Si fueras para mi

Capítulo 7

Cuando Mónica entra a su habitación, se acostó en su cama estirando sus brazos.

- Qué noche. - Se dijo en un susurro.

Recuerda que tenía que llamar a su familia, por lo que saca su celular del bolsillo de su pantalón, lo mira, busca el número de Fiorella y la llama.

- Hola Mon, ¿qué tal tu estadía en Berlín? - Le pregunta Fiorella mientras andaba en su cuarto acostada en su cama viendo televisión.

- Si te cuento, apenas llegué conocí a un chico.

- ¿Un chico? ¿Y es lindo?

- Eso no es lo importante, Fiorella. -  Dijo Mónica riendo, le daba risa lo mucho que le importaba el físico a su hermana menor.

- ¿Pero te gusta?

Mónica duró unos segundos en responderle, la había pasado muy bien con Christopher, y había sentido como su corazón palpitaba de una manera en que nunca había palpitado.

- Eso creo. - Dijo susurrando, sabía que, si fuese humana, en ese momento se estaría sonrojando.

- Y como él es de Colonia, me dejó quedarme en su apartamento. - Escucha como Fiorella grita de la emoción y aleja un poco su teléfono de su oído.

- ¡Mónica! ¡Ya tendrás un novio!  

- No tendré un novio. - Dice Mónica susurrando.

- ¿Y qué piensas hacer? -  Le pregunta Fiorella sentándose en su cama.

- No lo sé, porque, todo esto de ser una fantasma, lo complica todo. - Dijo Mónica mientras pasaba su mano por su cabello, a pesar de haberla pasado bien, acababa de recordarse que no era humana, aunque por unos segundos, Christopher la había hecho sentir como tal olvidando que tenía un dije alrededor de su cuello que la permitía aparentar serlo.

- Aunque mañana voy a desayunar con él y su hermana menor, tengo que acostumbrarme el tener que comer a pesar de no tener hambre. -  Dijo Mónica para colocar su mano detrás de su cabeza.

- Bueno, Mon, iré a dormirme, mañana me vuelves a llamar, ¿sí? Le diré a nuestros padres y a Elizabetta que les mandas saludos. - Y sin darle tiempo de responder, Fiorella colgó, Mónica mira su teléfono por unos segundos, lo apaga, lo pone en la mesita de noche, se quita el dije desapareciendo al instante y se acuesta en la cama, necesitaba cerrar sus ojos por un rato.

Al día siguiente

Mónica se despierta a las 8 de la mañana, decide ponerse su dije alrededor de su cuello y darse un baño, a los pocos minutos, sale usando una toalla alrededor de sus hombros, saca una camisa y unos pantalones blue jeans junto a su ropa interior, se coloca todo y mira el reloj que había en la mesita de noche, apenas eran las 8:45 de la mañana, aún quedaban 15 minutos para encontrarse con Christopher, por lo que decide salir al balcón y ponerse a ver el paisaje, sentía que podía pasar horas allí.

Exactamente, 15 minutos después, Mónica escuchó que golpeaban la puerta, sale del balcón, lo cierra y rápidamente va a abrir, era Christopher junto a su hermana menor, Giselle.

- ¿Estás lista? - Le pregunta Christopher, Mónica agarra su celular, lo enciende, lo pone dentro del bolsillo de su pantalón y asiente.

- Ahora si. - Mónica se acerca a Christopher que le da un beso en su mejilla.

- Buenos días. - Le dijo Christopher a Mónica sonriendo.

- Buenos días…- Le dijo Mónica mirándolo a los ojos, luego se recuerda de la presencia de su hermanita, coloca sus manos en sus rodillas y la mira.

- ¡Buenos días Giselle! ¿Cómo dormiste?

- Bien…

Mónica mira a Christopher, cierra la puerta, guarda la llave en su bolsillo y comienzan a caminar, Giselle le suelta la mano a Christopher y se la agarra a Mónica, que, asombrada, corresponde al agarre, sentía que iba a querer mucho a esa niña.

Se sube al ascensor presionan el botón para el lobby, van a desayunar.

- ¿Dónde comeremos? - Le pregunta Mónica a Christopher.

- En un restaurante que queda cerca de aquí, espero que te guste.

Los tres caminan hasta llegar al restaurante, al estar sentados en una mesa, Christopher decide pedir por los tres, pide quesos, salchichas y pan fresco, junto a dos tazas de café que sería para él y para Mónica y una taza de té para su hermanita, cuando comienzan a comer, Christopher mira a Mónica.

- ¿Cómo dormiste anoche?

- Bien, ¿y ustedes? - Le pregunta Mónica mientras come.

- Bien, nuestra habitación es muy cómoda, bueno, este hotel lo es, es el mejor hotel donde he dormido. -  Christopher termina de comer y se limpia su boca.

- ¿Por qué siempre usas ese dije? ¿Tiene un valor sentimental o qué? -  Pregunta Christopher, Mónica se toca su dije con su mano izquierda y mira a Christopher tratando de inventar en una buena excusa.

- Me lo dio mi madre antes de irme, me recuerda lo mucho que han cambiado las cosas últimamente.

- Oh,eso suena tan bonito, a mí me gustaría tener un lazo así con mi madre.

Mónica ríe y decidió seguir comiendo, vio a Giselle que seguía comiendo lentamente.

Unos minutos después

Ellos salen del restaurante y comienzan a caminar, había un sitio donde vendían flores de diferentes colores, Christopher se detiene en frente de la tienda y detiene a Mónica y a Giselle.

- Esperen aquí, ya regreso. - Dijo Christopher entrando a la tienda.

Mónica le agarra la mano a Giselle y ven como Christopher compraba dos rosas, una roja y una rosada, sale de la tienda y se acerca a su hermana y a Mónica.

- Esta es para ti. - Le dijo a Giselle mientras le entregaba la rosa de color rosado.

- Y esta para ti. - Le dijo a Mónica mientras le entregaba la rosa de color rojo.

Mónica la huele y lo mira sonriendo.

- Gracias Christopher, es hermosa.

- No tanto como tú. - Dijo susurrando, Mónica se da cuenta que al decirlo, se había sonrojado un poco, pensaba que podría acostumbrarse a verlo sonrojado, sí que le gustaría verlo así.

Volvieron a caminar y Mónica le agarra la mano a Giselle, ambas no dejaban de contemplar la rosa que les acababa de regalar Christopher.



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En el texto hay: romance, drama, romancejuvenil

Editado: 09.06.2023

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