CAPÍTULO 22

CAPÍTULO 22

Los días de trabajo del Comandante Cruger siempre habían sido largos y agotadores; o al menos así habían sido desde que tomó el liderazgo de la S.P.D. en la Tierra. Pero en las últimas semanas habían ido poco a poco a más, debido principalmente a todo el cúmulo de tareas derivadas de la situación que estaban viviendo; tanto la amenaza que los acechaba desde el espacio, como el complicado proceso de adaptación de su nuevo Escuadrón B a su papel como protectores principales del planeta.

Y bueno, también estaba ese "otro" asunto, quizás menos apremiante que los otros… pero no por eso causaba menos estrés a su ocupada mente.

Pero ese día, para su sorpresa, había sido particularmente tranquilo. Ningún ataque o conflicto interno que resolver; solo crímenes más usuales y mundanos, que ni siquiera teniendo una invasión a la puerta dejaban de ocurrir, pero para esos momentos Cruger hasta había llegado a preferirlos.

Tras una jornada conformada principalmente por supervisión, y mucho papeleo, ya de noche, Cruger se tomó un momento para dejar la sala de mando, y dirigirse en su lugar a refugiarse unos instantes en la soledad de su oficina privada. Sin ninguna intención particular, más allá de solo apaciguar su cabeza unos segundos.

El silencio del despacho que invadió sus oídos en cuanto entró le resultó incluso un poco extraño, pero no tardó en acostumbrarse. Avanzó con paso cansado, mientras se desabrochaba un poco el cuello de su uniforme, lo suficiente para estar, aunque fuera un poco, más cómodo. Se dirigió hacia su escritorio y se dejó caer de sentón en su silla. Recargó entero su peso contra el respaldo, hizo su cabeza hacia atrás y cerró sus ojos. Y así permaneció, tranquilo y en silencio… por unos segundos.

Sus ojos no tardaron en volver a abrirse, y su mente a dar vueltas en torno a la idea de que debería estar haciendo algo más importante que estar solo ahí sentado. Un mal hábito de siempre estar ocupado y en alerta, era que resultaba difícil adoptar un estado de relajación. Esto incluso repercutía de forma negativa en su calidad de sueño, lo cual era contraproducente, pues era importante que estuviera despierto y listo para cualquier cosa.

Giró su mirada hacia el monitor encendido de su computadora, que simplemente mostraba la interfaz gráfica de la Inteligencia Artificial integrada a la red interna de la base, a la espera de alguna instrucción. Cruger se frotó sus ojos con sus dedos y dejó escapar un pequeño suspiro. Decidió que quizás, ya que estaba ahí, podía retomar una tarea no tan prioritaria que había estado hecho de lado los últimos días. Así podría sentir que estaba haciendo algo, pero al mismo tiempo le ayudaría a darle forma a sus ideas. E incluso, quizás, lograría relajarse un poco… o estresarlo más; pero valía la pena el riesgo.

—Computadora, inicia un nuevo registro de bitácora —indicó con voz firme y la computadora reaccionó de inmediato, iniciando el programa de grabado de voz. Cruger se giró por completo hacia el escritorio, y juntó sus manos sobre este. Su mirada se encontraba fija al frente, mientras decidía cómo comenzar con aquello—. Bitácora de Anubis Cruger, Comandante en Jefe de la Súper Patrulla Delta en la Tierra. La fecha es 2 de abril de 2025. Las últimas semanas han sido bastante complicadas por aquí, por lo que lamentablemente me encuentro un tanto atrasado con este registro; situación que espero remediar pronto en la medida de lo posible. Nunca se sabe lo que ocurrirá el día de mañana, y un recuento de estos acontecimientos por lo que estamos pasando podría ser de gran utilidad para los que nos sucedan en el futuro.

»Por hoy, intentaré resumir un poco nuestra situación actual, a reserva de agregar mayores detalles en una siguiente oportunidad. Al día de hoy, han pasado un poco más de siete semanas desde la partida del Escuadrón A hacia la Nebulosa Hélix, para su misión con el Comando Central al mando del Comandante Park. Desde entonces, las noticias sobre el estado de dicha ofensiva han sido positivas, aunque poco descriptivas. El Comando Central afirma que todo va bien encaminado, y que cada día las fuerzas conjuntas de la S.P.D. van ganando terreno. No obstante, aquí en la Base de la Tierra hay un sentimiento general de escepticismo al respecto, pues durante todo este tiempo la amenaza de Grumm y su Terror Espacial ha sido una sombra oscura sobre nuestras cabezas, que no parece tener intenciones de retirarse, por más que supuestamente esté perdiendo terreno en aquel otro flanco. Aunque al menos aún se siente más como algo que nos acecha en la lejanía, aguardando, y no un tigre que ya esté listo para lanzársenos encima.

»Ya sea por nuestras defensas que lo mantienen a raya, o por algún otro tipo de estrategia de su parte que aún desconocemos, Grumm no ha intentado lanzar aún ningún tipo de ataque a gran escala. En su lugar, como habíamos previsto, ha estado enviando a varios de sus oficiales para comandar sus ejércitos de Krybots ensamblados aquí en la Tierra, en una serie de ataques coordinados; algunos con un propósito concreto, otros no tan claros. Entre los principales se encuentran ataques a la ciudad con taladros motorizados y robots gigantes, con la única intención aparente de causar caos y destrucción; un robo coordinado de un gran cargamento de diamantes de la Compañía Minera Terranova, que aún no ha sido recuperado; diversos secuestros de personas con la intención de convertirlos en líquido energético para fines perversos; y la liberación de la prisión satelital de KO-35 del científico de armamento militar y criminal conocido como Sinuku para el uso de sus conocimientos en la tarea de neutralizar nuestras defensas. Tras analizar todos estos incidentes, lo que al menos sí hemos podido ya casi confirmar con total seguridad, es la complicidad del contrabandista conocido como Broodwing con los Troobianos, lo que vuelve aún más importante su pronta captura, y así cerrar el suministro de soldados para las tropas enemigas.