Shingen y yo prometimos que cuando la batalla terminara, iríamos a la época moderna y curaríamos su enfermedad. Entonces, encontraríamos una manera de volver, y viviríamos juntos en el período Sengoku. Regresé a las fuerzas de Oda, antes del amanecer. Por la mañana, la batalla comenzaría de nuevo...
MC- ¡Hice un desayuno de la suerte para mantenerlos a todos a salvo! ¡Coman!
Nobunaga- Lo haremos.
Masamune- Gracias por hacernos el desayuno, MC. Y por estar aquí para despedirnos.
Ieyasu- ...el desayuno está bueno. Gracias.
Muy pronto, Nobunaga, Masamune, e Ieyasu se irían a la batalla.
(Hoy va a ser otra larga y peligrosa pelea. Por favor, cuídense, chicos. Yo también haré lo que sea necesario para seguir viva.)
Me di cuenta de que Nobunaga me miraba fijamente.
Nobunaga- Algo en ti ha cambiado desde anoche.
MC- ¿Eh? ¿Cambiado? ¿Yo? ¿Cambiado de qué manera?
Mi mano saltó a mi cuello, ¿había dejado Shingen alguna marca de amor visible?
(¡Por favor, no pidas una explicación! Sí, pasé la noche durmiendo con el comandante enemigo. ¿Cómo lo supiste?)
Nobunaga- Pareces más optimista.
Ieyasu- Para mí se ve igual.
Masamune- Voltéate hacia aquí, MC. Déjame verte bien.
Ieyasu me miraba, mientras Masamune se estaba acercando mucho y de manera personal.
MC- Déjenme ejercer mi nueva confianza y decir, atrás chicos. ¿De acuerdo?
(¡No me van a sacar la historia de anoche, pase lo que pase!)
Ieyasu- No es que me importe, pero ¿por qué estás tan a la defensiva? Suena como si estuvieras escondiendo algo.
La delgada capa de apatía de Ieyasu no refutó su interés.
Nobunaga- Por ahora, no importa. Pero espero oír más sobre lo que te cambió después de la guerra.
MC- Sí. Después de la guerra.
Sonreí a través de la conmoción en mi corazón.
(No creo que pueda decirles. A Nobunaga, al menos, no le gustaría que yo viajara al futuro. Definitivamente no le gustará que me vaya con Shingen. Y que los voy a dejar para estar con él cuando volvamos.)
Nobunaga- Necesitaremos discutir tu recompensa también.
MC- ¿Mi recompensa? ¿Por qué?
Nobunaga- Tus cuidados tan eficientes han salvado muchas vidas y aumentado la moral.
(¿De verdad lo han hecho? Me he estado concentrando tanto en mi trabajo que no me di cuenta de nada de eso.)
Masamune- Todo el mundo ha estado hablando de nuestra gran trabajadora Princesa-Chatelaine.
Nobunaga- Ahora ya lo sabes. Has demostrado ser útil para mí, MC.
(Parece que me he ganado un segundo elogio de Nobunaga.)
No había mayor calidez que la habitual en su tono altivo, pero me conmovió.
Ieyasu- Sí, lo estás haciendo muy bien. Ya sabes, considerando que eres tú. Esperaba que te congelaras como un ciervo asustado en cuanto entraras al campo de batalla.
Nobunaga- Sí, MC ha crecido.
Masamune- Salvaste a muchos de mis hombres con tu perspicacia de ayer. Te debo una.
(Se me ocurrió un plan y me aferré a él.)
MC- Gracias a todos. Esto significa mucho para mí.
(Y gracias, Shingen, por ser una gran inspiración para mi crecimiento en este tiempo. Tener una meta realmente te permite enfrentar tus miedos y atreverte a ser el mejor. Ahora, tengo una meta más grande e importante. Lucharé con Shingen por nuestro sueño en común. Si Nobunaga y los demás no quieren que me vaya, me disculparé. Pero este es mi nuevo camino.)
Observé a mis amigos, que se habían vuelto tan queridos para mí, mientras se preparaban para partir.
MC- Prométanme, chicos. Cuidense allá afuera.
Nobunaga- No necesito que me lo recuerdes.
Masamune- Lo mismo. Llegas cien años antes de tiempo para preocuparte por mí, MC.
Ieyasu- Sí. ¿Qué tal si sonríes como siempre? Nadie quiere mirar a un gatito asustado antes de ir a la guerra.
(Puedo decir esto de ellos- ¡mis brillantes y locos amigos tienen confianza de sobra!)
De una cosa podía estar segura- ninguno de ellos renunciaría a su vida sin luchar. Ese pensamiento era reconfortante. Les hice un gesto de despedida con la mano mientras montaban y se iban.
(Ahora necesito obtener una actualización de los suministros y checar a nuestros pacientes de ayer. Las vendas deben estar recién hervidas también.)
Volví al trabajo. Mientras tanto, la alianza Uesugi-Takeda también estaba haciendo los preparativos finales. Shingen, Kenshin, Yukimura, y Sasuke salieron del campamento para observar el campo de batalla.
Kenshin- Cielos despejados. Sol brillante, el cielo me ha bendecido con el clima perfecto para la guerra.
Yukimura- También hace buen tiempo para cosas que no involucran peleas. Como ir a dar un paseo. Pero entiendo lo que dices. Lucharemos, y hoy es el día en que ganaremos.
La tendencia natural de Yukimura de jugar al hombre serio luchó con su ardiente necesidad de terminar la batalla.
Shingen- Aprecio tu entusiasmo, Yuki, pero no te precipites. Estar apurado puede costarte la vida.
Shingen sonrió mientras le daba a Yukimura una cariñosa y paternal advertencia.
Yukimura- Sí, sí, tendré cuidado. ¿Cómo se siente hoy, mi lord? ¿Está bien?
Sasuke- Su rostro tiene un color saludable esta mañana, Lord Shingen.
Shingen- Nunca me he sentido mejor.
Yukimura miró a su lord con escepticismo.
Yukimura- ¿En serio? Si usted lo dice. Le diría que tenga cuidado, pero sé que no lo tendrá.