11: Es por protección.✓

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Yo no podía creer que él era padre de una niña tan encantadora y que se parecía en algunos rasgos a él. Tiene la mirada del hombre al que más he amado y quién más ha roto mi corazón. Vincenzo estaba a mi lado en el coche, de camino a casa de Killiam a un almuerzo, mis abuelos vienen en el auto detrás de nosotros.

—¿Todo en orden, Señorita Mitchell?

Su tono me hizo recordar con nostalgia y cariño a Thomas, yo lo observé y asentí.

—Debo estarlo.

Ellos detienen el auto frente a la pretenciosa residencia del hombre que será mi esposo en quien sabe cuánto tiempo. Mi guardaespaldas me ayuda a bajar y me espera afuera junto a los guardaespaldas de mis abuelos, mientras que nosotros entramos a la casa. Los primeros en saludarnos son los padres y la hermanita menor de Killiam; Atenea.

—Hola, mi cielo.

Killiam me recibe con un ramo de flores y un beso en la mejilla.

—No debiste molestarte. —. Es un ramo de flores blancas, sabe que son mis preferidas luego de las rosas rojas.

—¿Has visto a mi hermana? —. Él me observa y yo dejé caer mis muros ante aquella mirada, él de verdad se veía preocupado por Hera y su inestable estado emocional.

—Ayer, no la esta pasando bien.

—Y yo menos al saber que has estado en casa de Hades. —. Rodé mis ojos, de verdad que no estaba lista para un reclamo.

Es una fortuna que mis abuelos no estén cerca y que hayan preferido ir al salón principal con los padres de mi prometido.

—No empieces, aparte deja de fingir. Tanto Hera como tú sabían que él seguía casado con esa.

Él me miró confundido, como si no comprendiera de lo que estoy hablando.

—No entiendo, ¿Repites?

Exhalé ruidosamente y me pare frente a él dándole la cara.

—¿Tu sabías que Hades no se divorció y que tiene una hija?

—Si, Kendall es mi sobrina y primogénita de mi mellizo.

Entiendo que sean familia y que no me dejen contar todo lo que pasa o sucede.

Dejé las flores en sus manos otra vez y lo mire decepcionada, todos mienten en esta familia.

—Eres igual a Hades.

Y estaba por ir a dónde mis abuelos pero él me detiene.

—Julia… ¿Es tan difícil comprender que te amo? Te he amado desde hace tiempo y no fue hasta ahora que me atreví a confesarlo, ¿Y es así como me pagas? Si Hades puede ser feliz al lado de alguien más, ¿Qué te lo impide a ti?

“eres una niña y eres la amiga de mi hermana. Es divertido cuando es un juego que tú aceptas y que yo disfruto, pero que se vuelve tedioso cuando involucras sentimientos.” Es un insensible y ahora yo lo estaba siendo con Killiam.

Lo mire y vaya que no era nada feo, al contrario, pero encontraba muy lejano que yo pueda enamorarme de él o al menos no con la misma intensidad con la que amo a Hades.

—Solo no me presiones y agobies.

—Haría todo por ti, Julia. —. Y tomó mi mano entre la suya, se puso de rodillas y ahora comprendo porque no va conmigo el romanticismo.— No había encontrado la oportunidad perfecta para darte tu anillo de compromiso. —. Era una joya preciosa y de un extraño rosado muy bello, era brillante y en mi mano se veía bien.— ¿Entonces, ahora mi Señora Ivannov?

Hades nunca me querrá para matrimonio y menos para una relación, ¿Qué me impedía seguir con mi vida?

—. Si acepto, Killiam.

Él parecía feliz, se ve feliz con solo tenerme cerca. Le es suficiente amarme.

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Flashback.

Me encontraba de nuevo yendo a casa de la única chica que quiso ser mi amiga y es nada más que Hera Ivannov. Mis abuelos se encontraban emocionados de que fuésemos amigas y de que haya ciertas alianzas entre la empresa de mis abuelos y la de los padres de Hera. Justo ahora, ellos venían hablando sobre el tema.

—Y si hacemos que alguno de ellos quieran a Julia habremos cerrado todo y seríamos familia.

Mi abuela parecía emocionada mientras que mi abuelo no ocultaba su disgusto.

—Julia es muy joven para casarla, Ellie y Patrick no estarían de acuerdo.

La conversación muere ante la mención de mis padres biológicos, es el punto débil de mi abuela. El camino igual seguía relajado y bueno yo no paraba de pensar en las palabras de mi abuela.

‘¿Casarme con Hades o Killiam?’ no conozco a los hermanos de Hera y no sabría decir absolutamente nada de ellos, apenas hoy llegaron de culminar un posgrado en otro país y como bienvenida la familia Ivannov organizó un almuerzo.

Thomas y Vincenzo nos abren la puerta y nos ayudan a salir, aún no entiendo cómo Thomas siendo tan joven haya querido embarcarse en un trabajo tan abrumador como lo es ser guardaespaldas. Tanto Thomas y Vincenzo somos contemporáneos en edad, podría decir que uno o dos años más grande pero no quita el hecho de que sean muy jóvenes para trabajar en esto.

—¡Kozlov!

Los Ivannov nos reciben al entrar y entre ellas me rubia mejor amiga, quien me toma del brazo para halarme al interior de su gran casa.

—¡Llegaron mis hermanos! Y quiero que los conozcas.

Tanto mis abuelos como yo entramos a la sala principal de la familia donde habían tres personas en el sofá grande riendo y tomando whisky. Muy fino, señores. Hera arrastras me lleva al chico que tiene gafas de pasta negra.

—Él es Killiam y es el mellizo de Hades. —. El chico me saluda tímidamente, y Hera me hace girar muy rápido para saludar al otro.— Y él es Hades, el mellizo de Killiam.

La garganta se me secó y juro que nunca en mi vida había visto a alguien como a él. Había escuchado que Hades era alguien atractivo pero con un aura peligrosa, más no creí que sería igual de arrolladora.

Él dejó a la rubia sobre el sofá y se puso de pie, sacándome unas cuantas cabezas más arriba al ser malditamente más alto que yo.

—Gusto en conocerla. Hera no para de hablar sobre ti.