She ; Jungkook

004

Esa misma noche había llegado a las una en punto de la madrugada. Creo que había estado una hora aproximadamente fuera de mi hogar... o más creo yo. Realmente no conté por cuanto tiempo estuve afuera, al pensar todo lo que había sucedido se me hizo tan corto el tiempo que no note la hora después de todo.

Al llegar afuera de la puerta solte un suspiro esperando que tuvieras solo y que me esperase despierto, preocupado por mi, ya que eso es lo hace una pareja. ¿No es así?

Pero al idealizar mi llegada fue un error,  cuando entré todo el departamento estaba apagado, sin ningún tipo de vida en el, triste encendi la luz angustiada al no ver tu presencia, pero en mi mente brinco la idea de que podrías estar durmiendo en mi cama. No te miento, una gran sonrisa apareció en mis labios. Así que con esa pequeña esperanza de encontrarte ahí primero tuve que pasar por el comedor, en donde estaba todo sucio asi que me detuve inquieta por lo que había pensando hace unos segundos atrás. Al estar viendo enojada la mesa del comedor con platos y palillos sucios, mis ojos captaron una hoja de papel rasgado.

Cariño, fui a dejar a Miyeon a su casa. No me esperes despierta ❤

Con todo mi enojo arrugue la nota y la tiré por un algún lugar de la sala. Era entendible que es tú mejor amiga y que hace bastante no la veías, pero tenía un sabor amargo en mi boca por donde iba todo esto.

Sin más que hacer y con el pecho acongojado, fui a lavar las cosas para dejar pulcro mi hogar.
 

●●●


Habran pasado unas dos horas desde que había llegado a casa, me encontraba acostada con mi pijamas viendo mi serie favorita en Netflix, pero la luz del pasillo hizo presente y con ello, el sonido de la puerta al cerrarse. Inmediatamente supe que eras tú.

Me levante con el coraje guardado en mi interior por toda la noche y sali de mi habitación con los brazos hechos nudos y mi entrecejo muy arrugado. Lo primero que fue al momento de verte es tú hermosa sonrisa y tus ojos brilloso mirándome. Estabas demasiado feliz que parecía que ibas a llorar.

¿Habra sucedido algo?

Para llamar tu atención hice un sonido en mi garganta, en donde tus ojos dejaron de brillar para mostrar una seria mirada.

¿Que paso ahora?

ㅡHoy fuiste muy desubicada al irte así de simple cuando estaba Miyeon en casa.

Me recriminaste con una seriedad en tu voz, que me dieron ganas de tirarte la maceta que se encontraba a mi lado. Alzaste una ceja mirándome sin ninguna gracia.

Ahora quería llorar al afirmar lo que me temía.

Yo no estaba presente en tu mundo en ese instante de la cena.

Solté una sonrisa pesada y algo rasposa para mi garganta al aguantar las ganas de llorar y mandarte a la mierda, así que rode los ojos y te sonríe de costado.

ㅡ¿Me dices maleducada a mi? Cuando ninguno de los dos me tenían presente en su amistosa conversación.

Te lo devolví con dolor en mi pecho. Tus cejas se alzaron un poco, mostrando sorpresa en ellos.

—Ademas, Jungkook. Se supone que era una cena de los dos. Tu y yo. No me dijiste que ella vendría.

Me acerqué de forma amenzaste hacia ti y te apunté con mi dedo índice en tú duro y trabajado pecho, que al parecer no te dolió por la forma en que ejercí presión.

ㅡNo les costaba también entablar una conversación contigo, Jungkook. Era una simple fantama para ella y en especial para ti. Desde que los dejé entrar, no me habías ni mirando, ni dirigido la palabra. Aparte de doler, me sentí como una simple extraña ante los dos.

Te digo mostrándome débil ante ti, mis lagrimas ya habían bajado por mis mejillas con silencio. Mi garganta dolía al estar aguanto en llanto. Se siente demasiado mal que la persona que amas no te tomé atención de un momento hacia otro.

Tú rostro se fue relajado al escucharme y tus manos fueron directamente hacia mis mejillas, habías corrido las gotas saladas con tus pulgares.

—Lo siento, nena —besaste mis labios haciendo que saque más lágrimas—. Fui tarado por haberte tratado así. Mi amor no quería hacerlo con querer. Estoy arrepentido mi vida.

Tus manos fueron hacia mí cintura donde fui atraída hacia ti. Sus palabras eran cienceras a cada disculpa, al igual que tus caricias que me proporcionaba.

Lo amo, pero al recordar lo que hizo.... como que aún duele.

—Prometo ponerte más atención ti, me siento un mal novio.

Susurraste apenado, cerca de mis labios.

Vi tus ojos y podria jurar que estaban más brilloso que las veces anterior. Pero aún duele tu actitud, aún que te perdone, hoy tendrás un mini castigo.

ㅡTe perdono, pero dormirás en el sofá, bye.

Me alejé del dándole un beso en su mejilla, le sonreí levemente con los ojos rojos y me alejé nuevamente hacia mi habitación. Ahora estaba mejor, a lo menos tenía la esperanza que hubiera entendido de como me sentí y que no se repitiera otra vez.




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