✔️Benjamín ✔️(33)

Si me quisieras...

Capítulo 33

Axel Smith se arreglaba la corbata roja en el espejo, le dio un vistazo a la guitarra que guindaba en su pared, supo que era un gran día, que su gloria pronto llegaría tal como él lo había soñado cuando era niño.

——¿Estas seguro de este paso? ——habló Milena, con una minifalda y una camisa blanca, sus labios pintados con el mismo color de su pelo liso y largo.

——¿Tengo opción?

——No——musitó casi en un susurró——. Ya me voy al trabajo, te veo allá.

——No me esperes... no se cuanto pueda demorarme en la reunión.

——Okey——siseó, dándole la espalda a su hermano.

——¡Milena! ——llamó, suspiró un poco y le miró a los ojos al ver todo su interés por lo que iba a decir ——. Azael y Olivia están saliendo.

La pelirroja calló, exhaló hondo y le dedicó una sonrisa a su hermano para desaparecer de la casa.

Axel realizaba algunas anotaciones cuando el timbre resonó, <<Se le quedó algo a Milena>>, pensó, e siguió en lo suyo. No pasó ni tres minutos cuando el timbre repicó nuevamente. Estresado, bajó las escaleras y de mala gana abrió la puerta. Se sorprendió al verla tan temprano en su casa. De alguna manera sintió como el alma le volvía al cuerpo, como la esperanza florecía al ver sus ojos, y su carita de niña.

——O-Olivia——tartamudeó.

——Lamento venir sin avisarte, es que... se te olvido los apuntes para que Milena se ponga al día.

——¿Apuntes? ——frunció el ceño y le miró confundido.

——Sí, me dijiste ayer afuera de la universidad.

——Sí claro, claro. Ya lo recuerdo——sonrió como lunático, fingiendo ante su metida de pata. Le agradeció a Dios que Milena no estuviera, si no, la pelirroja lo delataría y quedaría al descubierto. Recibió el cuaderno y soltó un largo suspiro, se pregunto asimismo sí Olivia en realidad había venido por eso o ¿porque quería verlo?, era una respuesta que jamás sabría, pero le fascinaba pensarlo o suponer esos sentimientos imaginarios.

——Gracias por preocuparte por ella.

——¿Cómo esta ella?.

——Mejor, en el trabajo——Axel Smith observó como un auto negro se estacionaba en su casa, y de allí se bajaba su amigo Benjamín. A lo lejos se veía turbado, abrumado. Las ojeras amenazaban sus ojos y la palidez era evidente.

——¡Ben!, ¿te sientes bien?——le preguntó Axel maravillado por su apariencia. Olivia también le observó, más se guardó cualquier comentario.

——Vengo a decirte que, no aceptaré el trato y no podré viajar para Suiza——musitó desanimado.

——¿Por qué?

——Axel... me diagnosticaron cáncer——ambos jóvenes quedaron perplejos, y un silencio sepulcral los invadió.

——¿Qué, porque, como?

——Me lo dijeron hace unos días y inicié la quimioterapia——repuso, bajando la mirada.

——Sabes que cuentas conmigo...——dijo Axel otorgándole un abrazo de consolación.

——Y conmigo también...——repuso Olivia, con una mirada de compasión.

——Gracias Olivia——carraspeó el pelirrojo, con sus ojos llenos de lágrimas, dirigiendo sus ojos a Axel.

——Axel, ¿podemos hablar?

——Sí claro——miró a Olivia——, lo siento Olivia. ——se disculpó, y la chica entendió que era momento de marcharse.

——¡Hasta luego! ——exclamó apenada.

Los dos muchachos ingresaron a la casa, acomodándose en el sillón, en ese momento, Benjamín no pudo contener las lágrimas y estalló completamente en llanto.

——No puedo viajar al Suiza, pero quiero guardar las esperanzas de que me recuperaré.

——Y lo harás Benja, estaré para apoyarte.

——¿Y Suiza?.

——Tendrá que esperar.

——No Axel, es tu sueño, no te detengas por mí.

——Pero tu eres mi amigo. Y no te abandonaré, en las buenas y en las malas.

——Pero no soy egoísta Axel y tú tienes que ir por ambos mientras yo me recupero. Mira que te despediré en el aeropuerto y cuando me mejore, me reuniré contigo. Además, no sé porque estoy llorando, parezco un maricon.

Axel se rio y el pelirrojo se incorporó en esa risa amistosa.

——Gracias por ser mi amigo Axel, te apreció mucho.

——Eso si se escuchó maricon, pero yo también te quiero.

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Olivia caminó hasta llegar a su casa, pensativa y conjeturando en como se sentiría Benjamín ante esa semejante noticia.

Al llegar, se encontró con Hanna, un poco desanimada, ya hace varios días no había encontrado empleo.

——¿Estas bien? ——le preguntó Olivia, tomando asiento.

——No he encontrado nada.

——Tranquila, estaremos bien, pronto saldrá algo——aplacó la pelinegra——. Hanna, ¿tú sabia que, Benjamín tiene cáncer? ——soltó con cautela.

Hanna la miró asombrada, abriendo sus ojos como platos. Se llevó las manos al corazón y Olivia observó como sus ojos se llenaban de lágrimas. Ella sabía que ambos se conocían desde niños, pero... ¿Hanna tenía algún interés por Benjamín? 

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¿Será que a Hanna le gusta Benjamín?. ¿Qué creen?...