Shield Force

Capítulo 15: Ilusiones

-¿Cómo es posible que haya una estructura que no estaba en los planos? No, mucho peor, estos planos fueron modificados hace no mucho y solo se mostraban leves cambios. -dice William en un claro estado de preocupación.

 

Sora da un vistazo hacia afuera del edificio y ve que el sol no se mueve hasta que un leve cambio en el aire lo hace sospechar:

 

-Ese aroma no parece ser de mar.

 

Lo cierto también es que el cabo ha crecido en la zona de mar y está muy familiarizado con los aspectos de la pesca y aromas, por esa razón sintió una leve felicidad y nostalgia al recorrer un poco el río y cuando recibió la misión.

Sin embargo, el no sentir el aroma a mar es lo que lo altera:

 

-Algo anda mal. -dice y corre hacia Willian, quien parece tratar de abrir la puerta sin éxito-¿Qué haces?

-Intento abrir la puerta. Deje de escuchar esos ruidos así que tenemos que...

-Hay que salir de aquí. -interrumpe el chico.

 

William se da vuelta y ve dudas en su compañero mientras aprieta su puño en señal de nerviosismo:

 

-¿Estás bien?

-Tenemos que irnos.

-Lo haría, pero ¿A dónde?

-Lejos de este edificio.

-¿Qué es lo que descubriste?

-Algo malo.

 

Haciendo caso al instinto, salen a la calle y se dirigen al edificio de enfrente donde ven como una misteriosa niebla verdosa se desvanece y que hace instantes estaba rodeando a la fábrica. Este fenómeno se esfuma frente a ellos y junto a un auto que antes no se encontraba allí ven algo extraño:

 

-¿Qué crees que sea?-pregunta Willian.

-Parecen restos quemados, pero no veo que es. -responde Sora.

-Voy a ver.

-Déjame ir a mí. Quiero investigar un poco solo.

-¿Seguro?

-Claro.

-De acuerdo. Vigilaré desde aquí. -levanta su mano izquierda para crear con su energía viral un par de espadas que levitan a su alrededor para vigilar la zona.

 

Sora baja las escaleras desde el segundo piso del edificio y camina en silencio mientras observa a su alrededor y luego ve a un par de metros esos restos carbonizados que encontró luego de que esa niebla desaparezca.

Cuando llega a esos restos, la expresión en su rostro es de profunda amargura, desolación y tristeza, pues esa pila quemada era de una pareja abrazando a su pequeño hijo que durante a la defensa de la zona por parte del ejército, estos no distinguían entre personas vivas o infectados por lo que lanzaron sistemáticamente bombas que quemaron el oxígeno en varios cientos de metros a la redonda:

 

-Ni las familias pudieron salvarse. -se pone en cuclillas y reza por las almas que hace años partieron, pero en su propia concepción merecen el respeto.

 

Willian llega para ver de qué se trataba y no evita sentirse igual de mal que su compañero:

 

-Fue así en todas partes del mundo. Cuando las fuerzas que debían velar por la paz, se vieron sofocadas por las hordas de infectados, tuvieron que optar por una solución terrible. Eso fue lo que me explicó Ryoma.

-La Shield Force ¿fue parte de algo así? -pregunta Sora, sin quererlo, pero cuestionando al equipo.

-No está mal que cuestiones al equipo, pero no, no participaron de algo así. Incluso eran de los que se oponían a ello.

-Si lo piensas mejor es más que obvio la decisión. Hubo muchas personas que no lo lograron. -añade Willian con total desolación, aunque no lo demuestre.

 

Después de rezarle respetuosamente a esa familia, vuelven a la fábrica encontrándose con más basura de que cuando el entorno fue alterado con esa niebla y también restos humanos que no se llegaron a zombificar.

En ese momento en el techo de un edificio a varios metros de allí, una figura femenina muy joven y hermosa los observa y sonríe mientras mueve en círculos su mano derecha para atraer la niebla hacia sus dedos:

 

-Muy interesante. -dice la joven misteriosa que lleva su rostro oculto con la capucha de su chaqueta.

 

Entre la oscuridad de la noche, esa mujer desaparece como si fuera emisaria de la pronta muerte y entre su ida, risas siniestras salen de su boca.

Sora mira por la ventana los edificios abandonados y en vías de derrumbarse, sospechando que algo más está ocurriendo y no es normal lo de la niebla.

Por la noche descansan en lo que alguna vez fue el vestidor de obreros donde descansa la ropa usada durante el gran brote. Sora toma el primer turno de vigilancia, luego de haber perdido en "piedra, papel y tijera" de manera abrupta.




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