Shaken

Capítulo 2

La emoción de pensar que todas las cosas podrían cambiar tan repentinamente, que realmente nada estaba perdido aún, me impidió que pudiese dormir aunque fuese solo un poco, durante la mayor parte de la noche me la pasé pegada a la ventana, supongo que esperaba cualquier momento en donde la madre de Iker saliera despavorida de su casa al notar que su hijo no estaba, pero todo fue en vano, al menos hasta las cinco de la mañana que decidí bañarme y arreglarme para mi entrevista de trabajo; pantalones negros que llegaban arriba de mi tobillo, una playera blanca de manga larga y cuello redondo bajo un saco negro, zapatos de tacón, el atuendo se asentaba sumamente bien a mi ligera figura, pero como siempre, el cabello era un problema, una maraña castaña clara, siempre ondulada y rebelde que jamás se quedaba donde yo quería. Por más que lo intentaba, nunca podía estar de acuerdo con la imagen al otro lado del espejo, pero está vez era de suma importancia que me apurara, no quería causar ninguna mala impresión.

- ¡Alana! – las siete de la mañana y el grito de mi madre no se hizo esperar justo antes de abrir bruscamente la puerta de la habitación –. ¡Por Dios! ¿A dónde iras tan arreglada?

- ¿No te lo conté? – pregunté fingiendo demencia a lo que mi madre solo negó con la cabeza, la duda se asomaba a través de su mirada, no pensaba echarlo a perder, tenía que idear algo bueno y lo más rápido que podía –. Recibí una llamada para una entrevista de trabajo.

- ¿De tu carrera?

- ¿De qué más? – contesté inmediatamente rogando a todos los cielos que no comenzara una guerra campal entre mi madre y yo, no tenía ganas de eso, sabía que nada de lo que hacía le satisfacía, pero antes de continuar con mi lamentación, vino a mi mente la ausencia repentina de Iker, mi madre se apresuraba para ir a la iglesia, en cuanto llegara Mary sería el tema principal y sospecharían inmediatamente de mí, quien fue con la ultima que vieron a mi amigo –. No tardare en la entrevista, lo más seguro es que no me la den.

- Bien – dijo mi madre con una alivio –. Cuando termines será mejor que regreses a casa, creo que tendremos cosas que hacer con respecto a la iglesia.

- Eso – dije pensativa –. Desde ayer saliendo de la iglesia, quede con Iker para que fuéramos a tomar un café, no te molesta ¿o sí?

- Para nada – dijo mi madre emocionada mientras sus ojos destellaban de felicidad –. No te preocupes, supongo que puedo iniciar las cosas y me ayudaras cuando regreses.

- Gracias mamá.

- Suerte en tu entrevista – dijo con una sonrisa fingida, sabía que no tan en el fondo esperaba que no me quedara para poder seguir manejándome a su antojo, pero el punto de todo esto y como lo dio a entender Iker, debo de ir siempre un paso delante de todos.

Esperé en mi habitación, realmente no quería continuar una charla con ella justo antes de que se fuera, así que, como me la había pasado la mayor parte de la madrugada, esperé pegada a la ventana hasta que por fin la vi fuera de la casa, caminando, como siempre, con extrema velocidad ya que se le hacía tarde para llegar a la iglesia.

Emocionada, tomé un poco de dinero que había estado ahorrando a lo largo de mi carrera, tomé mi bolso, las llaves de mi auto y bajé corriendo las escaleras para poder salir de casa, no era un auto ultimo modelo, de hecho, tuve la oportunidad de comprarlo usado y a pagos muy accesibles que me permitió pagarlo poco a poco con lo que pude ganar en mis empleos de medio tiempo. Llena de esperanza encendí el automóvil, puse mi reproductor de música en el estéreo y comencé a conducir felizmente, durante el camino encendí un cigarrillo, es de las cosas que debo de evitar hacer en casa, cosas que mi madre piensa “son del diablo”. El tránsito no fue tan pesado, pude llegar con unos minutos de sobra hasta el edificio que Iker me había indicado, dejé el auto con el valet y entré a ese hermoso edificio que tenía frente a mí, al menos unos veinte pisos, cada uno de ellos sin paredes al exterior, todo era de cristal, supongo que de los últimos pisos se podía observar una hermosa vista de toda la ciudad.

- ¿Puedo ayudarte en algo? – preguntó la recepcionista del edificio.

- Sí señorita, buenos días – dije tímidamente –. Vengo a “RestArt”, pero no sé en qué piso se encuentra.

- ¿Tiene cita? – preguntó la chica a lo que asentí con la cabeza, la chica tomó el teléfono marcando un número y esperando a que alguien contestara –. ¿Cuál es su nombre?

- Soy Alana Suarez.

- Hola, tengo aquí en la recepción a la señorita Alana Suarez ¿Tiene entrevista contigo? – dijo la chica al parecer, en el momento en que le contestaron la llamada, no sabía si Iker realmente me había conseguido una cita, estaba nerviosa, no quería hacer ningún tipo de desfiguro, la recepcionista me miro mientras escuchaba a través del auricular, me sonrió tiernamente y colgó inmediatamente el teléfono –. Listo señorita Alana, tiene que subir al piso veinte, ahí se encuentra “RestArt”.



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En el texto hay: amor, romancedrama, jefa

Editado: 01.06.2019

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