Shoganai

Capítulo 27. Miedo, preocupación ¿qué sucedió?

Kento Yamashita

Todos nos encontrábamos en silencio, eso no pasaba nunca, siempre he tratado de entablar una conversación con mis padres desde que mi hermana mayor se fue a Los Ángeles para que no sintieran tanto que hacía falta un miembro y así se acostumbraran un poco, pero ahora, ahora era muy diferente. Sabíamos el por qué mi hermana se fue, todo lo contrario, a Eider.

El día anterior la vimos todo el día y por la mañana ella ya no estaba.

Al principio creímos que se había ido con Alex temprano a la escuela y que después, por la tarde, se fueron al café. Pero dieron las 10, las 11, las 12 y ella no regresaba, fue cuando me armé de valor para hablarle al rubio, ya que si Eider pensaba quedarse a dormir con él no habría problema, pero siempre nos avisaba. Dos timbres fueron suficientes para que la otra línea me atendiera la voz del rubio.

—¡Kento! ¡Hola! —dijo saludándome, algo en su voz me pareció sospechoso, lo ignoré por un momento.

—Hola, Alex— saludé y fui directo al grano —¿Eider está contigo? —silencio.

—No— dijo —De hecho, por eso estaba esperando a que llamaran, estaba preocupado creí que estaba enferma en casa— prosiguió y en seguida los dos nos pusimos nerviosos y el pánico me tomó, sin esperar a que yo dijera algo: —voy enseguida— y colgó.

Alex no vivía muy lejos, si acaso a dos manzanas, igualmente se me hizo que llegó en tiempo récord, no venía solo, el señor y la señora Tachibana venían con él, al parecer estaban tan preocupados que ni siquiera se cambiaron de ropa, venían con un pijama, mi madre encendió el clima para estar más cómodos, según nos habían dicho, no habían querido despertar a Risa ni Hanabi, mucho menos a la pequeña.

Con la voz entrecortada y a duras penas les contamos lo que habíamos pasado todo ese día y que creíamos que la chica estaba con Alex y simplemente se le olvidó avisarnos, mientras tanto, Alex explicó lo que creyó, incluso le había llamado y mensajeado, pero nunca respondió, ni siquiera marcó como recibido los mensajes.

—¿Les importaría si revisamos su habitación? —preguntó el rubio y nosotros tres negamos, ni siquiera pensamos en eso, le teníamos mucho respeto a la privacidad de Eider que nunca íbamos a su habitación cuando ella no estaba y tocábamos cuando estaba en ella. Le dije a mis padres que subiría con Alex y que ellos se quedaran en la sala con los señores Tachibana, miré al rubio antes de abrir la puerta, él asintió en respuesta y empujé la puerta.

La habitación estaba limpia y perfectamente acomodada, nada raro, me quedé parado en el marco de la puerta, sin prestar atención, me perdí en mis pensamientos hasta que Alex habló: —Se ha ido— dijo y sacudí mi cabeza, lo miré mientras entraba a la habitación —No hay una de sus mochilas de viaje, tampoco su laptop, celular y cables, faltan 3 conjuntos de ropa tanto interior como exterior— hizo una pausa y me miró con pena —tampoco están sus documentos, ni su Japan Rail Pass, sólo está el Wifi portátil— en ese momento, ambos comprendimos la gravedad del problema.

  1. Eider se había ido por cuenta propia, no había duda.
  2. Estaba fuera de Saitama

Ya han pasado 3 días desde eso, es domingo y no perdemos las esperanzas en que atienda su celular y nos diga que está bien, he tratado de distraer a mis padres, pero ni siquiera puedo distraerme a mí mismo, no se lo he contado a mis amigos, no pienso hacerlo, tengo fe en que ella sabrá lo mucho que nos preocupa y nos mandará mensaje.

Ayer sábado hicimos una búsqueda por todas partes, pensé en que quizá fuera un juego mental, que ella se había llevado la documentación para hacernos creer que no estaba en Saitama cuando la realidad sí, esa era la manera de pensar de Eider, pero recorrimos cada centímetro y no dimos con ella, sería fácil reconocerla, es más alta que las chicas de aquí y tiene el cabello rubio cobrizo, pero igual no lo logramos.

A veces escucho a mi madre sollozar por las noches y le pide a Dios una señal de que ella esté bien, y que la cuide mucho, mi padre simplemente se ve triste, sin ánimos de hacer nada, abraza a mi madre y le acaricia la espalda para que se calme, en cuanto a mí, yo simplemente me muestro fuerte, porque algo que aprendí de Eider es que, si hay dos personas débiles debes llevar la energía para que no se hundan, si hay dos personas heridas y tú también lo estás hay que pretender que no para llevar un equilibrio, eso era lo que estaba haciendo, pero, al igual que mamá, por las noches me liberaba, hablaba con la Luna, con Dios, incluso con mi almohada, dejaba caer algunas lágrimas mientras pedía por ella, que todo estuviera bien. Aunque lo dudaba, todos sabíamos que algo malo debió haber pasado para que ella decidiera aquello.

—Por favor cuídala, que no le dé un ataque, que no le pase nada, que no le hagan nada— dije mirando a la ventana, la luna llena se mantuvo en silencio mientras las lágrimas recorrían mis mejillas —Tú sabes dónde está, tú sabes la razón por la que se fue, por favor, dale paz a ella y a mi familia, dame fuerza para afrontar esto, dame sabiduría para lidiar con esto— pedí entre susurros.

Pero la luna se quedó callada, mientras yo me desmoronaba en la oscuridad de mi habitación, debía ser fuerte, mañana era un día de escuela y no debía mostrarme así.

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Capítulo corto, lo sé, pero era necesario para la continuación. El próximo capítulo también será corto y tiene un poco más de información sobre Eider. Igualmente, el capítulo 29 es más intenso e interesante uwu.

Los quiero <3




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