Shine

CAPÍTULO 9

Han pasado tantas cosas en estos dos meses que no yo soy capaz de creerlo. He pasado la mayor parte del tiempo dentro de aviones o buses, hoteles o escenarios, mi primera presentación como telonera fue un éxito, por lo cual la disquera decidió enviarme al resto de la gira con los chicos. Mi vida ha girado en 180 grados.

 

En una semana será la fiesta de lanzamiento de mi disco, irán muchas celebridades, conoceré mucha gente y es increíble. Me he divertido, he aprendido y no he dormido muy poco este tiempo.

 

Ya se cumplieron cinco meses desde que Shine murió y aún duele, pero como ella misma me dijo es sólo el silencio y estos últimos meses he tenido de todo menos silencio. La extraño a diario y más cuando pasa tiempo sin enviar cartas, he recibido sólo una en estos dos meses, felicitándome por mi nuevo logro, haciéndome saber lo orgullosa que estaba de mí, no sé cómo lo supo, pero me alegra que al menos haya creído en mí, eso hace una verdadera amiga.

 

 

Faltan tres conciertos para que los chicos cierren su tour. Me llevo muy bien con ellos, excepto por Harry, si bien el episodio del brazalete nos dio algo en común no hay caso que me agrade, ya lo soporto un poco, puedo hablar con él y todo, pero nada, él no me produce ningún sentimiento positivo y eso creo que es malo, pero bueno ya solo quedan tres conciertos y no lo veré en un largo tiempo, eso me hace feliz.

 

– Querida tienes que cuidarte del sol, te lo he dicho, tu piel es sensible.

 

– Lo siento Lucy, no podía no ir a la playa, hacía mucho calor.

 

– Pero tu piel está roja por el sol, tendré que ponerte mucho maquillaje – Lu, siempre me regañaba porque según ella no cuidaba mi piel y eso me perjudicaba porque tenía que maquillarme mucho, siempre pasaba momentos agradables con Lucy, es una gran persona y siempre me cuida. 

 

– Pero tú eres un genio y lo arreglarás.

 

– Ya estás lista, te quiero en el vestidor ahora, te dejé tu ropa lista.

 

–Gracias mamá Lucy, eres la mejor.

– Como digas, mueve el trasero que llegas tarde.

 

– ¡Gracias te quiero!

 

– Y yo a ti.

 

Hoy era un día especial, mamá estaba en la cuidad y aunque no vendría al concierto, la vería al salir de este. No la veo hace mucho tiempo y la extraño. No sé dónde está ni a qué hora llega, no quiso decirme, solo sé que la veré; El pasillo estaba lleno de gente, todos cargando cosas, llevando ropa o simplemente sentados en el piso. Llego al camerino, la puerta estaba cerrada, eso era poco común. La abro, todos estaban riendo, no entendía… claro tenía que ser Harry el motivo, me lo quedé mirando y entendí, se estaba burlando de mí, llevaba una de mis camisetas y estaba imitándome, me hacía burla, idiota. Me aclaro la garganta, se voltea y su sonrisa se transforma en una mirada desafiante, quiere jugar, creo que le daré un poco de su propia medicina.

 

– Querida, tanto tiempo sin verte.

 

– No pensé que fueras de los que le gusta usar ropa ajena, y menos ropa de mujer, definitivamente no te favorece.

 

– De hecho es tu ropa, si tú lo dices debe ser muy horrible.

– Si quieres imitarme, debes hacerlo mejor, te enseñaré – caminé con paso firme hasta el vestidor de Harry, tome una de sus camisas. No había tiempo para la vergüenza, tomé aire y me quité mi sudadera, sentía los ojos de todos en mi piel descubierta. Tomé su camisa y me la puse, la abotoné y caminé hasta el espejo, tomé uno de sus sombreros, desaté mi moño, desordené mi cabello y me puse el sombrero. Caminé hasta él, me puse al frente, me saqué mi brazalete de Shine y se lo puse en la mano izquierda.

 

– Lo haces bien.

 

– Aún no termino – lo miro, el muy idiota tiene busto de mentira – cariño mi busto no es así – meto mis manos por debajo de la camiseta, siento su piel en mis palmas, es tibio y tiene músculos (concéntrate Clai), tomo los rellenos y se los saco – mucho mejor – miro su mano derecha tiene un reloj, la tomo y se lo quito, cuando voy a dejarla caer veo una marca en su mano, son dos letras, me acerco a ver, CS, miro el mio HS, no puedo creerlo, ¿qué hiciste Shine?; me volteo y salgo de prisa, me falta el aire.

Sentía que el mundo daba vueltas, ¿qué se supone que pensaba Shine cuando nos hizo tatuarnos dos letras?, ¿qué pensamos nosotros cuando la dejamos hacerlo?, creo que el hecho de no llevarle la contraria, pero no puedo creer que llevo en mi piel su nombre, el nombre de un idiota que no me produce más que odio y rabia, no entiendo a Shine, ¿qué quería hacer con esto?

 

– Claire, ¿estás bien?… lo siento si no te gustó la broma, solo era humor, dime que me perdonas… no llores.

 

– No lloro por ti imbécil, lo hago por Shine y sus decisiones extrañas.




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