✔️¡Estoy confundida! ✔️(32)

Entró a la casa, todo se encontraba en silencio con la televisión aún encendida. La chica caminó en cuclillas hasta la alcoba de la madre, le dio un beso en la frente y le observó dormir como un bebé. Se rascó la cabeza y se introdujo a su cuarto, para encontrarse con una Hanna despierta.

——¡Llegas tarde! ——musitó, acomodándose en la cama.

——Lo siento, me encontré con Axel y salimos a dar un paseo ——explicó tranquilamente, quitándose su vestido.

——¿Con quién? ——espetó inquita, con los ojos bien abiertos.

——Con Axel.

La rubia sintió que el apellido se le atravesaba, como la cabeza le hervía al igual que su sangre y no pudo evitar enrojecerse.

——Te fuiste de paseo con el chico que me gusta cuando debería estar cuidando a tu madre.

Olivia la miró fijamente, sorprendida por esa actitud grotesca.

——No hice nada malo con Axel.

——¿Qué pensará Azael de eso? ——la pelinegra no se esperaba aquella pregunta retórica.

——No tiene que pensar absolutamente nada, porque no hice nada malo.

——¿Irte con otro hombre no es nada malo? ——discrepó su amiga, en un tono brusco.

——No me estoy yendo con otro hombre, tanto tú como yo conocemos a Axel desde hace mucho.

——Y sabes perfectamente que me gusta.

Olivia calló, llevándose sus dos manos a la cabeza. Un destello de preocupación enmarco en sus ojos, no quería que Hanna se enojara con ella, a pesar de todo, siempre había estado allí para ella.

Se sintió mal, y se sentó junto a ella. Se mordió los labios y le lanzó una mirada melancólica, una de esas que denota una disculpa aún sin palabras.

——Sé que te gusta Axel, y me siento terrible por haber aceptado irme con él. Tienes razón——murmuró, exteriorizando un semblante de tristeza. Algo que la rubia no pudo evitar percatarse.

——Perdóname a mí. Me enojé por cosas incongruentes.

——No, tú tiene toda la razón. Yo no debí irme con Axel.

——Quizás si debiste ——susurró, con un tono melancólico——. Es obvio que, le gustas a Axel. Me di cuenta como te miraba la otra vez, en el concierto.

La pelinegra quedó estupefacta, ruborizándose rápidamente ante el comentario.

——No es cierto, Axel...

——Le gustas Olivia, y sé que no tengo entrada en su vida, lo pude notar aquel día cuando me arreglé para él. No voy a insistir en tratar de conquistar a alguien que... no nota mi presencia——masculló en un silbido——. El siempre seguirá siendo para mí, el chico de la guitarra. Pero para ti Olivia, ¿Quién es Axel?. Porque estoy segura que en estos momentos debe estar desmoronándose de tu amor no correspondido, no hay peor ciego que el que no ve las cosas como son. Buenas noches——declaró, dándole la espalda y arropándose la cabeza.

La muchacha estaba asombrada por las palabras tan inesperadas de su amiga.

Se recostó en la cama y se cubrió su cuerpo y esa noche se sintió más confundida que nunca, no dejó de pensar en Azael y en Axel a la misma vez. Le aterrorizó su embrollada, ya que su intención no era lastimar a ningunos de aquellos dos hombres que más que amigos eran familia. 

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¿Quien le gustará más a Olivia?

¿Axel o Azael?