Si La Vida Quiere

♡ CAPÍTULO 6 ♡


      
Kina me ignoró durante todo el día en la preparatoria. Seguramente aún seguía enojada, y aunque yo tenía ganas de ir y hablarle, me contuve de hacerlo, porque simplemente no quería molestarla.

Nolan no paró de mirarme de reojo, regalándome sonrisas cada vez que podía.

Ya cuando sonó el timbre de salida, me dediqué a guardar mis cosas en mi mochila, pero la sombra de una silueta en frente mío, obtuvo mi absoluta concentración.

—De acuerdo— dijo derrotada— tienes toda la razón. Yo sé que estuve mal, pero no te enojes conmigo, Scar.

No voy a mentir. Enserio me sorprendió que ella haya sido la que pidiera perdón, pero gustó el hecho de que lo haya reconocido.

—Descuida Kina, yo no tuve por qué hablarte así— me levanté de mi asiento, y fui directo a sus brazos.— tuve un mal día, discúlpame.

Luego de separarnos, Kina me dedicó una de sus miradas analizadoras.

—Creo que sé quién fue el culpable de tu mal día. Y algo me dice que tiene que ver con Nolan—me miró alzando las manos como diciendo: "Yo no ví naada, peero.."—Pudiste habérmelo dicho, pero fue más interesante descubrirlo por mí propia cuenta. Sólo mira cómo lo dejaste de imbécil— y señaló a Nolan, que justo en ése momento se estaba acercando a nosotras, cargando su mochila por un sólo hombro. Me reí por lo analizadora y directa que suele ser Kina.

Cuando salimos del instituto, nos encontramos a Nick, apoyado sobre su moto mientras esperaba a mi amiga.

Kina fue a paso acelerado hacia donde él se encontraba y le postró un beso corto sobre los labios.

Esos dos son tan lindos juntos.

Luego de despedirnos, me monté en el auto de Nolan.

—Sabes, no es necesario que me mires todo el tiempo— solté sonriendo, apartando con mi mano su mirada hacia mí.

—Pff ¿yo? ¿Mirándote? Por favor.— dijo manteniendo su mirada al frente. Luego dió vuelta su cabeza y volvió a postrar su vista en mí.—Lo que pasa es que aún no puedo creer que tú seas mí novia.—Nolan me miró como si estuviera presenciando un milagro. Y me fue imposible no besarlo.

Ni bien llegamos a mi casa, mi vista se fijó en ella y luego en Nolan.

—¿Quieres entrar?—pregunté.

—¿Quieres que entre?—rodé los ojos.

—Es exactamente lo que quiero.—dije y el sonrió.

—Bien ¿qué pedimos?—le pregunté a Nolan cuando ya estábamos en mí cuarto.

—Uhm creo que sólo comiéndote a tí me basta— respondió envolviéndome con sus brazos.

—Si ajá, será una pizza entonces.— le dí un beso y me aparté de él para ir a buscar mi celular y hacer el pedido.

Cuando ya teníamos la pizza en mano, la comimos en mí habitación, a la vez que mirábamos una película de comedia en Netflix.

Comer pizza y escuchar a Nolan reír es casi igual de maravilloso que dormir.

Luego de comer, bajé a la cocina para tirar la caja de la pizza a la basura, para luego cambiarme de ropa en el baño, eligiendo un pantalón de pijama junto a una camiseta negra.

Fui directo hasta la cama y cuando fijé mi vista en Nolan, me dí cuenta que estaba dormido.
Una sonrisa ladina se escapó de mis labios.

—Mi ángel—susurré.

Tomé una manta y lo cubrí delicadamente, depositando un beso sobre su frente. Luego  me incorporé a su lado y lo último que recuerdo fue que estuve un buen rato viéndolo dormir.

Las únicas veces que duermo por las tardes son cuando estoy triste, pero esa tarde fue diferente. Sentirlo tan cerca de mi, me hizo sentir protegida y acompañada. Y para mí ese sentimiento no es muy común, ya que las veces que no tengo una visita, o no está mi mamá, me siento sola. 
Y la verdad no me molesta la soledad, porque una vez que te acostumbras a ella, termina agradándote.

¿qué es lo peor de todo ésto?

Es que desbloqueé un nuevo temor :

¿Qué pasará conmigo si me acostumbro a él y a su facilidad de hacerme sentir completa?

Si lo nuestro llegara a terminar ¿podré volver a acostumbrarme a estar sola?

¿La soledad puede volverse más solitaria?

¿Acaso eso es posible?

Cuando abrí mis ojos, busqué a Nolan al otro lado de la cama, pero estaba vacía. Por un segundo pensé que se había ido.

—Hola princesa—dijo Nolan, saliendo del baño, con la cara mojada. Me dedicó esa sonrisa tan coqueta que sólo el me puede dar, a la vez que iba acercándose a la cama

—Hola amor—contesté. Nolan al escuchar esas palabras se detuvo en seco. Su mirada de sorpresa y felicidad hizo que me diera cuenta de lo que acababa de decir.

—Perdón, no te escuché.— dijo soltando una risa para el mismo. Yo aclare mí garganta y me corregí.

—Uhm dije: Hola Nolan— me reí de mí misma. Nolan vino hacia a mí, y aprovechando que estaba acostada, se puso encima mío agarrándome las muñecas para evitar que me moviera.

—Hey, No me veas con la cara de estúpido que yo te escuché muy bien...  amor—dijo Nolan sin parar de Sonreír. —Me encanta cómo suena cuando tú lo dices.— se acercó hasta mí rostro para besarme, pero se detuvo al instante de que nuestros labios rozaran.—¿No me vas a besar?—ni bien lo preguntó, elevé mi cabeza rompiendo con la distancia que impedía volver a probarlo.

Sus manos soltaron mis muñecas, colocando una sobre mí rostro y la otra la usó para acariciar mi cuerpo por debajo de mi camiseta.

Chispas y cosquilleos era lo que sentía recorrer por mi piel.

Entre cada beso y cada caricia sentí el ambiente intensificarse.

La dureza de su pantalón apretaba la parte baja de mi abdomen, y el hecho de que él estuviera encima mío provocó que él tuviera el control de absolutamente todo.

Quise protestar cuando cortó el beso, pero de un rápido movimiento, se deshizo de mi camiseta, arrojándola por algún lado de la habitación, y volvió hacia mis labios. El beso se intensificó con todo sentido de la palabra.
Sus manos traviesas comenzaron a jugar con mi pechos, mientras que con movimientos circulares frotaba su erección contra mi cuerpo.
Mis manos acariciaban su cuello y su rostro.




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