VIOLETA
Llegamos a un hermoso restaurante, nos bajamos del auto y toma mi mano, me sentía feliz junto a él, el supervisor lo saluda y nos lleva a nuestra mesa, nos traen una botella de vino, esperamos que nos traigan la comida, Alexander me ve fijamente y con un leve sonrojo miro a otro lado.
—Después de tantos años, todavía tengo ese encanto de poner a las mujeres rojas —comenta con picardía.
—No te creas tan importante.
—Lo soy y lo sabes —Otra vez sus mejillas coloradas.
Nos traen nuestra comida, le doy las gracias y el chico asiente, se va.
—Una de las razones de este almuerzo, aparte de verte —Se aclara la garganta—. Debes saber por boca de Ignacio que mi secretaria está embarazada, por esa razón, le di unas vacaciones hasta que pueda estar completamente bien para volver, pero antes de eso tengo que conseguir a alguien que me ayude, todavía me siento culpable de que mi madre te despidieran.
—Eso no fue tu culpa, tarde o temprano pasaría.
—Está bien —Bebe un poco de vino— Quiero darte ese puesto a ti, sé que no será por mucho tiempo, pero quiero ayudarte ¿Aceptas?
—Claro que sí, seré la mejor secretaria que hayas tenido —Le guiño un ojo.
Toma mi mano y la besa, hablamos de muchas cosas, me pregunta por Talía y le digo que está bien, que solo fue un susto, que no llegó a más. Suena mi teléfono y le pido disculpas, agarro el celular y leo el mensaje que me envió Marcos, me dice que Talía se va a quedar con él esta noche, para que no me preocupara, le envío un mensaje.
“Ok, se cuidan mucho”
Terminamos de almorzar y nos levantamos para irnos, nos subimos al auto, no tardamos en llegar a mi departamento, ya que estábamos relativamente cerca. No quería despedirme de él, me sonríe y me abraza.
—Te espero mañana, le diré al chófer que te pase a buscar —Besa mis labios.
Una sonrisa aparece en mis labios, salgo del auto, lo veo irse y al tocar mi corazón, está acelerado. Camino hasta el edificio y el conserje me saluda, llego a mi apartamento, entro y enciendo las luces, siento un olor que me lleva directamente a la cocina; al abrir el microondas hay una pequeña porción de torta de chocolate, ¡mi amiga es la mejor! Agarro el plato y busco algo para tomar, agarro todo, y me voy al cuarto, hoy seriamos mi televisor y yo.
Acomodo la cama y me siento, busco el control del televisor, comienzo a buscar una película para ver, me decido por una comedia, así pasé toda la tarde. Cuando terminé de comer todo, coloqué el plato con el vaso en la mesita de noche y me acosté, los ojos se me cerraban solos, hasta que no pude más.
****
Escucho a lo lejos el teléfono que suena, abro los ojos y me estiro mientras que lo tomo, era la alarma anunciando que eran las cinco de la tarde, dormí mucho tiempo, ahora en la noche me iba a costar dormir. Me levanto de la cama y tomo la toalla, hacía mucho calor, me quito la ropa y dejo que el agua caiga sobre mi cuerpo. Cuando estoy lista, salgo y comienzo a buscar ropa para ponerme, me coloco mi pijama, me siento en un pequeño sillón que tengo al lado de la cama, uno de los motivos que me dió para alquilar este apartamento fue la hermosa vista que me da al caer la noche.
Cepillo mi pelo, ya me estaba acostumbrando a dormir sabiendo que Talía estaba al lado, me siento tan sola justo en este momento, pero creo que por hoy mi noche terminará así. Voy a la cocina a prepararme una ensalada de frutas, al tenerla lista, comienzo a limpiar la cocina y acomodar un poco, teniendo todo listo me voy a mi habitación. Suena mi teléfono, al ver, era Alexander, cuando estoy a punto de contestar la llamada, tocan la puerta, dejo mi teléfono en la cama y voy a abrir, al hacerlo está Alexander con un pequeño bolso.
—Espero no molestar, ¿puedo pasar? —Todavía sorprendida, me alejo un poco y él entra.
—¿Qué haces aquí? No me molesta en lo absoluto —Me apresuro a explicar.
—Alguien me comento que hoy te quedarías sola ¿Ya cenaste? —Deja el bolso en la mesa y se acerca a mí.
—Sí, una ensalada de frutas. No tenía mucha hambre, pero si quieres te puedo preparar algo rápido.
—No —Me toma de los hombros— Ya cene, traje algo —Abre el bolso y saca un pote de helado— Una buena película y será una noche increíble.
Lo beso, me agarra de la cintura y me acerca a él, el beso se profundiza y yo solo deseo que me haga suya, se separa y nuestra respiración está acelerada.
—Aunque desee hacerte mía en este momento, no podemos dejar atrás nuestros planes —Levanta el helado y me río.
—Tienes razón.
Busco dos tazas y cuchara, nos vamos a mi habitación, deja su bolso en el sillón, saca un pantalón de dormir y una franela y va al baño, al salir, se sube a la cama, me hace seña que vaya con él, lo hago y me abraza.
Estaba pasando la mejor noche de mi vida, decidimos ver una película de Acción, estaba tan concentrado en la película que no se fijaba que tenía una chica totalmente enamorada viéndolo, me parecía mentira tenerlo aquí conmigo. Dejo el acoso y disfruto del helado, el helado se terminó antes de la película, apagamos las luces y nos acomodamos mejor.
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Editado: 07.12.2025