Mi encuentro secreto con Shingen en medio de la batalla estaba llegando a su fin. Me puse de pie, sintiendo un dolor lánguido en mi cuerpo, me vestí y arreglé mi cabello. A pesar de que Shingen y yo éramos conscientes de lo enamorados que estábamos, todavía teníamos ante nosotros problemas insuperables.
(Tengo que regresar con las Fuerzas Oda. No puedo abandonarlos en medio de la guerra. Antes de regresar, hay algo que quiero discutir con Shingen. No sé cómo va a ir, pero él debe saberlo...)
MC- Shingen, tengo algo importante que quiero decirte.
Shingen- Entonces, ¿me acompañarías afuera? Me encantaría escucharte mientras veo la luna.
MC- ¿Quieres que veamos la luna juntos?
Shingen- Sí. Esta noche es otra luna llena. ¿Te diste cuenta?
MC- En realidad, no me detuve a comprobarlo.
(Con todo lo que está pasando últimamente, la luna ha sido lo último en mi mente.)
Shingen- Entonces ahora es el momento perfecto para disfrutarlo. Ven, mi princesa de la luna.
Shingen estaba junto a la entrada de la tienda. La mano que me extendió brillaba a la pálida luz de la luna.
MC- Gracias.
(Quiero quedarme con él todo el tiempo que pueda esta noche.)
Nuestros dedos se entrelazaron calurosamente cuando tome su mano. Me acompañó afuera, y fue como entrar en un mundo nuevo. Las montañas parecían talladas en ónix, un pedestal para llevar la brillante y perlada luna.
(Qué hermosa vista.)
Mirar la luna me dio esperanza.
Shingen- Recuerdo la primera noche que vimos la luna juntos.
MC- Yo también.
(Hemos llegado tan lejos desde esa noche. Pero aprecio todo lo que he pasado. No cambiaría mi yo actual.)
Shingen- No me di cuenta de que me enamoraría de ti entonces. Ahora, la luna parece pequeña junto a cómo ha crecido mi amor por ti.
MC- Yo tampoco me di cuenta.
(Y sin embargo estoy tan feliz ahora que se siente irreal.)
Shingen- Con gusto te diré cuánto te amo hasta que no tengas dudas. Te amo...
MC- Sabes, al principio, pensé que eras un playboy muy coqueto. En ese entonces eras mi enemigo, y pensé que eras horrible. Aunque, atractivo. Pero incluso cuando dije que te odiaba, sabía que no era verdad.
Shingen- ¿Qué piensas de mí ahora?
MC- Lo que pienso es que te amo. Te amo tanto. Aunque estés en guerra con los Oda...
Era difícil hablar de ello, incluso ahora. Shingen me miró con la luz fulgurante de la luna en sus ojos.
Shingen- Mañana por la mañana, yo mismo dirigiré el ataque contra las fuerzas Oda.
MC- Shingen, yo...
Shingen- Lo sé. Regresarás allí esta noche.
MC- Sí.
(Sigue siendo un maestro leyéndome.)
Sabía que Shingen podía ver lo dolorosa que era esa decisión para mí. Sin embargo, sonrió.
Shingen- Te has unido a las fuerzas Oda como una curandera. Estás poniendo tus conocimientos en práctica para ayudar a los demás. Y sé que nunca te retractarías una vez que te has decidido.
MC- Sí, es cierto.
Shingen- Lo entiendo. Estoy en una posición similar, teniendo que pelear con tus amigos.
MC- Y está bien porque sé que estás luchando por tu gente y por Kai.
(Tu fuerte resolución y responsabilidad fueron todas las cosas que me atrajeron hacia ti.)
Shingen- Normalmente no diría esto, pero quiero ser completamente honesto contigo.
MC- ¿Qué pasa, Shingen?
De repente, me atrajo hacia él, con sus fuertes brazos a mi alrededor. Su voz se rompió suavemente cuando habló.
Shingen- Desearía no tener que dejarte volver allí esta noche.
(¿Por qué escuchar la verdad de él ahora tiene que doler tanto?)
MC- Yo tampoco quiero dejarte...
Shingen me besó antes de que pudiera terminar. Cuando volvió a hablar, había una sonrisa en sus labios.
Shingen- Entonces déjame ofrecerte esto. Por última vez, haré de villano por tu bien.
MC- ¿Qué quieres decir?
Shingen- Cuando la guerra termine, te secuestraré por última vez. No tendrás que llevar ninguna carga, sólo di que sí si así lo quieres. Es egoísta de mi parte, porque más que cualquier otra cosa que haya deseado antes, te quiero a mi lado.
(Shingen ya está cargado con lo suficiente para hacer que un hombre menor se desmorone. Y aun así me ofrece salvarme de sentir que estoy traicionando a mis amigos quitándome la decisión de las manos.)
Shingen tocó mis labios con su dedo, un hechizo para liberarme del silencio.
Shingen- ¿Qué te parece?
(Creo que eres más que increíble y que no hay ningún hombre como tú.)
MC- Gracias. Pero no necesitas mentirle a los Oda ni a nadie más por mi bien. Ya soy tuya. Cuando la guerra termine, encontraré mi camino a tu lado.
(Ya he decidido lo que quiero. Quiero vivir contigo, quiero apoyarte y quiero ayudarte. Ahora, necesito decirle...)
MC- Shingen, necesito hablarte de algo. Muchas cosas. Empezaré por el principio. Trata de no sorprenderte demasiado cuando te lo diga.
Shingen- ¿Hmm?
(Esperemos que me crea cuando se lo diga. Oh cielos, hablando de una reversión, ¿eh?)
MC- No vengo de la luna ni del cielo. Vengo de Japón, 500 años en el futuro.
Shingen- ¿El futuro? ¿500 años en el futuro?