilusión.
Sabrina: ¿Que quieres?—Refunfuñaba.
Jeff dirigió su mirada hacia el interior de la habitación, en la cama se encontraba Balpa quien seguía durmiendo y al lado de la cama veía una ventana que estaba cubierta con una cortina roja. Luego vio a Sabrina que tenía ojeras.
Jeff: El desayuno está listo, aseate y....
Sabrina: Si, si, ya voy—Se alejó de la puerta para dirigirse al baño con una actitud hostil.
Cerró la puerta fuertemente, se había levantado con el pie izquierdo. Jeff entró a la habitación, evitaba pisar varias cajas y cosas que estaban tiradas en el suelo de madera.
Una vez que se acercó a la cama, sujeto a Balpa quien se despertó y se fue corriendo a fuera de la habitación.
No podía creer que una chica con una vida ordenada tuviera una casa desordenada. Cuando subieron encontró platos en el lavabo y varias bolsas de papitas en el suelo.
Comparado con el resto de la casa, su cuarto no estaba tan sucio.
Jeff: Que bien que traje esto—De su manga salió una varita mágica.
La agito y el cuarto se limpió solo, la cama se tendió, la ventana se abrió y las cosas que se encontraban en el suelo desaparecieron he incluso los zapatos se metieron al clóset al igual que la ropa.
La habitación se tornó de un tono verde por unos segundos.
Jeff: así está mejor—Salió de la habitación mucho mejor, no soportaba ver desorden.
La puerta del baño se abrió y de ahi salio Sabrina quien se veía mucho mejor.
Aún así seguía bostezando, aunque se había arreglado seguía teniendo sueño. Jeff se le acercó y con un movimiento de su varita, transformó su ropa, una camiseta con cuello en forma de v y mangas largas morado, además de usar una pantaloneta negra y unas zapatillas blancas.
Sabrina: ¡Ah! Me siento mejor—Levantó sus brazos y dio un grito al aire.
Jeff: Hmm se nos está haciendo tarde, toma tu desayuno rápido—Miro su reloj.
Los dos se dirigieron al comedor en donde se encontraron con una mesa llena de deliciosos manjares.
Tortillas, jugo de naranja, entre otras cosas hacían que se les hiciera agua la boca.
Ella se sentó y en seguida comenzó a devorar los deliciosos manjares con mucho gusto.
Jeff también se sentó.
Sabrina:Hmmm ¡que delicia!, pero... no entiendo, ¿porque los meseros subieron el desayuno? Siempre lo tomo en el restaurante—Bajó los cubiertos y le preguntó a Jeff del porqué los meseros subieron el desayuno.
Sabrina estaba acostumbrada a bajar al restaurante y ahí desayunar.
Jeff: Bueno, es que quise que desayunes en tu departamento antes de irnos
Sabrina: Y ¿a donde vamos?—Preguntó mientras terminaba de comer.
Jeff: Nos vamos de campamento—Bebió un poco de jugo antes de responder.
Ante lo que dijo Jeff, Sabrina lo miro algo extraño, traumas del pasado pasaron por su mente.
Sabrina: ¿Así?—Se limpió la boca con una servilleta.
Jeff: Si, verás, a noche noté que te distraes mucho, mientras entrenabas tus ilusiones no dejabas de hablarme de ese programa, "electro"—Estaba algo disgustado.
Sabrina: Es que no sabes lo lindo que se ve Nick—Selevantó mientras pensaba en Nick, un actor de una famosa serie de televisión.
Editado: 11.02.2023