Capítulo 3

Después de despertar del sueño maravillo, no sé porque pero me está empezando a gustar que Trevor apareciera en mis sueños, creo que empezare a dormir más seguido para verlo.

Después de haber tomado desayuno decido volver al trabajo, aunque mi jefe me haya dicho que me tomara una semana para descansar. Es que en mi casa me aburro, no sé qué hacer, he mantenido la casa reluciente estoy últimos tres días, de tanto aburrimiento.

- ¿Vas al trabajo? – escucho la voz de Tess saliendo de su habitación – no era una semana de descanso.

- Tu sabes que me aburro mucho aquí sola – hice un puchero y ella soltó una risa –. Estoy muy acostumbrada a mi trabajo, cosa que no me vas a quitar, aunque quieras.

- Ja... créeme que lo menos que quiero es que dejes tu trabajo, pero necesitas un descanso – la observo y veo la preocupación en sus ojos -. Quédate aunque sea un día más descansando, sale si quieres. Pero trata de relajarte ¿Si?

- Bueno pequeña – me acerco a ella y deposito un beso en su mejilla -, que te deseo un día muy lindo para ti.

- Para ti también – se dirigió a la puerta principal pero se detuvo a medio camino - ¿Qué te parece si hoy salimos a divertirnos?

- ¿Adonde? – la miro alzando un ceja.

- Pues muy cerca de acá, abrieron un bar hace un par de días – la mire seria y ella sonrió – con mis amigos estábamos planeando ir de todos modos, pero quiero ir contigo para que te distraigas un rato y la pasemos bien, podríamos invitar a Emerson.

- Mm....

- Vamos a divertirnos, no seas aguafiestas – me hace ojitos y sonrió de inmediato.

- Está bien... - soltó un grito de emoción -. Pero no hoy, ¿Qué tal si otro día?

- Está bien – se dirigió a la puerta otra vez pero ahora con una inmensa sonrisa – cuídate.

- Bueno – se despide con la mano y veo cómo sale de la casa cerrando la puerta detrás de ella.

Me prepare un café y comencé a caminar hacia mi habitación. Ya en ella deje mi taza de café en la mesita de noche y me dirige a mi estantería repleta de libros, pase mi dedo por cada uno de ellos, cerré mis ojos y deje que mi mano me guiara al libro que leería a partir de ahora. Mi dedo se detuvo en unos y abrí lentamente mis ojos, al ver el libro mis mejillas enrojecieron y la imagen de una Emerson con una sonrisa traviesa vino a mi mente. Ella me había regalado ese libro el día de mi cumpleaños número 20 y sus palabras al dármelo fueron "Es romántica, pero esta tiene mucha acción. Te encantara, lo sé". Solamente a ella se le ocurre regalarle un libro erótico a su mejor amiga, si tengo en mis manos el libro de "Pídeme lo que quieras" de Megan Maxwell.

Siempre me llamo la atención ese tipo de literatura pero solamente había leído "Las cincuenta sombras de Grey" la cual no me gustó mucho, espero que esta sea distinta.

Lo tomo y me tumbo en mi cama para comenzar a leerlo...

Llevo más de dos horas leyendo y creo que esto es un poco fuerte, es mucho peor que "Las cincuenta sombras de Grey", no les hare SPOILER pero es demasiado bueno, ya llevo 150 páginas y me encanta.

Me levanto de mi cama y dejo el libro en mi cama, cojo mi móvil y le mando un WhatsApp a Emerson:

Yo.: ¿Tienes planes para almorzar?

Pasan unos minutos y veo como comienza a escribir.

Em: Nop, ¿Almorzamos juntas?

Yo: Ok.

Me visto con unos shorts cortos y una blusa azul eléctrico, me aliso el cabello, me maquillo un poco, cojo mi cartera y salgo de mi habitación para salir de mi casa a juntarme con Emerson a almorzar.

Saco las llaves de mi coche, si tengo coche el cual es del año de mi bisabuela pero aun funciona, eso es lo importante. Recuerdo que era el auto con el que salíamos con mi padre, todos en familia. Aquellos días eran preciosos. Lo extraño demasiado.

Mi padre era un súper padre, me recuerdo que siempre estaba para mí, todo lo que necesitaba me lo daba. Era el hombre perfecto, a mi madre siempre le dio mucho amor, por eso ella cayó en una depresión cuando mi padre falleció, tampoco la justifico que no nos tomara atención pero mi madre nunca fue muy atenta con nosotras, mi padre era el que siempre estaba ahí para nosotras, él parecía nuestra madre.

Sonrió al recordar aquel hombre, mi madre fue tan afortunada de tener un hombre como él. Tan respetuoso, caballero, atento, amoroso, guapo y lo más importante es que la amaba y que ese amor se le reflejaba en los ojos cada vez que la miraba, recuerdo que cuando mi madre discutía con él, mi padre sonreía y le decía "Te vez hermosa cuando estas enojada" ella se cabreaba aún más y mi padre para calmarla la abrazaba y llenaba su rostro con muchos besos, con mi hermana siempre reíamos con sus actos.

Me gustaría conocer a un hombre igual a mi padre, pero sé que es imposible, él es único. Por esa razón no quiero a un hombre en mi vida, enamorarse es permitir a la otra persona que te destroce por completo. Lo vi cuando mi padre falleció en aquel accidente de tránsito, cuando mi madre recibió la llamada gritaba como loca, de su garganta salían gritos que le desgarraban el alma a cualquiera, no paro de llorar jamás, todavía lo sigue recordando y aun llora por el hombre de su vida, aquel que la enamoro aun siendo un campesino y ella de una familia se estatus social alto.

La historia de mis padres es hermosa, llena de amor y obstáculos que superaron juntos, pero todo termina con un horrible final. A mi madre le falta su otra mitad para salir de ese mundo, pero su mitad está enterrada dos metros bajo tierra.

Cuando veo el local en el que nos íbamos a juntar mi amiga y yo, estaciono mi auto y bajo de él, tomando mi bolso y teléfono. Entro al local y diviso a mi amiga en una de las mesas de al fondo, nos sonreímos y me encamino a ella, la saludo con un beso en la mejilla y me siento en frente de Emerson.

- ¿Qué tal? – la miro y sonrió apenada.

- Bien, un poco aburrida pero bien – llega la camarera a tomar nuestro pedido, le decimos lo que queremos, lo anota y se retira a hacerlo – y tu ¿Qué tal?