Enora Becker
Es mi primer día de clases y me he quedado dormida... Genial, tarde el primer día, ¿por qué no me sorprende? Ya es algo normal en mí, siempre llego tarde, por más que trate de evitarlo.
Mi mejor amiga, Tammy, me observa desde el otro lado de la habitación, mientras voy al baño, cepillo mis dientes y me baño en dos segundos, luego salgo a ver que logro hacer algo con mi cabello.
—Es increíble que estemos en la misma universidad y de paso nos haya tocado en el mismo dormitorio!!
—Tam, eso es increíble, lo que no es increíble es que sea el primer día y no me hayas despertado.
—En mi defensa te veías muy cómoda durmiendo -le di una mirada de pocos amigos mientras me ataba una coleta alta, entendí que mi cabello es muy rebelde y por más que trate de arreglarlo se va ver igual de despeinado.
—Ya estoy lista – digo y Tammy me da una mirada reprobatoria.
—¿De verdad vas a ir así? Es el primer día, del primer año en la universidad...- me observa de arriba abajo mientras continua- Deberías... mmm... no sé, ¿arreglarte un poco no crees?
—Bueno considerando que alguien no me despertó, es un milagro que tenga ropa decente y una coleta alta, además es solo la universidad, no voy un desfile de modas – le voltee los ojos a lo que ella me dio una sonrisa inocente, le devolví la sonrisa y me dirigí a la puerta para irme, enserio iba muy tarde.
—Nos vemos en la tarde Nora, bye te quiero – dijo mientras la puerta se cerraba a mi espalda.
Como era de esperarse llegué a la puerta del salón tarde –muy tarde y nerviosa- sabía que iba a recibir un regaño el primer día y en clase de historia de arte antiguo -esto no podía ser peor- decían que el profesor Walker era terrible...
Respire profundo y preparada para asumir mi muerte toque la puerta temerosamente.
—Adelante. –entré y sentí todas las miradas posarse sobre mí, en especial una que me miraba con recelo, sí, sin duda ese era el profesor Walker – Supongo que usted debe ser la señorita Becker, es la única que faltaba- me observó por encima de sus gafas- Pensé que no vendría, que no se repita, dos más y es una suspensión –asentí.
Caminé hasta el fondo del salón echa un manojo de nervios hacia la única mesa sobrante junto a un chico de cabello castaño, ojos cafés y bastante atractivo -pero ese no es el punto- me senté junto aquel chico, cuyo nombre descubrí que era Zack Zuse.
Estuve toda la clase aburrida y con sueño preguntándome cuando acabaría, hasta que por fin sonó el timbre que indicaba que tenía un receso de 20 minutos antes de mi siguiente clase, pero como aun seguía dormida -y estoy casi segura de que me dormí un par de veces en clases- fui a la cafetería por un café, sin duda dormir era mi pasión, después del arte, claro.
En el camino iba hablando conmigo misma, algo muy normal en mí, entonces me pregunte si de verdad debía ver esta clase, ya que era muy aburrida.
Si quieres graduarte de arte para cumplir tus sueños, sí- Contestó mi linda y obstinada conciencia con el mayor sarcasmo del mundo.
Muchas gracias conciencia. A veces no la soporto, pero no la puedo cambiar, en la repartición de conciencias yo llegue tarde y me toco una terca, odiosa, sarcástica y testaruda conciencia, aunque muy comprensiva en algunos casos, pero claramente este no era uno de ellos.
Siempre a tu orden, amargada.
Voltee los ojos, sin duda habían veces que si me provocaba cambiarla.
En la cafetería me dirigí a la máquina de café y me prepare un late doble con azúcar, además de comprarme un chocolate, si esto no me despertaba no sé qué lo haría.
—Hey, Nora escuché que me llamaban distrayéndome de mis pensamientos, era Zack, el chico con el que me toco sentarme en la clase de historia, que ahora era mi compañero para un trabajo de historia, el profesor Walker dijo que los trabajos serian con nuestros compañeros de mesa, el cual duraría la mitad del semestre y valdría la mitad de la nota.
¡Que emocionante! Dije para mi adentros sonriendo hipócritamente con el mayor sarcasmo del mundo.
—¡Zack!- dije mientras veía como el chico de cabello castaño se acercaba a mí, es bastante alto.
Y atractivo- conciencia no es el momento, aunque tienes razón, si es atractivo, bastante, pensé mientras me mordía el labio inferior...
Nora céntrate.
—Te iba a decir, el borrador del primer trabajo es para dentro de 15 días, pero como viste vale 10 puntos sobre el trabajo en sí, que vale 30 puntos en la materia... Así que si no te importa podemos ir buscando los puntos que queremos desarrollar y después juntarnos para sacar información... -deje de escuchar, hablaba mucho y era muy temprano, ninguna de mis neuronas funcionaba, así que seguí sirviendo mi café, mientras hacía que lo escuchaba.
No es que no me preocupe la universidad, pero había hecho una prueba para la Universidad de Cambridge para una beca que cambiaria toda mi carrera, Cambridge era mi primera opción, pero no quede en la primera prueba así que me dieron otra oportunidad, pero por una beca especial de seis meses, lo que me haría equivalencia del segundo semestre aquí en Stamford. Para completar la prueba debía ganar en la feria de arte que harían en la universidad dentro de seis meses y jueces de Cambridge vendrían a supervisar el evento, para ganar debía crear una obra de arte y así completar mi admisión, pero no sabía que pintar, estaba completamente en blanco y eso me volvía loca, literalmente.