El sonido de un vehículo que se estaciona en la calle de la superficie alerta a los demás en la base quienes salen a ver de qué se trata y ven a Ryoma y Kenzo estacionándose en la zona segura.
A petición de Teressa, se reúnen todos en el comedor y William junto a Sora preparan licuados frutales con pan dulce:
-¿Que tal la reunión?- pregunta Teressa.
-Al parecer los funcionarios están nerviosos por los movimientos en las zonas seguras y el avance de esa horda del otro día. -responde Ryoma, exhausto.
-¿Van a darnos otra misión de vigilancia?-pregunta Teressa.
-Lo dudo. -niega con la cabeza Ryoma-Pero harán algo para estar tranquilos. -añade.
-Posiblemente envíen a algún equipo numeroso para mantener el orden y averiguar quién o quiénes son los culpables. -dice Kenzo.
-¿Tu porque estás mojada? No me digas que tuviste una recaída. -dice preocupado.
-Solo un poco de fiebre eso es todo. No te preocupes, los chicos me cuidaron. -responde Teressa.
-Eso es un alivio. Muchas gracias muchachos, enserio, se los agradezco. -agradece a ambos con un fuerte abrazo.
Mientras descansan, almorzando papas y beben agua, Ryoma cuenta sobre la petición de ir hacia Ibaraki, la prefectura que limita con China y es un punto crítico para la seguridad del territorio donde Neo Tokyo está descansando hasta que pasen los meses necesarios.
La promesa del funcionario a la Shield force es una apuesta necesaria para investigar más allá de la zona segura. No obstante, no es algo claro que vayan a recibir una pronta respuesta:
-Podemos esperar todo el tiempo necesario, eso es seguro. Para empezar, ellos son los que requieren de nuestra capacidad para defenderlos. -dice Teressa.
-La idea es tratar de no depender tanto de nosotros. -dice Ryoma.
-Entonces en parte la solicitud para ir a Ibaraki es para tener una cierta autonomía de Neo Tokyo.-dice Willian mientras bebe una gaseosa que acaba de servirse.
-Si lo quieres poner de esa forma…si…o algo así. -reconoce Ryoma- Pero la mayor razón es para reunir a todo el equipo e investigar en la prefectura los movimientos de infectados que van atacando a las zonas seguras de Chiba.
-Sigo sin entenderlo realmente. -dice Sora.
-¿Qué es lo que no comprendes Sora?-pregunta Ryoma.
Sora toma unos panecillos recién horneados por parte de Willian y sus habilidades culinarias y come una porción mientras guarda unos momentos de silencio con la vista de todos sobre él:
-Lo siento, no me expresé bien. A lo que me refiero es ¿Los funcionarios tendrán intenciones de darnos permiso de alejarnos? Tengo entendido que son dependientes de la fuerza de la Shield Force para enfrentar a los infectados. Si nos dan permiso para irnos a Ibaraki ¿No estarán vulnerables a ataques?
Lo que dice Sora inunda de un silencio incómodo el ambiente. Si, tiene razón al decir que el gobierno de Neo Tokyo depende de las habilidades sobrehumanos de la Shield Force y que un ataque como la horda de hace unas semanas podría ser suficiente como para llegar a las murallas d ella ciudad y llenar de desesperación las calles. La desconfianza entre las personas es algo que los funcionarios no pueden perder si quieren continuar en sus puestos:
-Bueno, ciertamente lo que dices no es tan errado. -responde Ryoma con sorpresa al ver que Sora es alguien muy perceptible en cuestiones tan profundas- En este caso los funcionarios tendrán que ponerse a prueba a si mismo con su gente. Demostrar que no dependen de nadie y que la seguridad de Neo Tokyo no es cosa de suerte. Es cierto también que nuestra actividad se mantiene en secreto de la sociedad. De igual manera nuestra petición ayudara a evitar que se siga sospechando que la Shield Force de Japón existe aún. Tomémoslo como una mentira piadosa a la población. -explica el capitán, aunque también tiene sus respectivas dudas sobre la palabra de los funcionarios.
Después de la reunión, Kenzo, Teressa y Ryoma siguen en el comedor de la base, bebiendo ahora cerveza y discutiendo sobre la conversación con el funcionario en secreto:
-Mentira piadosa ¿huh?-dice Kenzo, sarcásticamente sobre como Ryoma llenó de confianza a los jóvenes-Diría que también mentiste de una manera elegante.
-¿Tanto se notó?-pregunta Ryoma con una sonrisa incomoda.
-Si no te conociera, diría que hablas con total honestidad. -reconoce Kenzo.
-Aún si no hubieras dicho esa mentira ¿Cómo lidiaremos con la realidad? Los tres sabemos porque es necesario ir a Ibaraki. Sospechamos de quien puede estar detrás de los extraños sucesos en Chiba. -dice Teressa.
Habiendo dicho eso, los tres regresan a sus quehaceres. Teressa visita el gimnasio donde Ryoma hace sentadillas como parte de su rutina diaria para fortalecer su imponente cuerpo.