Shun De Andrómeda

Capitulo 2 (Te Esperare) [SeiyaXShun]

Habían pasado varios años…

Desde que dos jóvenes se tuvieron que separar por azares del destino.

Uno se fue de aquél pueblo en donde habían ambos nacido y crecido, hasta cierta edad…

¿Su motivo?

Debía encontrar a su hermana, la cual una vez salió de la humilde casa en donde vivía, lo único que podrían decir que era suyo en este mundo…

Para nunca volver a verla.

Intento por todos los medios posibles para un niño de esa edad, buscarla… Pero no pudo hacer mucho.

La policía intervino y claro que varios vecinos y amigos de esos dos hermanos… Sin embargo todo fue inútil por completo…

Nadie la logro encontrar…

Al poco tiempo, las autoridades de aquel pueblo, al saber que ese niño ahora se encontraba por completó solo, y además que en cierta forma es un pequeño revoltoso… Decidieron que lo tendrían que llevar aun orfanato.

Cosa que al enterarse aquel joven castaño, no iba a permitir… Su carácter y espíritu, no los dejaría encarcelarlo, pues aun debía buscar a su hermana por todos los medios posibles.

Y no lo podría hacer si lo alejaban de ese lugar a la fuerza y lo encerraban.

Tomo aquella decisión de irse lejos, antes de que las autoridades hicieran algo al respecto…

Fue en un momento, no se lo dijo a nadie, solo se fue…

O bueno, eso pensaba hacer no quería que sucedería algo que le impidiera irse…

Pues en medio de la noche, cuando paso por un humilde hogar que conocía muy bien, pues algunas veces llego a ir a jugar…

Alguien lo alcanzo a ver.

¿Destinó o casualidad que estuviera justamente allí?

Unos ojos verdes brillantes miraron como este niño caminaba en la oscuridad.

Y lo reconoce de inmediato, así que no lo pensó dos veces y salió de su hogar para ir directamente a verlo…

La mirada desesperada se nota, por su rostro incrédulo e inocente al ver lo que más temía haciéndose realidad.

-¿Seiya?- Pregunta titubeando, esperando que no fuera él, que cualquiera menos ese castaño.

Se detuvo, llevando solo consigo una pequeña maleta al hombro, con su estatura infantil, que se dio la media vuelta para enfrentarse a un triste espectáculo que no deseaba.

-¿Qué estas haciendo?- Se para en seco, su mano izquierda posicionándose en puño sobre su pecho, mientras la mirada verde brilla, admira angustiado a aquel niño que aprecia tanto e incluso un poco más.

Dudo en siquiera contestar, apretando su mandíbula, bajando la mirada, pero sin dejar de tener una mirada decidida y de enojo –Me voy-

-¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡¿POR QUÉ?!!!- Tiene una idea del por qué se querría ir, pero no pensaba que fuera suceder tan rápido, no podía permitirlo.

-¡¡¡SABES EL POR QUÉ!!!- Le grito, aunque realmente el enojo no fuera contra él, sino con todo lo malo que sucedía en su vida.

Mudo se queda aquel niño de cabellos verdes, de una edad similar al castaño delante… Asustado, pero más aterrador por saber que esta sería la última vez que tal vez lo viera…

Aprieta sus puños, tiembla que sea realidad… Pues sus lágrimas no pudieron contenerse.

Siempre fue muy sensible, muy llorón como los demás le dicen, y por esa razón su hermano mayor siempre lo cuidaba y protegía de todo.

Se da cuenta de lo que hizo…

Usualmente sabe que este niño es muy llorón, al principio hasta lo molestaba, pero con el tiempo se fueron volviendo amigos.

Realmente ¿Cuando eso sucedió?

Es completamente incierto, solo… Paso… Y fue bueno, para ambos…

Aunque el hermano del peliverde no estaba del todo de acuerdo.

Pero en fin, los dejaba ser amigos, siempre y cuando pudiera vigilarlos.

Se comenzó a sentir muy mal, a ver esas pequeñas lágrimas cursas esas pálidas mejillas que se enrojecen por el esfuerzo que está haciendo al tratar de contenerlas.

-Perdóname Shun…- Menciona esto rápido, mirando atento al otro, en medio de la oscuridad de la noche que les proporciona por el poco alumbrado público –Pero, debo irme ahora…- Se muerde la lengua para hablar… De verdad se sentía mal por lastimarlo, pero no lo hizo a propósito.

Tenía tanto en su pecho, su pequeño corazón sufriendo por buscar a su hermana, por que pudieran encontrarlo y llevárselo a ese orfanato…

Todo está en su contra y lo menos que quería hacer era despedirse de sus amigos, en especial de este pequeño que se convirtió en alguien muy preciado, tanto que no quería volver a lastimar.

-No te… Vayas…- Entre sus sollozos, habla… Intentando ser fuerte por primera vez en su vida, en ese momento que lo necesita más que nunca –Quédate… Quédate… Con… Con nosotros…- Tartamudea, por el miedo que está sintiendo porque este castaño se aleje y no pueda hacer nada.

-No, no puedo hacer eso- Responde rápido y tajante.

Podía ser solo un niño de no más de ocho años, pero… Esta decidido en irse y buscar por su propia cuenta a su hermana.

Por lo cual no pensaba quedarse en un lugar donde tarde que temprano lo atraparían y lo alejarían de su única posibilidad de encontrar a su amada familia.

Los grandes ojos verdes se quedan impresionados, dejando ver un semblante de tristeza, su labio inferior temblando por el miedo de verdad perderlo.

-Pero…- Quiere protestar, pero le es imposible decir algo más.

Su corazón duele, late desesperado, intentando encontrar las palabras necesarias para decir algo, aunque es casi imposible.

-Es mejor así Shun, no quiero meterte en problemas- Le dice esto, dedicándole una sonrisa de confianza, como aquellas que da cuando quiere animar a los suyos –No te preocupes por mí, podre sobrevivir solo- No se sabe si es porque de verdad es necesario ya irse, o porque si se queda más tiempo junto a ese querido amigo, no podría irse al final.

Temía decirle que huiría a sus amigos no por la despedida con los demás, si no… Que no soportaría ver esas lágrimas de aquel peliverde, que sin saber como, logra hacerlo feliz con su risa y sonrisa…




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