Shoganai

Capítulo 56. Las consecuencias y un adiós.

Debo decir que las cosas fueron un poco más fáciles de lo que pensé, la dirección nos juntó a Kamenashi-san, a Kaito y a mí para un tipo juicio, en dónde sólo se encontraba el director y personal escolar, nos llamaron por persona, el primero fue Kaito, después fue Nanami -quien fue la que tardó más- y al último pasé yo.

Expliqué con mucha cautela, pero muy detallada todo lo que sucedió, desde la vez que desaparecí por la muerte de mis padres, lo cual tomó por sorpresa a casi toda la sala -pues el director ya sabía mi condición al igual que Nanami-, todas las demás historias fueron saliendo de mi boca con precisión, que me sorprendió no haber durado más que la profesora. Ante ello, dejaríamos que la sala decidiera sobre Kaito y Nanami, pues conmigo no tenían nada que hacer y fui la que tuvo la culpa -lo cual les recalqué en muchas ocasiones-.

Y después de una semana y media, el resultado fue “olvidemos esto”, lo cual fue un alivio para mí, pues no quería que ambos profesores perdieran su trabajo, el ambiente volvió a la normalidad, los alumnos bromeaban en clase, yo salía con mis amigos y todos me hablaban, Alex sonreía a todo mientras me llamaba mil y un veces princesa, Kaito seguía siendo igual de duro en las clases y regresé a las clases de inglés como invitada.

Fue así como llegamos al fin del mes de marzo. Efectivamente, ya solo faltaba la mitad de abril y mi aventura por Japón llegaría a su fin, no me concentré en ello, pues debía pasar los últimos exámenes y después enviar y responder los e-mail del colegio en México, pues debían estar al tanto de nuestra vida académica y las fechas en las que estaríamos de regreso, ya que, terminaríamos el curso aquí en Japón en marzo, pero allá se termina hasta julio, además, teníamos que ver sobre nuestra graduación y la entrada a la universidad, o sea, eran demasiadas cosas por las cuales preocuparme ahora.

Igualmente, había algo en mi cabeza que no me dejaba descansar, por las noches solía pensar en ello y era “¿qué había pasado con Allyson?”, quería dejar eso de lado y concentrarme en mí, pero, una parte de mí estaba al pendiente de ella, de saber que pasó y a dónde fue después del incidente. No lo sabía, nadie lo sabía, no le deseaba un mal, pero sí que tuviera las consecuencias, así como las tuvo Nanami, así como las tuve yo.

A los pocos días, los estudiantes y staff de la escuela nos sorprendieron a Alex y a mí con una despedida sorpresa, aquello movió algo dentro de mí, como si estuviera a punto de llorar, y no era para menos, había pasado por varías situaciones, los había perdido a todos y después recuperado, entonces el ver delante de mi un cartel con un “fiesta de despedida” hacía que olvidara todo lo malo, por que al final era un pacto “pasado olvidado”, abracé a todos los que se me acercaban, hablé y bailé también.

—Eider— dijo la voz que conocía perfectamente, me despedí de un chico y volteé para ver a Kaito caminando en mi dirección, tenía una sonrisa radiante en su cara, su cabello estaba recién recortado y su vestuario era increíblemente atractivo, le sonreí de vuelta.

—Akiyama-sensei— ante eso, él frunció el ceño, claramente le daba problema que le llamara así, pero seguíamos en la escuela, así que no podía pedir más. Sin embargo, me tomó desprevenida la manera en la que de repente me tomó de la cintura, pegándome demasiado a su cuerpo, de la velocidad y por reflejo mis manos terminaron en su pecho, abrí los ojos e intenté sepárame, sin embargo, el hombre no me dejó —Akiya…— su dedo índice se posó sobre mis labios, sentí muchas miradas sobre nosotros lo cual activó mi alerta.

—Vamos, ya dame mi momento— me reclamó —todos ya te hablaron, te abrazaron ¿por qué yo debo ser una excepción?

—Estamos en la escuela, y…— sus ojos se pusieron en blanco y apretó más su dedo contra mis labios pidiendo silencio.

—Eider, ya todos saben lo nuestro, en menos de 3 días te irás. Considero que tengo derecho a pasar más tiempo con mi chica. Incluso en la escuela. —le miré con ternura, sin embargo, eso no cambiaba el hecho de que no era el lugar, la mano que sostenía mi cintura pasó a tomarme de la mano, mientras tanto la otra buscaba algo en el bolsillo de su saco, le miré curiosa, entonces sacó un pequeño sobre rojo, me lo extendió, con mi mano libre la tomé. Kaito dejó ir mi otra mano para poder abrir el sobre, con cuidado lo hice, lo primero que vi fue un brazalete rojo, lo mantuve en mi mano mientras leía la carta que estaba allí. La primera sorpresa que me llevé era que estaba escrita en inglés con una bonita letra.

Querida Eider

He temido este momento desde que comprendí que tenía sentimientos fuertes hacia ti, mucho antes de que te los confesara, pero cuando los acepté, porque sabía que, aunque hiciera todo lo posible para mantenerme a tu lado, al final te irías.

Quiero confesarte que a pesar de que he tenido relaciones amorosas antes, es la primera vez que siento algo tan fuerte como lo que siento hacía ti, es la primera vez que temo sobre el futuro separados, es la primera vez que experimento el no quererme separar de la persona a la que amo.

Además, créeme que las dudas no han dejado mi cabeza, recuerdo que cuando estabas desaparecida, mi prima vino de visita, me había alejado de Nanami para nuestro mutuo bien (que al final parece que lo empeoré), mi prima me dijo que, si tu regresabas, tenía que elegir a una de ustedes, y me encontré en el dilema de si perder a una muy buena amiga o a la que yo consideraba el amor de mi vida. Cuando me llamaste, aquella noche para que fuera por ti al aeropuerto, no lo dudé ni un segundo a pesar de que no me sentía bien, todo eso cambió en cuanto mis ojos te encontraron en el lugar, entonces te quedaste a dormir conmigo, y justo allí me dijiste que sentías lo mismo que yo, no tuve duda, prefería decirle adiós a Nanami que perderte a ti.




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