Capítulo 11

Regresamos a casa. El fin de semana había pasado volando pero estaba feliz de haberlo pasado con ellos. Los muchachos estaban emocionados porque harían una pequeña fiesta en una de las casas de playa que tienen, sonaba divertido, dicen que todos se alocan pero que encuentras distintas cosas para hacer. Ya saben. Juegos de mesa. Apuestas. De todo un poco.

Separe la ropa que tenía que llevar a lavar y salí del edificio.

Tengo que comprar un vestido. Pensé. Algo lindo, sencillo. Algo con lo que pasar desapercibida.

— ¡Nessa!— los gritos de un pequeño niño llamaron mi atención. Ray corría en dirección hacia mí. Solté la bolsa con ropa al suelo y recibí su abrazo. Detrás, venían Chris y June con helado.

— ¡Muchachos!— exclame con un poco de tristeza. No los pude ver el fin de semana pero me alegraba saber que estaban con Chris.

— ¿Ibas a lavar ropa?— me pregunto Chris mientras miraba la bolsa que acababa de soltar.

—Sí, no pude hacerlo el fin de semana así que...

—...Los niños se quedan en el departamento e iré al gimnasio, la lavandería esta de pasada, ¿quieres que te acompañe?— me interrumpió pero acepte su propuesta.

Dejamos a los muchachos en el edificio y nos marchamos de ahí. Él tomo mi bolsa, yo me balanceaba de un lado a otro como una niña. No sabía que el camino era tan largo. Cada cinco pasos daba un largo suspiro, Chris reía porque dijo que parecía una niña.

— ¿Ya llegamos?— me queje.

—Estamos cerca...— miro mis pies— ven aquí.

Me cargo en su espalda. Me sentí apenada por un momento porque iría al gimnasio y ya llegaría cansado, pero me dijo que estaba bien, que no le molestaba. Conversamos mucho en lo que quedaba del camino, cuando mi pensamiento me gano le pregunte por lo que me ha estado llamando la atención desde que lo conocí. Los golpes.

—Es complicado Ness, pero no es algo en lo que tengas que pensar mucho para adivinar— espeto—. Soy un peleador, necesito ganarme la vida de alguna forma. Tengo una familia que mantener.

—Entonces te fue mal en esa pelea—balbucee.

—A veces pierdes, otras veces ganas. Pero aquí nunca te rindes.

Se despidió de mí en la lavandería, vi como su mandíbula se tensó cuando vio su auto, como si hubiera algo que lo molestara. Algo que tiene guardado y quiere dejar salir. Su auto rojo estaba tan brillante como siempre.

Me adentre y lo vi colocando su ropa en una de las maquinas, era el único que estaba ahí. Estaba todo vestido de negro, no había notado que si miras su cuerpo de atrás parece mucho más grande. A lo lejos podía oír la música que salía de sus auriculares, Iris de Goo Goo Dolls. Una canción que me relaja el alma, una que me hace querer más. Quizás por el hecho de que alguna vez soñé con encontrar a alguien que esté dispuesto a poner las manos en el fuego por mí, alguien que sepa como amarme, alguien que pueda armarme y desarmarme de una forma única. Porque sé que allá afuera hay una persona para otra, una destinada a ser amada tan incondicionalmente, de una forma en la que el mundo jamás lo entendería. Por lo menos no hasta que el mundo encuentre su parte faltante.

— ¿Me estas siguiendo?— me interroga aun de espalda.

—No— negué. Camine hasta colocarme a su lado—. Vine a lavar ropa.

— ¿Y el idiota de Chris tenía que acompañarte hasta aquí?— continuo. Me había visto por la ventana, no había notado que se ve para afuera, aunque también me debe haber escuchado entrar por la campana de la puerta.

—Me gusta la canción— me desvié del tema—. Papá la amaba.

—Veo que aprendiste de buenos gustos— rio, olvidando todo lo demás.

Nos sentamos sobre las maquinas. Mi trasero estaba en un vaivén ya que la lavadora estaba moviéndose de un lado a otro, conversamos un poco de todo. Le pregunte por Chris y no me quiso responder nada sobre él, mientras que, intento desviar el tema preguntando con mamá. Lo miro fijamente intentando descifrar si las cosas que he oído de él eran ciertas.

Pero no logro encontrar nada.

Por fuera parece una persona tan fría, manipuladora e idiota. Pero cuando te deja conocerlo es una persona algo distinta, sin dejar su fachada de lado, es una persona que quizás, si le das un poco más de importancia, se robaría la atención de todos. Es una persona misteriosa, rodeada de oscuridad. Una que no está interesada en buscar la luz porque aprendió a ver sin ella.

"...Escapan del pasado pero siguen en el mismo agujero que los somete al dolor". Las palabras de Chris retumbaban en mi cabeza, porque quiere decir que él no era así. Que tal vez alguien lo volvió así, lo convirtió en un ser oscuro. Detrás de cada persona ahí una historia oculta, aun cuando tengamos un mejor amigo, un hermano, una persona a la cual contarle todo, siempre queda algo oculto, algo que va a morir con nosotros, eso que nadie puede sacar.

Es como un asesino, él no va por ahí saltando y contándoles a las personas lo que acababa de hacer, sabe que la gente opina, sabe lo que puede pasar. Lo reserva, actúa normal y cuando puede, lo vuelve a hacer. Ese secreto es oculto hasta que alguien lo descubre, es en ese momento en el que me pregunto ¿Qué rayos pasara por su cabeza?