Shoganai

Capítulo 29. No, no, no, ¡Eider!

Akiyama Kaito

Ambos grupos estábamos en un salón preparados para la clase de inglés de hoy. Los que dábamos clases a Eider sabíamos que esto era porque ella no había asistido a la escuela, aunque, también ya habían pasado 3 clases de inglés en las que no se presentó por lo que todos los profes ya sabían, en esos días Alex se encargaba de nosotros y la pasábamos bien, pero, la pregunta era ¿por qué Eider no había venido? La chica no faltaba independientemente de su estado de ánimo o salud, sí que era raro, entonces pensé que pudo haberle dado un ataque de nuevo cómo aquel día. Todos pensamos que Alex sabía algo, pero el rubio ya nos había dicho que se encontraba mal, nos negó más información, sin embargo, este día nos prometió que al final de la clase nos diría para no estar distraídos durante ella, estuvimos de acuerdo.

Repasamos los verbos en pasado y vimos el tema de lugares que dejamos inconcluso la clase anterior. Alex parecía orgulloso de nosotros y de alguna manera me imaginaba a la de cabello castaño y ojos verdes mirándonos de igual manera, volví mis ojos a mis notas con una sonrisa tonta y después la levanté para seguir poniendo atención. Finalmente, la clase terminó, el adolescente ya estaba borrando lo que había escrito en la pizarra y mis compañeros estaban guardando sus materiales, me puse a hacer lo mismo, cuando la sala se sumió en el silencio de nuevo Alex se sentó en la mesa del escritorio y paseo su mirada por cada uno de nosotros, una acción muy característica de Eider.

—No les quería decir esto porque es un poco serio y nos distraería a todos de nuestros deberes— comenzó —pero es viernes, y tenemos la siguiente semana de descanso así que todos podremos asimilarlo mejor.

No me gustaba como sonaba aquello, podía ver la chica golpeada con sus ojos cerrados en el hospital, le gustaba meterse en peleas y esta vez pudo haber terminado mal o peor, alguno de sus ataques pudo dejarla muy débil y causarle un coma. Los ojos azules de Alex estaban tristes y sólo podía imaginarme que estaba muy mal, pero, de verdad, no me esperaba lo siguiente: —Eider ha desaparecido, nadie la hemos visto desde el miércoles terminando las clases— todos comenzaron a susurrar en pánico, yo abrí los ojos sorprendido y asustado —su hermano me llamó el viernes por la madrugada porque creyeron que estaba conmigo pero olvidó avisar.

—Pero, ¿en serio está desaparecida?, ¿no estará en alguna parte...? —Matsumoto-san fue bajando la voz en cuanto vio al rubio negar.

—Eider dejó una carta a alguien, decía que se iría y que nadie la buscara, que era imposible comunicarnos con ella para que ni siquiera lo intentáramos. Obviamente lo ignoramos, por supuesto que la buscamos y llamamos, pero tal y cómo dice, es imposible, los mensajes no marcan el recibido y las llamadas saltan directo al buzón, tiene el celular apagado. —El pánico se sentía en la sala y al parecer el rubio era consiente de ello, nos sonrió para tranquilizarnos —Miren, confío en Eider, sé que está bien, una buena razón ha de haber tenido cómo para desaparecer así.

—¿Tienen alguna idea de que sigue aquí, en Saitama? —preguntó Yamada-san.

—No está aquí, se llevó una mochila con 3 conjuntos, su laptop, los cargadores y el Japan Rail Pass— todos suspiramos ante la preocupación —Pero bueno, ustedes tienen el derecho de saberlo y también lo hago para que nos ayuden, por favor, no le tomen muchísima importancia, debemos seguir con lo nuestro hasta que ella aparezca —sonrió triste, sin embargo, sus ojos aun tenían ese brillo —pueden irse.

Salí lo más calmado que pude, pero en cuanto llegué a mi auto sólo pude encenderlo y acelerar a todo lo que daba. No quería creer que Eider había desaparecido por su cuenta, tenía la ligera esperanza de que Alex se equivocara y la chica estuviera aquí en Saitama, dándose una vuelta por las afueras o por un parque con la mochila puesta y un suéter gigante, me negaba a pensar que ella se había ido de aquí y la pregunta que tenía en mente era, ¿por qué se fue? Acaso…

¿Acaso fue mi culpa?

 

¿Había ido muy rápido con ella?, ¿de verdad se había ido por mi culpa?

Sacudí la cabeza y moví el volante rápidamente para regresar a mi carril antes de chocar con la camioneta que venía, había comenzado a llover, activé los parabrisas. Quería pensar si ella había pasado por otra cosa y eso había sido un detonante, pero no lo sabía, ella no solía contarme nada y yo sólo estaba conforme con que me dejara abrazarla y acariciarle el pelo.

Maldición.

Llegué a un parque gigante cerca de sakura-ku, la lluvia comenzó a hacerse más y más fuerte, sin importarme bajé, comencé a caminar sin rumbo fijo gritando el nombre de Eider mientras corría, las lágrimas se abultaron en mis ojos, el cabello se me pegó al rostro al igual que el traje que llevaba puesto, parecía un loco, recorrí todo el parque sin encontrar rastros de la chica y sin que me importara comencé a llorar, la lluvia lo camuflajeaba mis lágrimas pero los sollozos no.

—Eider— susurré —no, no me hagas esto.

Triste y derrotado logré llegar a casa.

No mentiré, recorrí casi todas las zonas de la prefectura, pero no tuve suerte, así que decidí regresar antes de que la ropa mojada me enfermara, lo primero que hice fue desvestirme en la entrada y lancé toda la ropa a la lavadora, preparé la bañera con agua caliente y puse un té para después. En cuanto entré a la tina de baño mis pensamientos comenzaron a salir, no podía sacarme los bellísimos ojos verdes de ella y la pequeña sonrisa con hoyuelos casi invisibles que me daba, suspiré de nuevo y cerré los ojos, está chica me ha hecho experimentar tantas cosas desconocidas para mí, cosas que me maravillaban y daban miedo al mismo tiempo.

Salí y me cambié a un pijama cómodo, encendí la calefacción y fui a servirme el té, sin poder evitar mis impulsos entré a la aplicación de mensajes para intentar comunicarme con ella, pero, tal y cómo decía Alex, los mensajes no marcaban el recibido, dejé salir el aire mientras ocultaba mi cara con mis manos, ¿cómo se supone que iba a superar todo esto?, mi celular comenzó a sonar, inmediatamente lo tomé creyendo que podría ser la chica, pero no lo era.



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En el texto hay: amor prohibido, japon, alumna y profesor

Editado: 15.07.2020

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