Shun De Andrómeda

Capitulo 1 (Cumpleaños De Un Virgen Puro)

Hoy es un día muy especial, ese día que tu naciste, con eso es más que suficiente por agradecer a quien sea, porque estas en este mundo.

Sin importar las circunstancias, Shun… Tú me has permitido pasar días maravillosos contigo, desde que éramos unos niños.

Cuando creímos que no encontraríamos nunca a nadie que nos amara de verdad.

¿Recuerdas cuál es ese lugar?

En… Donde nos conocimos por primera vez.

-¿El lugar donde nos conocimos?- El joven que lleva entre sus delicadas y tersas, manos un papel con hermosas palabras escritas, está sonriendo, parece ser que no necesito pensar mucho en esa respuesta.

-Claro que lo recuerdo- Solo asiente y sale de su hogar, va a ir hasta ese punto caminando aunque está retirado, después de todo, ama sentir el aire fresco en su rostro y posee una buena condición física, andar a pie un poco no es nada del otro mundo.

Algo extraño está ocurriendo en este día, que se celebra este aniversario de vida para el joven de ojos soñadores, y sonrisa encantadora.

Le tomo de raro, que su hermano mayor no estuviera en la casa, ni tampoco su cuñada, pero creía que se habían ido temprano a trabajar, después de todo, el único con suerte de descansar este día, es él mismo.

O eso se es lo que cree.

Sus amigos ni un solo mensaje, pero creía que era por ser muy temprano y aun dormían.

Pero más importante su novio, tampoco le ha marcado, o ha ido a verlo…

Hyoga no se comporta así.

Sin embargo vio algo raro, pegado a la foto que tiene en su habitación, en donde está un joven rubio y él, abrazados, una foto perfecta y dulce de dos enamorados, que ahora enmarcan una edad diferente.

Una ocurrencia demasiado linda, en donde palabras dulces y preguntas raras están, sin mucha explicación, solo guiarse por las corazonadas.

Le costó un poco llegar hasta aquel edificio, un gigante de bloques y loza, de color gris, con la naturaleza reclamándolo.

El orfanato se encuentra ahora abonado, se supieron muchas cosas turbias que envolvía este recinto.

En las rejas de metal, se puede ver pegado una carta, donde un conejito se encuentra impreso y sin duda es una referencia al hermoso sobrenombre que su novio le dedica siempre.

Sonríe, sabe que es para él, tomando aquello entre sus manos, abre el sobre y ve la hoja de papel, y otras letras se aprecian.

Solo éramos unos infantes añorando una sola cosa, sin embargo yo deseaba permanecer a tu lado sin importar que pasará.

Fui tan egoísta cuando yo debí irme, y tu quedarte, pero las cosas así tuvieron que ser.

Fueron días tan duros, pero… Al pasar los años, te volví a encontrar.

No sé cómo, pero coincidimos en un solo lugar, éramos unos adolescentes, habíamos dejado de ser unos niños.

Pero tú seguías conservando ese hermoso rostro de inocencia y ternura, en donde no puede evitar tomar tu mano, para constatar que eras tú, y no un producto de mi imaginación.

¿Sabes cuál es ese lugar?

Donde nos reencontramos, para jamás volvernos a separarnos.

-¡¡¡SI!!!- Sus ojitos verdes se ilumina, sus mejillas rozagantes.

Guarda cada hoja en un pequeño bolso que tomo sin pensar, pues no quería arrugar ni un poco las hermosas cartas.

Se daba cuenta del juego.

Es una búsqueda del tesoro, algo que Shun siempre amo de niño, y seguía haciéndolo, nunca le pareció algo que solo los más jóvenes pudieran hacer.

Ni siquiera ahora que ya es un profesional de la salud un muy buen doctor, sigue divirtiéndose con esto.

Hyoga se ha esforzado en hacer este día inolvidable.

Sus pasos lo conducen hacia la escuela, aquel instituto de estudios medios, en donde volvió a reencontrarse con el amor de su vida.

Apenas es jueves y ahí clases, parece que ha llegado a la hora donde los alumnos están en sus aulas y nadie más está afuera de estas.

Aunque debería tener problemas para ingresar al instituto, se sorprendió mucho cuando uno de sus amigos de aquella época se encuentra sonriéndole en la entrada.

-Shiryu, hola- Sin más saluda el emocionado peliverde.

Mas el pelinegro no le puedo contestar, solo sonriente, señalándole que lo siga.

Pero le toma desde luego de raro, que no le diga nada más.

-¿Qué sucede?- Su instinto de preocuparse por los demás se activa.

Mas Shiryu no responde, solo niega con la cabeza y camina delante de este, seña de que lo siga.

Sin más Shun obedece, pero le parece bastante curioso este comportamiento.

Pero, es cuando se da cuenta por el camino que han tomado.

Un sendero que conduce hasta la entada del gigante académico, donde se aprecian arboles por ambos lados, algunas bancas, las preciosas jardineras siguen iguales, o más bellas.

Es el punto, lo sabe…

Pues en una banca, una carta, donde de nuevo la figura de un conejito se hace presente.

El más joven, mira esto, sin pensarlo va hacia aquello, para tomarlo con sus dos manos y abriéndola de inmediato, necesita saber que es lo siguiente.

Cuando comprobé que esto era real, sonreí…

Tome tus manos y te abrace…




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.