PERDÓN
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; yo también te quiero.
Pero no creía poder decírselo.
Había muchas cosas que tendría que hacer de las que no me sentiría orgulloso, pero dañar a Kaia era algo que no me podría perdonar.
Ella no merece que le haga esto.
No merece estar aquí.
Pero mi egoísmo y mi necesidad de ella me piden tenerla, al menos por una noche más.
Solo una...
Después olvidaremos todo lo que ocurrió.
Después ella me odiará.
Y no podré juzgarla por eso.
—¿En qué piensas? —susurró, recostándose a mi lado.
—En nada —mentí.
—No te creo...
—Yo tampoco lo haría.
—¿Por qué siempre eres así?
—¿Así como?
—Así... melancólico, poco confiado de ti.
—No lo sé... tal vez es porque me conozco.
—Yo también te conozco.
—¿Eso crees?
—Si. Y no he visto nada de lo que tú ves.
—¿Qué es lo que tú ves entonces?
—Yo veo... a una persona que tiene la capacidad de sentir más cosas de las que demuestra. Una persona que, a pesar de la frialdad en la que cree vivir, es cálido en el interior. Creo que veo a una persona que solo escucha lo que los demás dicen de él y acepta que eso es lo que es, cuando hay mucho más.
Mi corazón latió con fuerza.
Giré mi cuerpo hacia ella.
Kaia se giró hacia mí.
Nuestros ojos se encontraron.
—¿Qué ves en mi, Draco?
Ella me va a odiar mañana.
Ella no me va a perdonar jamás.
Ella se irá y me abandonará.
—Veo a la chica de la que me enamoré.
Editado: 09.07.2023