Santiago James
Muchas cosas habían pasado desde que Nora conoció a mis padres y tuvimos nuestra primera vez y unas cuantas más, habíamos ido a la feria, conoció a mi madrina, la Srta. Smith, fuimos a la casa del Lago, tuvimos sexo oral en la ducha y nos divertimos mucho.
Una semana había pasado desde el lago. Hoy, 16 de mayo, Nora y yo cumplimos un mes juntos, que justamente coincidió con su cumpleaños 19.
Lo malo, es que cayó un día lunes, lo bueno es que hoy hay un eclipse total, hoy se ve la luna de sangre. Así que esta noche iremos a cenar con los chicos a un restaurant para celebrar el cumpleaños de mi solecito y luego la llevaré a la colina donde le pedí que fuera mi novia para ver la luna de sangre.
Son las 6:30 de la mañana y me encuentro en la cocina haciendo panqueques para despertar a Nora con desayuno en la cama y el girasol que le compré.
...
Una hora haciendo panqueques, una hora, pero al menos le hice el desayuno a todos en esta casa.
En estos momentos, me dirijo a la habitación con una bandeja que tiene el desayuno de Nora: panqueques con fresas, banana, chocolate y crema batida, más un café y un jugo de naranja, y obviamente el girasol que va en un florero individual.
Entré y la vi acostada en la cama, durmiendo todavía.
—Buenos días solecito, son las 7:30.
—5 minutos más. –murmuró toda dormida.
—Tienes clases princesa.
—Ya estoy despierta. –dijo a regañadientes y me vio de pie delante de la cama.
—¿Y eso? –sonrió.
—Feliz cumpleaños y feliz primer mes juntos solecito. –me vio sorprendida- ¿Lo olvidaste verdad?
—¿Qué? No, no, no, no, bueno sí.
—¿Olvidaste tu cumpleaños o que cumplíamos un mes juntos?
—Ambas... -dijo cubriendo su cara con sus manos.
—No importa, ven, a desayunar. –le dije sonriendo.
Se sentó en la cama con su espalda apoyada en la pared y coloqué el desayuno en su regazo.
—Es hermoso y se ve delicioso, gracias. –dijo un poco avergonzada.
—No tienes que agradecer, lo hago por ti, porque te quiero, feliz cumpleaños mi solecito. –la tomé de la barbilla y le di un corto beso en los labios.
—Gracias y feliz primer mes James. –me sonrió y empezó a comer- Esto está muy bueno. –dijo con la boca llena de panqueques con fresas, chocolate y crema batida.
—Me alegra que te guste. –le devolví la sonrisa.
Nora terminó todo su desayuno y la deje la habitación para que se cambiara para ir a clases mientras yo llevaba la bandeja y todo afuera.
—Estos panqueques están muy buenos. –dijo Barbie cuando me vio.
—Si amigo, aprendiste a cocinar algo. –dijo Tom y lo fulminé con la mirada.
—Supongo que de nada. –lo vi y puse los ojos en blanco- Como sea, hoy a las 7 es la cena que termina a las 10, luego yo me voy con Nora para...
—Para practicar tener bebes, si si, lo sabemos. –dijo Barbie.
—No Barbie, vamos a ver el eclipse.
—¡Yo quiero! –hizo un mohín.
—Lo puedes ver desde acá. –le dije.
—Ustedes igual, sin embargo, se van a otro lugar. –me sacó la lengua.
—Tammy déjalos, hoy cumplen un mes de estar juntos ¿no?
—Así es.
—Bueno, solo por eso los dejo ir sin mí. –sonó como una niña malcriada, la miré y luego la ignoré.
Esperamos cinco minutos más y Nora salió de la habitación.
—Feliz cumpleaños Norita de mi vida y de mi corazón, sol de Tiago y luz de mis mañanas, amor de vida Tiago y hermana de mi alma, te quiero mucho Nora, feliz cumpleaños número 19. –le dijo Tammy.
Sinceramente fue divertido ver todas las caras de Nora al escuchar cada locura de Barbie.
—Gracias Tam. –dijo un poco dudosa y abrazándola.
—Te adoro mi vida. –le dijo Barbie, quien le dio un beso en la mejilla mientras la abrazaba.
—Y yo a ti, pero ya no puedo respirar. –dijo Nora casi sin aire.
—Lo siento. –la soltó.
—Gracias. –dijo en alivio.
—Feliz cumpleaños hermanita, deja de crecer, te quiero demasiado, aunque nunca te lo diga. –dijo Tom.
—Oh Tommy, ven aquí. –dijo Nora abrazándolo.
Tom no era muy de dar abrazos y eso, pero cuando de su familia se trataba era muy sobreprotector y Nora era parte de su familia.
Salimos de casa y todos fuimos a clases, Nora condujo, obviamente.
Fue un día normal, las siguientes dos semanas estaríamos muy ocupados, las clases terminaban el 3 de junio, por lo que estaríamos todos concentrados en los exámenes finales, por eso este día debía ser especial y perfecto, un pequeño relajante para todos antes de que entremos en el estrés de los exámenes finales y no nos veamos mucho, incluso viviendo en la misma casa, aunque no lo parezca en tiempos de exámenes es como si cada quien estuviera por su lado.