—Lia y Eli levántense, la cena ya está lista.—escucho decir a lo lejos a Aurora.
—Ya bajamos.—digo con las pocas fuerzas que tengo.
Veo a mi lado y observo lo divertida que se ve mi mejor amiga durmiendo así que le tomo una foto, trato de aguantar la risa para no despertarla pero no puedo y suelto la risa.
—Que pasa?!— dice Eli sentándose en la cama.
—lo siento Eli es que te veías tan graciosa durmiendo que no pude aguantar la risa.—le explico cómo puedo a la vez que trato de tranquilizarme.
—Eres una pendeja.—me dice y me lanza una almohada.
—Ya, ya no te enojes.— digo entre risas y tapándome para que no me pegue la almohada.
Nos levantamos y bajamos a cenar.
—Que rico se ve todo nana.— dice Eli sentándose en la isla.
—Si, muy rico. — digo mientras me siento.
En eso veo por los ventanales a Álex que estaba en el patio sin camisa.
DIOS!!! Aún no superó todo lo que pasó esta tarde!!
Entra y nos saluda.
—Buen provecho chicas.— dice mientras se coloca el suéter.— me daré una ducha y ya las acompaño.
¿Dios que hice para merecer esto? Este hombre me va a matar, cómo es posible que haga que me altere sin siquiera tocarme?
No pasan ni 15 minutos cuando vuelve a entrar Alex a la cocina y se sienta a comer.
—¿Que tal durmieron?—pregunta Alex
—¿Como sabes que estábamos dormidas?—le pregunto. —¿Nos espías?
—Ya quisieras mocosa pero no, sólo que Aurora me pidió el favor de que las levantará pero se veían tan tranquilas dormiendo que no pude.
—Después de beber todo lo que bebimos creo que es mejor que durmieramos.—dice mi amiga.
—¿Lo que tomamos? Eli solo tomates 7 shots, sólo tú te embriagas con esa cantidad amiga mía.— digo y suelto la risa al igual que Álex y Aurora mientras que mi amiga se hace la indignada.
Terminamos de comer y Eli sube a mi habitación mientras que yo lavo mi plato y trato de no morir de un paro cardiaco ya que Aurora tuvo que salir y me quede sola con mi semidiós en la cocina.
"Ya quisiera que fuese mío"
—Eli se quedará?— me pregunta Alex
—No, la voy a llevar a su casa ahora.— respondo tratando de sonar calmada sin mostrar mis ganas de besar esa linda boquita que tiene.
—¿Puedes venir a mi habitación cuando regreses? Debemos terminar la conversación de esta mañana. —Dice acercándose hacia mi.
—Eh.. s.. si cla.. claro. —digo tratando de estar tranquila.
Dios ayudame!!
—Te espero entonces.
Veo como sale de la cocina y suelto todo el aire que tenía atorado, casi muero, es tan inrresistible que no puedo controlarme cuando está cerca de mi.
—¿Lista?—le pregunto a Eli.
—¿Por qué demoraste tanto?
—Eh estaba metiendo más botellas de agua al refrigerador.—le digo con una sonrisa.—¿Vamos?
—Si, vamos.
Salimos y nos montamos en uno de los bebés de mi madre, "quiere más a estos carros que a su propia hija" Un mercedes-benz AMG.
En 5 minutos llegamos a la casa de Eli, nos despedimos y di vuelta para dirigirme hacia mi casa.
Eli vive a tres cuadras de mi casa, es cerca en coche pero caminando es un camino sin fin, las calles son muy largas.
Manejo lo más despacio posible mientras pienso en lo que me espera apenas llegué a la casa, no estoy preparada para esta conversación quisiera que todo fuese una broma pero veo que va en serio y me aterra, o sea estoy feliz porque el chico que me gustaba de pequeña me está correspondiendo y me pone nerviosa el solo pensar que tendría algo con él, bueno si es que se llega a eso, cabe aclarar que todos somos familia y si mamá se entera de esto tal vez nos maten.
Después de pensar tanto al final me resigne y llegué a casa, no me di cuenta que di muchísimas vueltas y se volvieron las 10 de la noche tal vez ya se durmió así que iré despacio a mi habitación y así no me topare con él hoy.
Entro despacio a la casa, subo las escaleras con mucho sigilo y veo que todo está despejado así que corro hacia mi habitación y cierro la puerta rápido, una vez destro suspiro.
—Pense que no me libraría de esta "conversación" hoy.— digo estando aún frente a la puerta.
—¿Segura que te libraste?— lo escucho decir detrás de mí.
Me volteo lentamente y lo veo, esta acostado en mi cama sólo con el pantalón de la pijama, está sin camisa, desnudo, con su torso desnudo y bien definido y con una sonrisa en sus lindos labios, labios que me provocan morder.
—No te vas a librar tan fácil de mi, mocosa.— dice levantándose mientras se dirige hacia mi.
¡¡Tragame tierra!!
Me toma de la mano y me dirige hacia la cama y me sienta sin soltar mis manos.
—Lia no quiero incomodarte pero esto que siento no es de ahora y aunque me fui por un tiempo no pude olvidarte me sigues gustando desde que éramos unos peques y ahora que volví y volví a verte y creo que me lograste cautivar mucho más.
—Alex, creo que esto está yendo muy rápido, apenas llevas tres días acá y aunque me gustaste cuando estábamos pequeños, eso cambio y tengo miedo de que las cosas salgan mal si es que llega a suceder algo entre nosotros porque también somos familia. —le respondo muy sería.
—Nada de eso pasará muñeca, sois lo más lindo que tengo, bueno tú y Eli son mis mejores amigas y jamás haría algo para lastimarte y menos para acabar en malos términos.—me dice mientras acaricia mi rostro.—quiero que esto fluya y que te sientas cómoda conmigo hasta que quieras tener algo serio con esta pobre alma.—termina de decir y hace pucheros.
—Sé que no harías nada para lastimarme porque primero el tío Luis te mandaría para la mismísima china para alejarte de mi y mi madre te cortaría los huevos.—digo y suelto la risa y el también.
—Si la tía Vero es muy severa, ya me dio miedo hasta pedirle tu mano, creo que me mataría antes de terminar la oración.— dice y se echa a reír.
Nos quedamos riéndonos un poco y hablando de las cosas nuevas que descubrí que me gustaban y las que comencé a detestar al igual él me contó lo que le gusta y lo que no, sin darnos cuenta estábamos acostados arropados hablando de tantas cosas y riendo que se me olvidó todo, me sentía cómoda estando con él y creo que fue por eso que lo bese, quise probar de nuevo esos labios que me traen loca y fui muy bien correspondida, nos besamos con tanta pasión que sentí que me quedaría sin aire y más que eso sentía como mi corazón se quería salir de mi pecho, me estaba empezando agitar al igual que él, mientras más se intensificaba el beso aprovecho para agarrarme de la cintura y subirme encima de su regazo, Dios estaba muy duro, comencé a moverme encima de él mientras seguíamos besandonos, me agarraba fuerte de mi trasero y jadeaba agitado al igual que yo, seguimos besándonos hasta que sentí como mis bragas comenzaban a mojarse, estaba excitada y quería más, quería que entrara en mi y me cogiera, quería que me follara pero en ese pequeño momento deje de pensar con mis hormonas y caí en cuenta que era virgen y que dolería así que me dio miedo y me aparte de un salto.