CAPÍTULO 2

New York (Relata Shine)

Por fin piso la tierra, ya estaba dudando de los aviones, bueno después de tener semejante aventura era imposible amar los aviones, no los odio, pero no son mi trasporte favorito, en fin, ya estaba en Nueva York y la fase final de “Time to Love” estaba por comenzar. 

– Claire, soy yo, llegué al hotel, tengo exactamente dos horas para irme al concierto, googleé a la banda, es una banda de música alterativa, el nombre del vocalista es Harry Stewart, tiene 20 años y es muy guapo y lo mejor de todo esto es que está soltero amiga, tengo esperanzas.

– Tú Shine estas completamente loca, espero que todo resulte bien, si no tendré que ir a buscarte y sacarte dignamente de allí, más te vale hacer las cosas bien, no quiero tener que consolar a ese trasero.

– Tranquila amiga, te llevarás una sorpresa maravillosa.

– Eso espero, cámbiate de ropa, buena suerte, te quiero y vuelve pronto, te extraño.

– Nos vemos en dos semanas en Londres Clary, está todo pagado, el pasaje llegará a tu casa, es un sí definitivo, no quiero ningún no, te espero allá, te quiero, descansa. – cuelgo el teléfono y comienzo a prepararme.

Me arreglé a toda prisa, me puse un vestido rojo italiano, destacaba mi figura y resaltaba mi rostro y el color de mi piel, me puse zapatos de tacón alto, pero no tan alto, algo disimulado, en resumidas cuentas, era todo perfecto, esperaba que esta misión resultara excelente.

Para mi buena suerte alcancé a comprar entrada VIP, eso me permitía ver a la banda de más cerca y ser parte del M&G, tenía todo planeado y esperaba que todo resultara excelente. Soy buena ideando planes, pero Claire siempre es la que los modifica para que salgan excelente.

El Meet and Greet era antes del concierto, por lo tanto, todas las fans que tenían VIP debían entrar por un lugar diferente. Había tantas personas y tantas chicas eufóricas por conocer a Harry Stewart que me agotaba, pero mi meta era una y debía permanecer fuerte. Esperé pacientemente a que todas las fans del VIP pasarán, lloraran, gritaran al verlos. Recorrí por algunas partes y cuando la última se fue me dispuse a entrar, pero lo dudé.

– Zac, tengo muchas ganas de ir a casa, me siento algo cansado, creo que la gira ya me está pasando la cuenta.

– Tranquilo campeón, solo faltan dos conciertos, el de hoy y el de cierre mañana y estás libre durante un mes completo, ánimo, falta poco.  – definitivamente una mala idea, tendré que irme, él no se siente bien. Me di media vuelta para irme al hotel.

– ¿Hola? – rayos. Me volteo y está él allí con un traje Gucci perfecto, una cara de duda y una sonrisa oculta – tienes pase, ¿te arrepentiste?

– ¿Arrepentirme? – digo confundida.

– Tienes pase para el M&G, ¿no entrarás a conocer a la banda? – dice señalando el pase que cuelga de mi cuello.

– Claro el pase – me siento como una tonta, y él es tan lindo, podría perderme en sus ojos y en su sonrisa. Debería contestarle, perezco idiota. – La verdad quería entrar, pero oí que estás cansado, es mejor que descanses, ya compraré otra entrada, que tengas un buen día – me volteo. Pudo haber salido peor ¿o no?

– Espera – me detengo – ¿cómo te llamas? – me volteo lentamente.

– Shine. – le sonrío algo tímida. Por Dios, ¿qué me hace este hombre?, yo no soy tímida.

– Brillo – asiento – es un nombre algo… diferente – sonrío.

– Adelante dilo, es un nombre terrible… no te preocupes lo sé. – me sonríe tierno.

– ¿Por qué Shine? – se acerca a mí.

– Digamos que fui un milagro, mis padres consideraron que era una luz que brillaba. – me encojo de hombros.

– ¿No podían tener hijos? – frunce el ceño; es tan hermoso.

– No, no es eso, digamos que cuando mi madre tenía cinco meses de embarazo le dijeron que no era viable y que moriría, pero nací, ¿entiendes? soy el brillo. Y también tengo dos hermanos mayores. – sonríe intrigado.

– Esa si es una historia, así que eres una sobreviviente. – pone sus manos en los bolsillos de los pantalones; se acerca cautelosamente hacia mí.

– Algo así – su rostro reflejaba duda, él quería una explicación, quería saber sobre mí.  – no sobreviviente, solo una resignada a la muerte, pero no es lindo hablar de eso, creo que mejor te dejo descansar. – me volteo para irme.

– ¿Morirás? –  asiento dándole la espalda – vaya… eso es… – volteo a verlo nuevamente.