Cuando cumplimos 18 años Shine decidió que era tiempo de aprovechar cada momento del poco tiempo que le quedaba, así que les pidió a sus padres un último deseo, ellos con mucho gusto se lo concedieron, le dieron una suma muy alta de dinero para que viajara por todo el mundo si quería. Le dieron todo su apoyo, a pesar de no estar de acuerdo y ella sin mirar atrás nos dejó a todos. Yo entré a la universidad a estudiar medicina mientras ella viajaba por el mundo.
Siempre me llegaban postales de todas partes del mundo, Australia, África, Brasil, Argentina, Puerto Rico, entre otros. Siempre decía que todo era increíble y que debía estar con ella y no estudiando.
La extrañaba cada día y le rogaba a Dios que la trajera de vuelta a casa para poder decirle adiós antes de que su enfermedad pudiera más. Cada postal era una señal de que estaba bien, viva, feliz y cada vez más lejos de mí y de lo que habíamos creado juntas durante tantos años. Lo reconozco sufrí mucho ese tiempo, ese tiempo en el que estuvo lejos, jamás llamaba y las únicas palabras que recibía eran para regañarme. La extrañaba demasiado. Pasaron nueve meses y medio hasta que recibí su primera llamada.
– Shine Miller, no pudo creer que no hayas llamado en todo este tiempo, no sabes lo preocupada que he estado, ¿tanto te costaba tomar un teléfono y llamarme?
– Hey cálmate, ni mi madre me regaña tanto. Claire, amiga mía estoy de maravilla, todo ha salido genial, he ido a millones de sitios, es increíble todo, tantos paisajes diferentes, insisto, deberías estar aquí conmigo.
– ¿Fuiste a hacerte el chequeo como te dijo Patrick?
– Claire…
– Solo contéstame.
– Si, lo hice… ahora préstame atención por favor… ¿pusiste atención a algo de lo que te dije?
– Si, fuiste a muchos sitios y todos son hermosos y bla, bla, bla… ¿algo más?
– Que tierna eres… mañana llego a New York, compré entradas para ir a un concierto de una banda que no conozco, pero era la única que había, así que cuando termine el show invitaré al vocalista a salir como lo puse en mi lista.
– Sunshine, creo que eso es algo tonto, ¿dónde es el show?
– En el Madison Square Garden ¿por qué?
– Okey y planeas invitar al vocalista a salir, si es en el MSG debe ser muy famoso, amiga ya déjalo y vuelve a casa, te extraño.
– Te dije que volvería cuando cumpliera la lista, solo me faltan dos cosas, la cita con el cantante y Londres, planeo llevarte conmigo, así que hazte la idea, te mandaré los pasajes – escucho un alboroto por el teléfono – me voy, vienen por mí, te quiero mucho y también te extraño, solo cruza los dedos y deséame suerte, eres la mejor, no lo olvides, buen día, te quiero – cuelga.
– Adiós tonta, vuelve a casa pronto… como si escucharas – cuelgo.
Solo a mi mejor amiga se le ocurriría invitar a salir al vocalista de una banda que nunca en su vida ha oído y espera que la acepte, está completamente loca, pero según ella nadie puede resistirse a su hermosura y que aceptará sin dudarlo; un par de horas después de su llamada me llegó la postal de Nueva York, en ella decía “Time to Love baby!, P.S: te espero en Londres”, solo espero ansiosa que su súper plan para conquistar a ese cantante funcione, juro que si no le resulta reiré con ganas y le diré que vuelva a casa, aunque creo que después de todo me darían una lección, o como Shine diría “La paciencia en uno de los mayores tesoros de la humanidad… y si no funciona la paciencia, di que morirás, a mí me funciona” sus consejos siempre terminaban en “o di que morirás, siempre funciona”, Shine está una loca, punto final.