Me desperté temprano como todas las mañanas, para ir al infierno llamado escuela. Puse un poco de música para darme ánimos, mientras buscaba que me iba a poner hoy, y pues sobre esto decidí por un pantalón holgado, una camiseta negra y mis Vans negras. Entre al baño a darme una ducha caliente, empecé a desvestirme, y mientras lo hacía tenía la mania de ver mi cuerpo, sabía que me hacia mal, debido a que siempre llegaban pensamiento del porque no tenía el cuerpo de una chica de mi edad, porque yo no había desarrollado, por que mi cuerpo no tenía forma, era delgada, sí, mi cintura estaba formada, sí, pero no tenía los atributos que otras tenían yo era la flaca sin gracia.
Salí de darme la ducha, me vestí, tomé mis cosas y bajé, para ir a la escuela. Me coloque mis audífonos mientras me dejaba llevar por la letras de las canciones de Morat, sí, son mi banda favorita ( otro dato curioso sobre mí). Llegué y como todos los días, me senté al fondo con mi grupo de " amigos", se preguntarán por qué lo digo así?, y es que no quiero confiar tanto en ellos por que no sé cuando me dejarán de hablar y decir mis cosas al mundo.
Cuando llegó la hora del descanso, salí y fui a una de las mesas y me senté, acostumbraba a estar sola, saque el libro que estaba leyendo, y otra vez volví a trasladarme a otro mundo. Hasta que un balón golpeó mi cabeza.
- Lo siento, estás bien, no era nuestra intención golpearte - escuché al chico asustado decir.
- Deja de disculparte y trae el balón, sigamos jugando - la voz de otro chico, este sonaba un poco molesto, pero por qué el estaba así, cuando la que debería estar enojada debería ser yo, por que el golpe lo recibí yo.
- lo siento de nuevo - escuché decir, otra vez al chico, quien luego corrió hacia sus amigos para seguir jugando.
Me levanté de la mesa, apenada debido a que muchos me miraban, fui a buscar un lugar seguro donde nadie me molestara y pudiera estar sola yo y mis pensamientos, pero mis planes se fueron al diablo.
- Hey chica, te he buscado por todo el instituto, ¿dónde te has metido mujer? - se preguntarán y esa ¿quién es?, Pues es Laura, el único ser humano que puede escaparse de ser un supuestamente "amiga". - no me digas que otra vez quieres estar sola, para dañarte tú misma. - Crecimos juntas desde pequeñas, estuvimos en cada momento de nuestras vidas juntas, ella era la única que conocía a mi yo verdadero y no a la persona que aparentaba ser.
- Lau, me acaban de golpear con un balón, mientras leo y piensas que me quedaré ahí para que me den de nuevo?- ella elevó una ceja y me miró directamente.
- ¿Dime Emma quien carajos, te golpeó con un balón en la cabeza?, para golpearlo en la cabeza y no exactamente estoy hablando de la misma cabeza, se que me entiendes, dejarlo sin descendencia - dijo alterada mi amiga.
- no lo sé, Lau, ni siquiera me fijé, bueno olvidemos ese asunto que sé que eres capaz de cumplir tu amenaza. - trate de tranquilizarla
- ok, por el momento olvidado, volviendo a lo que venía, ¿te quedarás este fin de semana en mi casa para ver películas juntas?
- Veré si mamá tiene turno quiero pasar tiempo con ella, pero te aviso.
-Está bien, te entiendo, bueno me voy o sino la vieja amargada de lenguaje me dejará afuera. - se despidió, y emprendí rumbo a mi salón.
Fue un día agotador, luego del descanso fui a las clases más aburridas del mundo ( y no exagero), y luego fui a casa.
Mamá había dejado una nota adhesiva en la refri: "Se que debería de descansar, pero se presentó un caso importante en el hospital, así que estarás de nuevo sola cariño, lo siento, te quiero".
Sin ánimos de nada, me acosté a dormir.
Holaaa, que les parece este capítulo, hoy conocimos a Laura, que les parece esta chica. Y no olvidemos al chico del balón, no lo perdamos de vista.
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12/08