Había olvidado un poco lo que era estar con Claire, había extrañado su sonrisa y su usual forma de ser, tan mandona y exigente. Es perfecta.
Salir con Clary es refrescante, porque, aunque el dolor en mi pecho es agonizante, con Claire puedo soltarlo y puedo ahogarme en alcohol.
– Estás muy ebria Shi, ¿qué haré contigo?
– No sé qué haría sin ti Clary – digo tropezando las palabras.
– Calla, es hora de ir a la cama – dice pasando su brazo por mi cintura.
– No puedo, tengo que escribirle a Harry, no le he dicho nada en los últimos días – noto como Claire se tensa y enfada.
– Déjalo así, mañana le escribes. Sobria.
– No te molestes, él es increíble. – entramos en la habitación; Clary me pone en la cama. – ¿Sabes Clary?
– ¿Qué sucede super Shi?
– Creo que lo amo – comienzo a reír como idiota – Sip, creo que definitivamente lo amo, él es increíble. – noto su tensión y su mal humor.
– Descansa Shine, mañana podremos hablar. Te quiero. – besa mi mejilla y sale de la habitación.
Esas dos semanas me hicieron darme cuenta de algo – y esta frase la aprendí de Harry – soy afortunada, muy afortunada. Pasé dos increíbles semanas con la persona que más me inspira en este mundo, la que me hace querer quedarme sólo para conversar, la que me ata a seguir luchando y no resignarme a morir, la que me hizo idear este plan, a la que quiero con todo mi corazón, tanto que ahora duele porque no quiero dejarla ir, yo no me quiero ir. Se tatuó, sin reclamar, sin mirar atrás, solo lo hizo.
Caminó conmigo por todo Londres con una enorme sonrisa en el rostro, se divirtió, salimos a donde quisimos e hicimos todo lo que jamás habíamos hecho, tengo a mi alma gemela que es capaz de ir al fin del mundo conmigo si quiero ir y no protesta, solo lo hace porque confía en mí, yo confío en que todo lo que hago será para mejor.
– Clai, sé que es difícil, pero tengo que pedirte un favor.
– El que quieras Shi.
– Necesito que le entregues esta carta a alguien.
– Okey, te he visto escribir bastante estos días cariño – me mira nostálgica - ¿a quién debo entregarle esta carta?
– A él, a Harry, no soy capaz de hacerlo yo y es probable que ya no esté cuando cumpla años, es en dos meses, estará en LA, en un concierto, junto con la carta está la entrada y el pase VIP, cuando lo veas dile que vienes de parte de Shine, él sabrá que hacer. – veo como su ceño se frunce cada vez más.
– Shine, no… no tengo que hacerlo yo, puedes ir tú, irás porque estarás.
– Claire, seamos realistas, mis fuerzas se acaban y mi “brillo” se apaga, se cumplió mi etapa querida, es solo eso. Tienes que hacerlo por mí, por favor – asiente.
– Lo prometo.
– No llores, pasará rápido, dolerá y habrá silencio, no dejes que eso te vuelva loca. Si es necesario grita, con todas tus fuerzas y vuelve a empezar, todo irá mejor con el tiempo, el tiempo curará y ya todo será mejor, solo seré un bonito recuerdo.
– No quiero que seas un bonito recuerdo Shine, quiero que estés ahí conmigo en todos los momentos importantes de mi vida. Quiero que seas la primera en saber cuándo me comprometa, quiero que seas mi madrina de bodas y que camines conmigo al altar, quiero que seas la primera en saber cuándo me embarace y que seas la madrina de mis hijos, que los malcríes, que les enseñes a reír, quiero que estés en las obras de la escuela, en sus vidas, en mi vida, no te quiero lejos, no sabré como seguir sin ti. – llora desconsoladamente, con una amargura que nunca había visto.
– Lo sabrás, eres fuerte, inteligente, eres una luchadora, estuviste luchando conmigo durante 19 años, viviste 17 cumpleaños conmigo, fuiste testigo de mi último cumpleaños y eso es lo mejor. No estaré físicamente contigo en nada de lo que acabas de nombrar, pero escribí muchas cartas, para cada momento importante, solo espéralas, llegarán, no estaré muy lejos Clary, siempre estaré contigo, no te aflijas. – corre a mis brazos.
– Déjame ir contigo a NY. – me ruega.
– No, debo hacerlo sola, darle algo de tiempo.
– ¿Por qué? ¿por qué él? Yo siempre he estado aquí para ti, él no merece vivir estos momentos contigo, yo sí – solloza en mis brazos.
– No planeaba esto amiga, pero piensa, esto es lo más cercano que podre estar del amor de un hombre, quiero experimentarlo. – toma mi mano con fuerza.
– Te hice una canción, no es la gran cosa, pero es tuya, se llama Shine – me entrega un sobre – dentro está la partitura y la letra.