Si fueras real

Capítulo 1

Voy abriendo lentamente mis ojos para que se acostumbren a la luz del sol poco a poco, miro a mí alrededor y reconozco de inmediato mi estantería llenísima de libros, solo me faltan dos cuadritos por llenar.

Me incorporo en mi cama y guio una mano a mi cabeza al sentir una pequeña punzada. Pequeñas imágenes aparecen enfrente de mis ojos, recuerdos de un sueño, me parece del que tuve anoche. Una sonrisa radiante, acompañada de unos hoyuelos que hacían aún más hermosa esa sonrisa. Ojos verdes agua con un brillo especial, al parecer estaba muy feliz. Pero de un momento a otro escucho una voz "Me da gusto verte, de nuevo" y aparece otra imagen de aquel hombre, de nombre desconocido, estirando su mano para que la reciba.

- Kate – golpean la puerta de mi habitación.

- Pase – respondo a quien quiera que sea, era la voz de una mujer, sospecho que es mi hermana.

Ya llevo más de un año viviendo con mi hermana menor, ya que mi madre no ha querido dejar el alcohol, ni las drogas. Le he dado la opción de meterla a un internado de rehabilitación pero no quiere, dice que se puede controlar y que no lo ha dejado porque ella no quiere, no porque no pueda, hablar con ella es una pérdida de tiempo.

Siento cuando mi hermana se sienta a los pies de mi cama y me mira un poco confundida.

- ¿Hoy no trabajas? – me pregunta con un tono de voz suave.

- Mi jefe me ha dado descanso – le respondo y me alboroto un poco mi cabello – dice que estoy muy estresada.

- Pues tiene razón – se levanta de mi cama y camina hacia la puerta – necesitabas un descanso, andas con un humor terrible.

- Vete de aquí – le respondo con humor, suelta una risita y sale de mi habitación.

Me levanto de mi cama y me voy sacando la ropa mientras me adentro al cuarto de baño. Me detengo enfrente del espejo y me observo de pie a cabeza. Me gusta mucho mi cuerpo, me encanta el trabajo que hecho con él en este último tiempo.

Ya no me veo yo en el espejo, ahora veo aquel hombre con sonrisa perfecta, ojos maravillosos y un cuerpo espectacular. Él también me está mirando de pies a cabeza, observa cada centímetro de mi cuerpo totalmente serio, con unos ojos penetrantes. Nos quedamos mirando a los ojos, pestañeo y el desaparece, ahora es mi imagen la que se ve reflejada en el espejo.

Mientras las gotas calientes recorren mi cuerpo comienzo a pensar sobre ese hombre misterioso, de ¿Quién se trataba? ¿Cómo apareció en mis sueños? ¿Lo conocía? Todas esas preguntas me hacía y ninguna podía responder. Jamás lo había visto, no sabía cómo se llamaba ni se cómo llego a mis sueños. Aunque puede ser que me gustó tanto que lo sigo recordando, no creo volverme a soñar con él, es solo parte de mi imaginación.

Me visto con unos pantalones chándal y una camiseta de tirantes, total me la pasare en casa hoy.

- ¿Ya te vas? – le pregunto a Tess, mi hermana.

- Si, ya se me hizo tarde – se acerca a mí y deposita un beso en mi mejilla – te quiero, adiós.

- Que te vaya bien – le dedique una sonrisa mientras ella camina hacia la puerta principal – te portas bien, nada de chicos.

- Que tú no los tengas, no significa que yo no pueda tenerlos – me responde con humor mientras cuelga su mochila en el hombro izquierdo.

- Idiota – mi cara cambia a una seria y sin una pisca de humor, aunque solo estoy fingiendo, me gusta cuando se intenta disculpar.

- Esta vez no funcionara – tiene una sonrisa burlona en su rostro – sé que te causo gracia.

- Vete luego – me levanto del taburete de la cocina y me dirijo a la cafetera a servirme café.

- Adiós – asiento y escucho la puerta cerrarse unos segundos después.

Con mi hermana nos llevamos por dos años, no es mucho por eso nos llevamos muy bien. Ella cumplió los 18 hace solo un par de días, y pues yo cumplí los 20 hace dos meses. Ella es mi hermana, mi mejor amiga, mi madre, mi todo.

Mi padre falleció cuando yo tenía 14 años, y pues desde ese momento mi madre cayó en una depresión muy severa, no quería comer, no preocupaba de su ingenie, no salía de la casa, estaba hecha un desastre. Tuve que empezar hacerme cargo de mi hermana, de sus calificaciones y todo. Buscar trabajo cuando termine la secundaria y pues ahora solo trabajo, ya que no tengo tiempo de estudiar.

Me siento en frente del televisor y lo enciendo. Comienzo a buscar algún canal divertido para dejarlo fijo, lo dejo en un canal en el que estaban dando Tom y Jerry, unos de mi seria animada favorita. Los miro divertida y a la vez le voy dando pequeños sorbos a mi café extremadamente caliente. Comienzo a reírme como foca retrasada al ver como Tom le suplicaba a Jerry para que firmara el papel de que dijera que Tom se portaba bien con Jerry para que Tom no lo mandaran al infierno de los animales, fue muy chistoso. Mis ojos comenzaron a pesar de la nada y se fueron cerrando lentamente como si mis parpados fueran de plomo.

¿En dónde me encuentro? Es un lugar el cual está lleno de árboles y un césped hermoso, parece un parque. Miro mis pies y están descalzos, y me vestimenta consiste en un jens y una camisa de tirantes. Esto es raro, yo me encontraba en mi sofá viendo entretenida Tom y Jerry. Ahh... esto era un sueño de seguro.

- ¿Cómo te encuentras? – esa voz... el hombre del sueño de ayer, me doy media vuelta y me encuentro con ese maravilloso hombre. Sus ojos me envuelven y un calor impresionante se apodera de mi cuerpo.

- ¿Tú quién eres? – le pregunto un poco desconcertada – Es un sueño ¿Verdad?

- Pues lamentablemente, sí – lo mire más detenidamente y me quede embobada ¿Cómo mi imaginación podía crear semejante hermosura? – y pues soy tu prototipo de hombre, según tu mente.

- ¿Y cómo llegaste aquí?

- Pues esa pregunta deberías contestarla tú – se cruzó de brazos y eso hizo resaltar sus bíceps medianamente grandes –. Tienes descanso ¿verdad?

- ¿Cómo sabes eso? – lo mire desconcertada.



#18635 en Fantasía

En el texto hay: mundos, romance, drama

Editado: 11.04.2019

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