Shingen Takeda

CAPITULO 10 (1-5) (HIS SIDE STORY)

Había tosido sangre ese día y se suponía que debía estar descansando. Pero todos los pensamientos de descanso se desvanecieron cuando MC entró en mi tienda.

(...pensé que había logrado alejarte, pero fallé. Esa mirada en tus ojos, MC, nunca quise que me miraras con tanta tristeza.)

Mi garganta y mi pecho todavía ardían, pero ese dolor no se comparaba con el dolor que me producía su expresión preocupada.

MC: Escuché sobre tu enfermedad, Shingen. No te has mejorado para nada. Y hoy, tosiste sangre en el campo de batalla. Mucha sangre, escuché.

(¿Quién se lo dijo? ¿Sasuke? No, no importa. Lo importante es que ella lo sabe. ¿Qué puedo hacer ahora para arreglar esta situación para ella? ¿Se puede arreglar? ...tengo que intentar alejarla de nuevo. Hacer que se disguste conmigo. Hacer que no le importe. No hay otra forma de ayudarla.)

Shingen: Bueno, eso es todo. Supongo que el secreto ha salido a la luz.

(Fallé al intentar que me odiaras antes. Mis intentos a medias solo te causaron dolor.)

Me tomé un segundo y me preparé para convertirme en el hombre horrible que ella necesitaba ver. Borré mi sonrisa y enfoqué mi mirada no en ella, sino a través de ella. Como si ella estuviera por debajo de mí, mi diosa de las estrellas de arriba.

Shingen: Ahora que lo sabes, ¿por qué viniste? ¿Para darle un beso de despedida a tu enemigo moribundo, Princesa-Castellana de Azuchi?

El lenguaje era un arma, y lo usé ahora para distanciarla de mí tanto como fuera posible.

(...MC, mi princesa. Ojalá pudiera abrazarte y llamarte así una vez más.)

Pero no dejaría que mis sentimientos por ella se mostraran. La observé, mi hermoso fuego, con frialdad.

MC: Deberías conocerme mejor que eso.

MC se sentó en mi futón a mi lado.

(...¿Qué estás haciendo? ¿Por qué te acercas a mí? Detente. No soy lo que quieres.)

La determinación en sus ojos hizo que mi propia determinación se desmoronara. Quería decir más – algo que la hiriera y la protegiera... pero, por una vez, mi lengua se convirtió en plomo en mi boca.

MC: Nuestra apuesta no ha terminado, Shingen. Dijiste que gané, pero fue un acuerdo entre los dos. Y yo digo que todavía sigue.

Esas delicadas manos de artista se posaron suavemente, cálidamente sobre mis mejillas.

Shingen: MC, no estás pensando en...

Había tocado a MC antes. Su cabello, sus mejillas. Me sentía atraído a ella por algún poder. Pero esta era la primera vez que ella se había acercado y me había tocado desde aquella noche.

(Tendrías razón en odiarme por cómo te hice daño. Y sin embargo estás aquí, atenta y gentil. ¿Por qué?)

La voz de MC era dulce y clara y el único sonido que siempre quise volver a escuchar.

MC: Hay muchas cosas que quiero decirte, y también tengo algunas quejas, créeme. Pero primero, quiero decir esto. Estoy feliz de verte de nuevo, Shingen. Verdaderamente feliz, desde el fondo de mi corazón.

Shingen: MC.

(...Eres tan hermosa...)

MC me sonrió, y eso era todo en lo que podía pensar. Todo lo que necesitaba o quería.

(Solo he oído rumores de ángeles, pero tú debes ser uno. ¿Cómo podría algo en este mundo compararse contigo? ...Podría maldecir a los cielos que te hicieron, porque solo al final de mi vida logro ver la sonrisa que has mantenido oculta.)

MC- ...Ahora la apuesta ha terminado.

(MC, no sabes lo que me has hecho. He intentado protegerte. Pero al verte así... no puedo más.)

Shingen- Nunca debí haberte secuestrado. Si hubiera tenido alguna idea de lo buena que eras, habría mantenido mi distancia y te habría amado desde lejos...

La acerqué y la abracé a través del temblor que nos invadió a ambos. Su pecho estaba pegado al mío; sentí el rápido latido de un corazón y me pregunté si era el de ella o el mío.

Shingen- ...Mi ángel. Todos estos ojos solo te ven a ti. Te quiero.

Quería que los momentos —los segundos— que la abracé duraran una eternidad.

(Incluso si ya es demasiado tarde para que yo te tenga.)

Encontré el cielo en MC mientras la besaba... Ella me dio sus labios, y yo los tomé. Tan fuerte era mi deseo, era como si nunca antes hubiera querido algo para mí. MC cerró los ojos, haciendo un suave sonido de placer mientras se rendía.

(Quería besarte así desde hace mucho tiempo. Un último beso. Un primer... último beso.)

En su beso, encontré lo que había estado deseando toda mi vida. Me llené de una emoción que me abrumó y me asustó. Entonces, el beso terminó. Dejé mis sueños atrás en un persistente regusto a calor... Pero a pesar de mí mismo, la verdad de lo que había experimentado se me escapó.

Shingen- Había estado pensando cómo sería. Me hiciste reconsiderar lo bueno que soy leyendo a la gente. Porque besarte se sintió como nada que hubiera imaginado.

MC- Estás siendo sincero ahora mismo, ¿verdad?

Shingen- Sí, completamente. Nunca me había sentido así antes.

(No creo que alguna vez fuera bueno mintiéndote. Y nunca más podré mentir.)

Acaricié su mejilla.

Shingen- Pronto supe que debí haber cancelado la apuesta. Porque incluso si ganaba, de todas formas habría perdido. Sabía que si te besaba, nunca podría ocultar mis sentimientos por ti.

MC- Entonces, ¿tú también me amas?

(Si le digo, las cosas van a cambiar. No sé si alguna vez podré dejarla ir de nuevo. Por eso lo mantuve en secreto. MC merece más que un puñado de días, la mera mitad de una vida que tendría conmigo. Sin embargo, con una sonrisa, ella cruzó los solitarios muros de la fortaleza que había construido para mantener a todos fuera.)

Shingen- Al principio, solo estaba coqueteando contigo. Pero luego me enamoré. Aun sabiendo cómo terminaría mi vida, no pude evitar amarte.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.