Shockeada

Capítulo VIII: Atrapada y sin salida

"Como si fuera un error siempre encuentro a mi alrededor cosas que amenazan al final del día con volver"  

Esto es un montón. Ahora sí, definitivamente está convencida de que son recuerdos los que la están torturando, otra cosa no pueden ser, y cada uno despierta algo en ella, algo que no logra explicar.

¿Un arma? ¿Sangre? ¿"La estaba matando"? 

¿Qué fue lo que pasó?

No deja de pensar en esas imágenes (¡¿Un cuerpo?!).

No quiere dormir, porque cada vez que cierra los ojos ve cosas, cosas horribles, ve sangre, gente tirada en el suelo, armas, su imaginación no da más, trata de recomponer la historia una y mil veces, intenta  juntar todos los flashes que fue teniendo, necesita entender qué fue lo que hizo. 

Será que ella estaba en medio de un ataque de ira en una violenta discusión con la persona dueña de la cadena del árbol de la vida cuando alguien entra en la casa y sorprendido por la situación deja caer dos vasos de capuchino al suelo de madera, quiere calmarla, pero Ella sintiéndose descubierta, desprotegida y enojada sale de la casa, cierra de un portazo la puerta y corre, sabe que la van a seguir, y corre, llueve, no le importa, gracias a la vida por haberla frenado antes de llegar a hacer lo que en ese momento sí era capaz, pero no está tan agradecida porque alguien descubrió lo que Ella estaba por hacer. La siguen, él le grita que pare, que lo escuche, que se tranquilice, "¿En qué estabas pensando?" "¿Qué hubiera pasado si yo no entraba en ese momento?", si no hubiese entrado en ese momento no la hubiera perdonado jamás, no. 

Sigue corriendo, necesita tomar ventaja, la van a alcanzar, el piso resbala por la lluvia, las piernas no le dan más, corre, corre, corre, un piedra y cae, le arden las rodillas, la atraparon, le están hablando pero no escucha, si él vio lo que estaba haciendo lo va a contar, eso no puede pasar, nadie se puede enterar, pero ella no está sola, no está indefensa, todavía le queda una opción, vuelve a sacar el arma de su bolsillo, a pesar de su dolor por el golpe se para, él le habla, pero ella no puede escucharlo, la dueña de la cadena está mirando, da un grito, pero Ella ya no puede pensar, apunta, dispara. 

Alguien llora al lado de un cuerpo tirado en el piso, ahora puede escuchar,  sale del estado de shock en el que estaba, por fin se da cuenta de lo que hizo, corre hacia él mientras mira el arma en sus manos, la suelta, llega a su cuerpo y se desploma en el suelo, rompe en llanto, no puede creer lo que está pasando, la sangre corre, lo abraza, ahora él es un cuerpo sin vida. Ahora él ya no es una amenaza.




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