20 de Febrero del 2004
Hoy es mi cumpleaños número 21, se supone que debería ser un día feliz, un día para pasarlo con la familia o amigos, pero no será así, quiero estar sola; con el episodio de hace unos días pensé que moriría pero no solo dormí unas 16 horas y me desperté con una jaqueca horrorosa.
Los últimos días he estado en cama, no como casi y solo tengo ganas de morir, quisiera que todo esto fuera una pesadilla y despertar con Damián a mi lado.
Decidí darme una ducha, creo que era justo y necesario, al salir me hice un emparedado. Mientras comía escuché el timbre y me levanté a abrir la puerta,
-¡Feliz cumpleaños Alison!- dijeron mis padres al unísono-
-¿Qué hace acá?- dije con frustración-
-Es tu cumpleaños hija debíamos venir a estar contigo- dijo mi madre-
-Quiero que se vayan-
-Pero hija tu madre y yo vinimos para pasar tiempo contigo, sabes que cuentas con nosotros-
-¿Cuento con ustedes eh? ¿Y cuándo me mandaron a ese horrible lugar también contaba con ustedes?-
-Alison eso fue hace casi 7 años, supéralo- dijo con fastidio mi padre-
-No, el tipo de cosas que pasé en ese lugar no se superan fácil y también que el hecho de que yo sea una vergüenza para ustedes-
-Cariño no eres una vergüenza para nosotros- mi madre iba a poner su mano en mi hombro y la detuve-
-¿Entonces por qué no podía estar en las fiestas y reuniones con ustedes?-
-No creímos que pudieras... soportarlo-
-Mamá no me vengas con eso, no creas que no escuché como le decías a tus amigas que tenías miedo de que yo atacara a alguien o de que tuviera un ataque en frente de todos lo cual te haría morir de vergüenza-
-Cariño yo...-
-Tu nada- la interrumpí-
-Alison no le hables así a tu madre-
-No me vengas con eso, ahora les pido amablemente que se vayan-
-¿Puedo hacerte una pregunta?- dijo mi madre-
-Bien.-
-¿Estás tomando tus medicamentos?- decidí no responder-
-Amelia te lo dije nuestra hija es un caso perdido- dijo mi padre con molestia-
-Siempre lo he sido, sé que ustedes nunca me verán cómo ven a mis hermanos, siempre seré la defectuosa- dije al borde del llanto-
-Cariño eso no es cierto-
-¡¿Y POR QUÉ NUNCA ME DIERON CARIÑO Y AMOR?!-
-Hija cálmate- mi padre dijo esa palabra que tanto detesto-
-¡YO SIEMPRE QUISE QUE ME AMARAN Y QUE ME DIERAN EL APOYO QUE NECESITABA!- respiré- ¿saben cuál fue la otra razón por la que me casé?- ambos menearon la cabeza en negación- ¡ME CASÉ PARA VER SI CONSEGUÍA EL AMOR QUE USTEDES NUNCA ME DIERON POR NO SER LA HIJA PERFECTA QUE QUERÍAN!-
-Alison danos la oportunidad de...-
-Amelia esto no vale la pena vámonos-
-Hazle caso a tu esposo mamá, sigue siendo la maldita esposa trofeo y sumisa que has sido siempre- espeté con odio-
-¡No me hables así!- me dio una cachetada-
-¡TE ODIO!- me abalancé sobre ella y le agarré muy fuerte el cabello-
-Jack ayúdame- rogaba mi madre y mi padre me quitó de encima de ella-
-¡ESTÁS LOCA! Y yo creyendo que podrías sanar- dijo mi madre mientras se levantaba del piso-
-¡LARGO DE AQUÍ!-
Entre a casa y tomé unas pastillas para dormir.
-¡DÉJEME! ¡AYUDA!-
-shhh, tranquila esto es necesario para que ese demonio que se aloja en ti salga de una vez por todas- dijo la madre superiora mientras un sacerdote me desnudaba y amarraba a una cama-
-por favor no me hagan nada- dije entre lágrimas-
-tranquila no te va a doler- habló el sacerdote mientras me tocaba-
-no tengo ningún demonio déjeme se lo ruego-
-si lo tienes- me besó-
-madre superiora ayúdeme-
-no niña el sacerdote debe sacar ese demonio-se retiró
Yo solo gritaba y lloraba mientras ese hombre me hacía cosas asquerosas.
-¡AAAAAAAAAA¡- me desperté agitada, otra vez esas pesadillas, todo eso si pasó y me atormenta siempre-
20 de Febrero del 2004
Hoy es mi cumpleaños número 21, se supone que debería ser un día feliz, un día para pasarlo con la familia o amigos, pero no será así, quiero estar sola; con el episodio de hace unos días pensé que moriría pero no solo dormí unas 16 horas y me desperté con una jaqueca horrorosa.
Los últimos días he estado en cama, no como casi y solo tengo ganas de morir, quisiera que todo esto fuera una pesadilla y despertar con Damián a mi lado.
Decidí darme una ducha, creo que era justo y necesario, al salir me hice un emparedado. Mientras comía escuché el timbre y me levanté a abrir la puerta,
-¡Feliz cumpleaños Alison!- dijeron mis padres al unísono-
-¿Qué hace acá?- dije con frustración-
-Es tu cumpleaños hija debíamos venir a estar contigo- dijo mi madre-
-Quiero que se vayan-
-Pero hija tu madre y yo vinimos para pasar tiempo contigo, sabes que cuentas con nosotros-
-¿Cuento con ustedes eh? ¿Y cuándo me mandaron a ese horrible lugar también contaba con ustedes?-
-Alison eso fue hace casi 7 años, supéralo- dijo con fastidio mi padre-
-No, el tipo de cosas que pasé en ese lugar no se superan fácil y también que el hecho de que yo sea una vergüenza para ustedes-
-Cariño no eres una vergüenza para nosotros- mi madre iba a poner su mano en mi hombro y la detuve-
-¿Entonces por qué no podía estar en las fiestas y reuniones con ustedes?-
-No creímos que pudieras... soportarlo-
-Mamá no me vengas con eso, no creas que no escuché como le decías a tus amigas que tenías miedo de que yo atacara a alguien o de que tuviera un ataque en frente de todos lo cual te haría morir de vergüenza-