Si fueras ella

CAPÍTULO 84

ALEXANDER

Salgo de la casa temprano y así no toparme con mi madre, subo al auto y el chófer me lleva a la empresa, todavía no he podido saber en dónde está mi hermano, lo estamos buscando por todas partes, le preguntamos a los vecinos y me dijeron que llevaba semanas que no lo veían.

Llegamos y Violeta no había llegado, no me preocupé porque todavía era temprano, entro a la oficina y comienzo a ordenar unos documentos para la firma con una empresa muy importante en el exterior. Las horas van pasando, cuando veo mi reloj son las nueve de la mañana, me levanto y nada de Violeta, me está preocupando, ella me hubiera mandado un mensaje para avisarme que no venía. La llamo y no me contesta, ni siquiera los mensajes. Después que salga de la empresa iré a verla, me acuerdo de Raúl e inmediatamente lo llamo, al tercer intento, me contesta, me dice que Violeta no ha salido en todo el día, le ordeno que vaya hasta su apartamento y que me informe qué es lo que está pasando.

Sigo trabajando y esperando que Raúl me llame para saber de Violeta, tocan la puerta y aparece mi madre, y por la cara que tiene no es nada bueno lo que tiene que decirme. Cierra la puerta.

—¿Por qué tengo que enterarme por otra persona que te vas de viaje con Violeta?

—¿Desde cuando tengo que darte explicaciones de lo que haga o deje de hacer, madre? —No me gusta hablarle de esta manera, pero estoy cansado de su manipulación—. Es mi vida.

—No toleraré que me hables de esa manera, soy tu madre —Debo calmarme, si quiero llevar la fiesta en paz con ella debo hacerlo— Esa mujer te está cambiando.

—Violeta me hace feliz, si vieras eso, no estuvieras aquí formándome un drama.

—Está bien —dice—. Haz lo que quieras con ella. Solo vine a decirte que te quedarás con Ross hoy, tengo un evento en la galería y llegaré tarde.

—¿Y mi abuela?

—Está con unas amigas —asiento—. Ross está con Ignacio.

Me abraza y me dice que todo lo que hace es por mi bien, no le respondo, me da un beso en la mejilla y sale de la oficina. Agarro mi teléfono y salgo en busca de Ross. Llegó a la oficina de mi amigo y al abrir está ella jugando con su teléfono, al verme, se baja de la silla y viene corriendo hacia mi.

—Hoy me quedaré contigo ¿Podemos ir al cine? —Junta sus manos y me causa gracias.

—Claro que sí.

Hablo con Ignacio sobre la mercancía que había llegado de China. Al parecer, hubo algunos errores y tuvo que hablar con un abogado, en estos casos es mejor tener todo en regla, le digo que cualquier inconveniente me este avisando.

Tomo de la mano a Ross y nos vamos a mi oficina, le pongo una película en la computadora para que se entretenga mientras trabajo. Las horas pasan y cuando levanto la mirada, Ross está dormida, me pongo de pie y la cargo, llevándola al mueble. Al mirar mi reloj son las doce, llamo al restaurante que siempre ordeno mi comida y pido un almuerzo, cuelgo y me entra una llamada de Raúl. Me dice que Violeta está enferma, le digo que esté pendiente de cualquier cosa.

Tocan la puerta y voy a abrir, una chica un poco más baja que Violeta me sonríe y me pasa la comida, le doy las gracias, coloco el almuerzo en la mesa y voy a despertar a Ross. La siento en la silla y empieza a comer, yo decido comer más tarde, lo que quería era hablar con Violeta y saber cómo está. Hago una videollamada a la ejecutiva de la empresa Fervos en España, necesitamos reunirnos y por cuestiones familiares de parte de ella no hemos podido poner nuevamente una cita.

Al hablar con ella me dice que la disculpe, ponemos una cita para la semana que viene, me toca ir a España para esa reunión, es muy importante. Tengo que hablar con Violeta y decirle que nuestro viaje queda por el momento suspendido. Aunque no quiera dejarla sola por todo lo que está pasando, no puedo hacer otra cosa, no puedo llevarla conmigo, estaría de reunión y no quiero que se aburra metida en un hotel.

Además, solo serán dos días, es cuestión que pueda firmar mucho antes el contrato y poder regresar a casa, terminamos la reunión y finalizo la vídeo llamada. Ross termina de comer, le pido que recoja sus cosas para que nos vamos, llevo mi comida para llevársela a Violeta, sé cuánto le gusta la comida italiana. Agarró de la mano a Ross, salimos de la empresa, nos subimos al auto, me pregunta para dónde vamos, cuando le digo que a ver a Violeta se pone muy feliz.

El chofer detiene el auto en un súper mercado para comprar un helado y otras cosas que quiere Ross, bajo del auto junto a ella y en una cesta colocamos todo lo que vamos a llevar. Al pasar por caja la chica me sonríe y se muestra demasiado amable con mi hermana. Pago y salimos, nos subimos al auto y nos dirigimos a la casa de Violeta, mi hermana se entretiene jugando en mi teléfono, mientras que yo solo pienso en ella. Llegamos y al abrir la puerta, Ross sale como una loca y la regaño. Raúl se acerca a dónde estoy y mientras caminamos, le preguntó todo sobre lo que ha pasado en el día, necesito estar informado, Diego está por ahí y no quiero que se acerque a Violeta.

Me dice que nada ha ocurrido y que todo está bien, pero algo en mi me dice que está mintiendo, ya después hablaré con él. Al detenernos frente al departamento de Violeta, nos despedimos y toco la puerta, esperó y cuando abren, una Violeta parece con una toalla más grande que ella encima y se ve muy chistosa.




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