Si tan solo no fuera... yo!

Capítulo 17:

“TODO LO QUE QUIERO EN ESTA VIDA ES QUE ESTE DOLOR TENGA UN PROPÓSITO”

 

 


…Pelo… ¿Po qué? – Pregunto mi pequeño con su mirada triste, bajo su cabeza y luego de un momento volvió a levantarla. -… ¿Y-ya no me quiele?... – Pregunto mientras que sus ojos se cristalizaban.

-Claro que te quiero… Yo te amo… Solo que no quiero verlos tristes por mi culpa, siento que me estoy aprovechando de ustedes… - Confesé.

-Si le veldad me ama… No se ila. – Lágrimas empezaron a brotar de sus ojos. – Pol favol… No ota vez… - Sollozo.

Se lo prometí… No lo dejaría… Esa fue mi promesa; no quiero verlo de esta manera, cada vez que lo veo llorar, siento que me están quitando algo de mi vida, me parte el alma verlo llorar…

-… No me iré… No te dejare… - Con mis manos limpié su rostro y dejé besos en cada una de sus mejillas. – Ya no llores mi pequeño… - Volví a dejar besos en sus mejillas y sonrió levemente, lo atraje asía a mí y lo abracé. - …Te quiero… - Susurré en su oído y luego lo abracé un poco más fuerte, él me abrazó de igual manera rodeándome con su pequeño cuerpo y escondiendo su cara en mi cuello.

 

           

                  *Narrador omnisciente*

 

Ambos se quedaron así abrazados por un rato; Jemisha sentada en la cama y su pequeño sobre sus regazos; abrazándose con fuerza y no querer volver a soltarse, para este momento no se necesita palabras, simplemente la presencia de aquel a quien ama, la presencia de aquella persona que logra calmar la tormenta de tu interior… Solo la presencia de la persona que amas y que deseas que se quedé contigo por el resto de tu vida.

Al rato se quedaron profundamente dormidos en los brazos del otro.

Por otro lado, los padres de Evelin y la misma, subieron en busca de su hijo/hermanito, por qué este tenía que haber bajado ya hace un rato, al abrir la puerta de la habitación del niño no esperaron ver al niño durmiendo plácidamente encima de Jemisha abrazados, Evelin solo, al notar que no estaban cubiertos, entro en silencio y los cubrió con la frazada y salió de nuevo en silencio tratando de no despertarlos, apagando la luz.

-… Hay que dejar que duerman… Tuvieron un día agotador… - Hablo su madre serrando la puerta y todos asintieron.

- ¿Cuándo llegó? – Pregunto su padre mientras todos bajaban por las escaleras.

-Ella es así… pasa desapercibido en todos lados y cuando no quiere que la noten se esconde de la gente… - Respondió Evelin.

- ¿Por qué no quería que la viéramos? – Pregunto su madre.

-… No lo sé… - Volvió a responder.

… Al haber pasado ya las nueve de la noche, todos los que vivían en aquella casa, ya se encontraban durmiendo en sus respectivas habitaciones, todos dormían tranquilamente, todos viviendo sus propios sueños queriendo no despertar de ellos por qué es el único lugar dónde son verdaderamente felices, es el único lugar dónde tu puedes tomar tus propias decisiones, es el único lugar dónde nadie te puede juzgar.

 

                 *Al día siguiente*

                  *Narra Jemisha*

 

Deje un beso sobre la cabeza de mi pequeño que sigue dormido, me levanto despacio para no despertarlo, salgo de la habitación y entro a la de Evelin, abro la puerta y veo que también sigue dormida, entro en silencio y voy a buscar ropa limpia, entro al baño y me doy una ducha rápida, salgo del baño ya vestida, Evelin sigue dormida.

Entro de nuevo a la habitación de mi pequeño quién sigue dormido, me siento en la orilla de la cama y acaricio su cabello con delicadeza, se remueve un poco, pero segundos después deja de moverse, me recuesto a su lado y desde mi posición lo miro detallando cada parte de su rostro; la luz del sol entra atravesando las cortinas alumbrado toda la habitación, se escuchan el canto de las aves y algunos grillos, sin duda está mañana no es como otras, se siente diferente de alguna forma.

-… Uhmm… - Se queja mi pequeño escondiendo su cabeza debajo de la brazada y acercándose a mí, lo abrazo por encima de la frazada, mi pequeño bostezo y luego de eso asomo su cabeza para quedarse mirándome.

-Buenos días mi pequeño… - Lo salude en un susurro acariciando su mejilla y él sonrió levemente.

-… Hola… - Hablo medio dormido, cerro y abrió varias veces sus ojos y luego volvió a bostezar.

- ¿Cómo te encuentras mi pequeño? –

-Bie… - Respondió sonriendo, le devolví la sonrisa, me acerqué despacio a él y me detuve cerca de su rostro.

-… ¿Puedo… besarte? – Lo miré directo a sus ojos, segundos después asintió levemente con la cabeza; con mis manos tomé su rostro y lentamente lo acerqué a mí, cerré despacio mis ojos, al sentir sus labios lo acerqué más a mí mientras que con una mano tomaba su rostro con la otra lo pasaba por debajo de su cabeza y lo rodeaba atrayéndolo más.

Movía mis labios lentamente sobre los suyos, no sé cómo y tampoco cuando, pero yo me encontraba acostada boca arriba y mi pequeño encima de mí, besándome, con mis brazos lo rodee por su espalda y con una de mis manos acariciaba la parte trasera de su cabello; no quería separarme de él, pero la falta de aire hizo que nos separáramos, me miraba con un pequeño brillo en sus ojos que la hacía ver más hermoso de lo que ya lo era.

-… Mi pequeño… - Hable para luego seguir besándolo, al separarnos nuevamente junte nuestras frentes y permanecer así durante unos minutos con los ojos cerrados.

-… T-te… Amo. – Susurro en la misma posición.

-Y yo te amo a ti, Mi pequeño. –

Luego de un rato más en esa posición nos levantamos de la cama, fuimos a la cocina para preparar dos “                                 “, pero antes de eso deje a mi pequeño sentado en su lugar en la mesa.

-Toma, mi pequeño. – Le pase “                      “, asintió con una sonrisa y lo tomó.



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En el texto hay: soledad, depresion problemas familiares

Editado: 22.03.2022

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