Shoganai

Capítulo 25. ¿Más disfraces?

 

Pasaron algunos días después de la fiesta, pero todo se veía normal en la escuela, al terminar el evento todos hicimos un pacto de que no nos hablaríamos hasta los primeros días de noviembre, algunos habíamos hecho un grupo de LINE para platicar e intercambiar fotos y vídeos, era lo único que teníamos hasta que el organizador mandara los mensajes de “luz verde” para comenzar a hablar. Lo que sí es que no me había librado de las preguntas del profesor Akiyama respecto a la fiesta, pero, manteniendo mi promesa, no le había dicho nada. Él y yo no hablábamos en el plantel, solía esperarme al terminar las clases de inglés para hablar hasta que Kento fuera por mí, pero seguíamos la conversación por mensajes. Al principio me había sorprendido cómo había obtenido mi usuario de LINE, pero recordé que se los había pasado para la tarea de vacaciones, por si tenían alguna duda porque esta vez quería todo resuelto.

Nos habíamos enterado que la escuela quería hacer un convivio para Halloween, de disfraces y todo eso, al parecer tomó por sorpresa a todos, pero nadie se quejó, se llevaría a cabo el viernes después de la escuela, así que no nos libraríamos de las clases, pero la verdad es que me dio igual, al menos podría usar mi otro disfraz, no era el más adecuado, pero no iba a cambiarlo. Cuando Alex y yo nos juntamos para el almuerzo le dije que ya tenía un disfraz y él muy emocionado me dijo que se vestiría de mi diablo, reí mientras asentía, era una buena idea. Quedamos en que él iría a mi casa a arreglarnos juntos y que si su hermana Hanabi tenía un plan para su maquillaje mejor.

Todos contaban los días para que fuera el viernes 31, se escuchaban en los pasillos las ideas de disfraces y amigas poniéndose de acuerdo. En la clase del miércoles me enteré de que los profesores también se estaban poniendo de acuerdo para vestirse algo, muchos hablaban de eso, incluso de “vamos a comprar juntos” durante la clase me preguntaron de qué iría vestida a lo que solamente sonreí y respondí:

—No les diré, pero cuando lo vean se van a sorprender— y les guiñé un ojo. Vi la mirada alarmada de Akiyama-sensei en el fondo del aula, pero lo ignoré y seguí con lo mío. Ese día me había ido antes por lo que no hablamos, llegué a mi casa y comenzaron a llegarme mensajes de él.

Kaito Akiyama

OI!

¿Cómo que nos vas a sorprender?

¿De qué te vas a disfrazar?

No me digas que usarás esas medias que compraste el otro día.

Te lo prohíbo

¡Luján!

 

Quise reír de la imagen que me había llegado a la mente al leer esos mensajes, pero me calmé un poco, era verdad que cuando me ofreció ese viaje después de la salida aproveché en comprar las medias blancas y el suéter negro que usé en mi disfraz de Harry Potter, pero claro que él no tenía ni idea de cual era mi plan.

Akiyama-sensei, usted no es nadie para impedirme nada

(:

Kaito Akiyama

¿¡Qué quiere decir eso?!

¿en serio las vas a usar?

 

Pues no las iba a usar, pero ya me dieron ganas

Eideeeeeer

El ansiado 31 de octubre llegó y ya todos tenían una tarea que hacer, bueno, por club, por suerte yo no estaba en ninguno, así que me sorprenderían cuando regresara de casa. Se podría decir que todo estaba pasando como normalmente pasaba, pero la verdad es que era palpable la emoción que sentían los estudiantes ante la “fiesta” que se llevaría a cabo, incluso había pillado a algunas alumnas acercarse a los maestros a preguntarles cuál sería su disfraz, sin embargo, ellos no lo decían para mantener la expectativa, lo que sí es que nadie se atrevía a preguntarle eso al profesor Akiyama, escuchaba a las chicas murmurar cuando él pasaba o lo miraban a lo lejos, pero nadie era valiente para preguntar. Por supuesto yo ya le había preguntado esa misma noche que el “me prohibió” usar las medias, pero dijo que no me lo diría.

¿Estaba curiosa? Sí, pero podía esperar sin problema a que fuera la hora. Mientras más avanzaba el día, me daba cuenta que los chicos y chicas miraban el reloj de pared cuando pasaban por los pasillos o estaban en el aula y me emocionaban aún más cuando una hora pasaba después del almuerzo, rodé los ojos, pero me mantuve callada. Aina y Sakura me decían los planes que tenían para su disfraz, pero ninguna de las dos estaba completamente convencida, en cambio, Kyosuke y Tomoya simplemente asentían o negaban, ellos decían que inventarían un disfraz con algo de su ropa.

—Oye Aina— dijo Kyosuke levantando su cabeza de su mano en la que estaba recargada, la nombrada lo miró, al igual que todos nosotros para saber qué diría —¿Qué no tienes un disfraz de cosplay de una de las chicas de Sailor Moon? —Todos abrimos los ojos, pero Aina más, cómo si no recordara eso, pero su mirada cambió casi de inmediato a una de decepción.

—Sí, pero la vez que usé ese traje fue en segundo de secundaria— dijo en tono bajo.

—Pero seguramente todavía te queda— dijo Sakura —es decir, no has cambiado mucho desde ese tiempo, si acaso y habrás crecido unos 2 centímetros, pero no haría la diferencia— Aina infló sus mejillas y frunció las cejas. Supongo que lo creía una ofensa, es decir, que te digan que no cambiaste nada en 3 años podría darle en su autoestima, lo digo porque ella es de las chicas que se preocupa por no tener el físico de una “chica madura”, si saben a lo que me refiero.

—Mira, Aina, no pierdes nada con probártelo— dije tratando de que no se arme la gorda. —Ve a casa, te lo pruebas y si no te queda, justo frente a tu casa hay varias tiendas de ropa. —Ella asintió. —Es más, tú y Sakura pueden ver algunas imágenes en internet y ya tener una idea, en caso de que sea el plan B para ti.




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