Shooting Star

Capítulo 5

Enora Becker

—¡¡¡¡Buenos díassssss!!!! ¡¡¡Kikirikiiiii!!! –escuché a Tammy.

—Cinco minutos más. -mascullé.

—Nora me llevas diciendo eso desde hace media hora, tienes clase en 15 minutos, despiertaaaaa. –dijo agitándome.

—Ya estoy despierta ves. –dije mientras me incorporaba en la cama.

—Te ves terrible, ¿no dormiste? –si supieras...

Estuvo toda la noche pensando en cierto chico de ojos azules con el cual se besó.

Shhhh, no es el momento.

—No mucho, pero estaré bien.

Mentirosa.

Me paré de la cama, fui al baño, tome una ducha rápida, cepille mis dientes, me puse lo primero que encontré, vaqueros negros y suéter rosa.

La propia florecita.

Como sea, hora de ir clase. Me dirigi a la puerta y por poco olvido decirle a Tam que llegaría tarde.

—Oye Tam.

—¿Si?

—Hoy llego a las 6 o 7, iré a la biblioteca a estudiar un rato con mi compañero para un trabajo.

—Me avisas cualquier cosa, yo estaré aquí.

Me fui de la habitación, estuve en mis clases todo el día, fui a la cafetería luego de la primera hora para desayunar, volví a clases y en la tarde me encontré con Zack en la biblioteca.

—Nora ¿Cómo estás?

—Hola Zack, bien y ¿tu?

—Yo bien, aunque hoy te he notado algo distraída en clases. –¿de verdad se me notaba? No había dejado de pensar en mi escapada de madrugada donde tuve el mejor beso de toda mi vida.

Y el único que has tenido.

Exacto, pero fue increíble, ahora estaba aquí, pensando en mil cosas, menos en el trabajo que debía entregar, lo mejor era que no lo viera, tal vez así todo se olvidaría.

—Nora...

—¿Si?

—Te dije que estabas distraída, aunque veo que lo sigues, ¿está todo bien?

—Si Zack, solo es –pensé en decirle, pero me arrepentí enseguida- no es nada, vamos a hacer esto.

Zack y yo estuvimos horas haciendo el trabajo, para mi suerte me había echo olvidar a cierto chico por un rato, ya eran las 7, hora de volver.

Llegué a la habitación, Tam no estaba, me dejó una nota.

*Salí un rato, no me esperes despierta*

No lo hice, me quede dormida como a los cinco minutos, estaba muerta.

...

La semana paso y yo había estado evitando estar por los pasillos de la universidad la menor cantidad de tiempo posible, no me quería encontrar a Tiago, estaba claro que solo fui la chica del momento, incluso había rechazado la invitación de Tam para salir con ellos el fin de semana, preferí quedarme estudiando y pensar en mi proyecto para la feria.

Estuve así por dos semanas, ya estaba en mi tercera semana de la universidad, fui a la biblioteca –últimamente pasaba mucho tiempo allí- pero esta vez fui por algo más que libros de arte, libros de astronomía, Tiago dijo que los artistas usaban el cielo, no creo que sea tan loca su idea después de todo, total, no tenía nada que perder, estaba en blanco. Investigue por horas, incluso días, otra semana más sin salir de la biblioteca, las clases o la habitación.

Ese viernes volví de la biblioteca y ya no pude evadir a Tammy, había notado que estaba rara.

—¿Qué ocurrió entre tú y Tiago? –inquirió sin rodeos.

—¿De qué hablas? –pregunte inocente.

—Sabes de que hablo, desde la fiesta de hace ya casi cuatro semanas no quieres salir con nosotros, solo estas aquí encerrada, vas a clases o estás en la biblioteca.

—He estado ocupada, son muchas cosas.

—Yo también, pero sigo aquí, me preocupas Nora ¿Cuántas veces voy a decirte que conmigo no tienes que fingir? Sé que paso algo y ese algo te afecto.

—Nos besamos. –solté la bomba y la cara de horror y ¿felicidad? De  mi amiga no era normal.

—¿Tiago te besó?

-Si, esa noche luego de la fiesta no pude dormir, me lo encontré en la cafetería, me llevó a un lugar precioso y ahí escuchando una canción hermosa me besó. –hice una pausa y sentía como las lagrimas llegaban- pero luego se detuvo, dijo que no podríamos tener algo, que no era posible, así supongo que tenias razón, él solo quiere chicas de momento.

—¿Te besó? –volvió a repetir ¿estaba sorda? ¿Qué le pasa?

—Que si Tam ¿todo bien contigo?

—¿No te dijo nada más que eso?  -la pregunta me extraño.

—¿Debió decirme algo más?

—No soy quien para contarte, pero Tiago no había besado a una chica en años.

—¿Qué? –no lo podía creer, pero si ellos dijeron, no entiendo nada. –Pero si tu y Tom dijeron...

—Dijimos que se iba con chicas, pero no hace falta besarlas para tener sexo o ¿si? –estaba atónita, no lo creía- Verás, conozco a Tiago desde hace casi 3 años, el tiempo que es amigo de mi hermano, pero desde entonces no besa a ninguna chica, nunca lo había hecho, había tenido sus aventuras obvio, todas las semanas, incluso una vez fueron 5 chicas en una semana, pero hasta ahí, nada serio. –no sé como sentirme ante lo que acabo de escuchar- Jamás escuche que llevara a alguna a algún lugar, colocara música, bailara y luego la besara.




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