MC- ¿Te preocupa más arruinar el ambiente que si yo huyó?
Shingen- Si hay peligro de que corras, tendré que hacer algo para evitarlo.
(¿Qué va a hacer?)
La mano de Shingen, de dedos largos, se deslizó alrededor de la mía, y enroscó mis dedos con los suyos.
MC- ... esto no es una medida preventiva.
Shingen- Olvidé la cuerda, así que me veo obligado a trabajar con lo que tengo.
Se encogió de hombros con una mirada de gran liberalismo.
(Sólo la primera cita y ya está hablando de sogas. Ok, mente, cálmate.)
Su palma irradiaba tanto calor. No podía ignorar la sensación de eso, ni de él.
(Esto se siente casi romántico. Y lo sería, si fuéramos dos personas normales. Pero estoy con mi captor, fuera del castillo por primera vez, buscando formas de cambiar esta situación a mi favor.)
Shingen- Tu defensa parece estar aún en pie a mi alrededor. Me encantaría que te relajaras.
MC- De nuevo, tú me secuestraste. Y todavía no sé por qué estoy aquí.
Shingen- Ya te lo dije. Quería disculparme contigo. ¿Te sientes mejor? ¿Es una sonrisa lo que veo?
MC- Eso depende. ¿Sigue en pie nuestra apuesta?
Shingen- Por supuesto que sí. Si puedo hacer que sonrías para mí, me darás un beso.
MC- Entonces, no. Lo que ves no es en absoluto una sonrisa.
Shingen- Lamento oír eso. Tendré que ser paciente hasta que llegue el momento.
Caminábamos de la mano. Con la excepción de mi falta de sonrisa, sabía como lucíamos ante los demás. Una pareja.
Shingen- Hay un charco allí. Aquí, permítame. No querrás que nada sucio te salpique las piernas.
Me guió suavemente para que me alejara del charco. El resultado final es que estoy más cerca de su cuerpo.
MC- Gracias, supongo.
Shingen- De nada.
(Probablemente está actuando como un caballero porque cree que eso le hará ganar la apuesta. Estas pequeñas insinuaciones románticas deben ir muy bien con todas esas otras mujeres.)
No me importaba su estatus de playboy ahora mismo. Tal vez fue el calor de su cuerpo. Pues solamente pensaba en nuestra cercanía.
(Olvídate de Shingen. Estoy en Kasugayama por primera vez, y parece una ciudad divertida. Debería divertirme.)
Pasamos por una serie de tiendas, todavía trabajando incluso con la llegada de la noche. Una, que exhibía rollos de tela, me llamó la atención.
MC- Son preciosas.
Shingen- ¿Te gustaría ver el interior?
Shingen giró rápidamente y nos llevó en dirección a la tienda.
MC- ¿Puedo hacerlo?
Shingen- Por supuesto. Lo que tú quieras. Por eso te traje aquí.
MC- ...te lo agradezco.
(¿Por qué siempre que pasamos el más mínimo tiempo juntos, empiezo a olvidar quién es él para mí?)
Cansada de mi confusión, me concentré en las telas expuestas en la tienda.
MC- Nunca había visto patrones de tinte tan sutiles. Los detalles son tan intrincados.
(Esa es una hermosa gradación de colores. ¿Cómo lo tiñeron de esa manera usando sólo técnicas tradicionales?)
Era como estar en casa, revisando mi biblioteca de muestras y recortes, mi mente llena de ideas.
MC- Esto sería un kimono precioso.
Shingen- Ya puedo imaginármelo en ti. Disculpe, buen sastre, ¿podría ayudarnos?
(No está sugiriendo que me haga un kimono. ¿Verdad?)
MC- Err, lo siento, creo que ha habido un malentendido. No necesito ayuda. Sólo estoy admirando la tela.
Le hice señas con la mano al sastre para que se fuera. Shingen me miró con curiosidad.
Shingen- ¿No me dirás que no te gusta la ropa bonita?
MC- Por supuesto que sí. Me encanta hacerlas, prefiero coserlas que comprarlas. Es la tela lo que estaba admirando.
Los ojos de Shingen se abrieron de par en par con interés.
Shingen- ¿Sabes coser?
MC- Sí. Siempre ha sido mi ambición ser una...costurera, supongo que lo llamarías así.
(Estamos a 250 años del nacimiento del padre del diseño de moda, así que, costurera es lo más cercano que hay).
Shingen- Veo que no conocía todo lo que había que saber sobre ti después de todo. Hoy ha valido la pena, aunque sólo sea por la oportunidad de conocer algo nuevo.
Me sentí atraído por sus ojos despreocupados, antes de saber lo que estaba haciendo. Bajé la mirada al suelo.
Shingen- ¿Qué te inspiró a querer ser costurera?
MC- Siempre me gustó coser y dibujar. Pero mi primera pieza terminada fue hecha para una gran amiga mía... había magia en sus ojos. Estaba tan feliz cuando se la puso. Ahí fue cuando supe lo que quería hacer.
Shingen- Esa es una maravillosa razón. Trabajas más duro cuando es para otros, ¿no? Realmente tienes un corazón hermoso, MC.
MC- Gracias, incluso si estás exagerando un poco.
(Y me estoy sonrojando. A pesar de mí misma.)
Ignorando esta nueva oleada de sentimientos, puse otro rollo de tela para examinar.
(Qué flores tan hermosas y vibrantes tiene esta. La misma gama de colores que el primero, pero en menor escala.)
MC- Este sería un cuello de gran contraste para un kimono hecho con la primera tela. Entonces podría usar la tela sobrante para accesorios a juego, como un bolso o un pañuelo.
(No he tocado una aguja de coser desde que llegué a esta época. Ahora no puedo, porque mi equipo está con mi bolso, en Azuchi. Oh, esto es injusto. ¡Tengo tantas ganas de coser algo que no lo soporto!)