Si te hubiera dicho que sí

Capitulo 6

Tomé mis cosas y me adentré al salón donde tendríamos la primera clase. Mis amigas aún no llegaban, así que me quedé dentro, buscando refugio en el libro que traía entre las manos. Me senté cerca de la ventana, con la esperanza de que la brisa matutina me ayudara a calmar los nervios que todavía sentía. Traté de leer unas líneas más, pero era imposible concentrarme. Mi mente seguía repasando lo que había sucedido hace unos minutos.

Nos vemos luego —esa pequeña frase seguía en mi mente, esa pequeña despedida comenzaba a causar estragos en mí.

A medida que los minutos pasaban, el aula empezó a llenarse de estudiantes, y pronto mis amigas llegaron, llenas de energía y charlando sobre cualquier cosa menos las clases que estaban por comenzar.

—¿Qué tal estuvo tu fin de semana T/N? —Pregunto Sujin son el mismo entusiasmo de siempre.

—Bien, nada fuera de lo común, pase todo el fin de semana con mis primas en casa de la abuela —dije sin darle mucha importancia.

—¿Todo bien con tus primas? —preguntó Yumi, levantando una ceja —parece que algo te pasa chica, y nos lo tienes que contar.

Asentí, intentando disimular.
—Sí, solo estoy un poco cansada, nada más, con ellas ya quedo todo solucionado —sonreí levemente. Pues les había contado lo sucedido hace unos días, todas parecían entenderme y agradecía el hecho de que hubieran estado ahí para mí y no preguntaran más de lo que podría llegar a responder en ese momento sin ponerme a llorar.

No era completamente mentira. Estaba cansada, pero no de la manera en que pensaban. Me sentía agotada mentalmente, como si el breve encuentro con Yoongi me hubiera removido algo que no sabía que tenía guardado. Un pequeño torbellino que ahora no sabía cómo controlar.

—Bien, pero sabes que puedes contarnos lo que sea —dijo Sujin, y Yeji asintió, ella se había mantenido en silencio, después de saludar sin interrumpir a Yumi.

—Gracias, por todo, en serio las aprecio mucho —dudaba de si contarles lo sucedido o no, así que comencé a hablar del encuentro con Yoongi, aprovechando que el profesor aún no llegaba.

Una parte de mí no quería compartir cada detalle —todavía estaba tratando de asimilar lo que había sucedido—, la otra parte, la que confiaba plenamente en mis amigas, no podía contener una pequeña sonrisa.

—Me encontré a Yoongi hace un rato mientras leía y nos pusimos a hablar un rato.

—¿“Nos pusimos a hablar”? —repitió Yeji, que hasta ahora había permanecido en silencio, pero cuya mirada de emoción era inconfundible—. A ver, ¿qué significa exactamente “hablar un rato”?

Sujin se inclinó aún más hacia adelante, casi como si estuviera al borde de su asiento, expectante.

—Cuéntanos —insistió, con un brillo en los ojos—. ¿De qué hablaron?

No pude evitar sonrojarme un poco, lo que provocó una serie de exclamaciones sofocadas por parte de mis amigas.

—¡Sabía que había algo más! —dijo Yumi, chocando su hombro con el mío—. Venga, suelta todo.

Me reí, sacudiendo la cabeza. Era imposible mantenerles algo en secreto.

—Vale, vale —cedí finalmente, levantando las manos en señal de rendición—. Estaba leyendo fuera del salón cuando él llegó y se sentó a mi lado, así de la nada, como en la cafetería. Empezamos a hablar sobre el libro que estaba leyendo y… bueno. No sé cómo explicarlo, fue algo diferente.

Mis amigas me miraban con ojos muy abiertos, colgando de cada palabra.

—¿Diferente cómo? —preguntó Sujin, su voz cargada de curiosidad.

—Es que… fue como si de repente me estuviera viendo de otra manera. No sé si me estoy volviendo loca, pero me preguntó sobre lo que sentía al leer el libro, como si realmente le importara lo que yo pensaba. Y no sé, había algo en su mirada… —Sentí que mis mejillas se calentaban de nuevo al recordar la forma en que me había mirado mientras le leía una parte del libro.

—¡Oh, Dios mío! —exclamó Yumi, con una expresión de triunfo—. ¡Está clarísimo! Le gustas.

—No, no —protesté, aunque la sonrisa que se dibujaba en mis labios traicionaba mis palabras—. Solo fue una conversación, no estoy diciendo que haya pasado algo más. Además, no quiero pensar en un algo por ahora.

—Tal vez ahora no quieres nada, pero no significa que no puedan ser amigos, y el hecho de que hayan, hablado hoy, ya es un avance —dijo Sujin—. Yoongi es de último grado y normalmente no habla con chicas de nuestro nivel. Eso ya dice mucho.

—Pero no es como si fuéramos a vernos mucho —añadí rápidamente—. Él está a punto de graduarse, y yo apenas acabo de empezar aquí.

Yumi soltó una risa suave y movió la cabeza en señal de desacuerdo.

—Eso no significa nada. Si le interesas, créeme, encontrará la manera de verte.

—Solo no quiero hacerme ilusiones, no estoy lista para eso, prefiero seguir así, sin contratiempos —dije, intentando sonar más segura de lo que realmente estaba—. Además, ni siquiera tenemos motivos para cruzarnos con frecuencia, más que en la cafetería, porque ahí va casi toda la preparatoria —dije restándole importancia, mientras nos acomodábamos y nos quedamos en silencio ante la llegada del profesor.



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En el texto hay: amor, yoongi, bts y tn

Editado: 14.11.2024

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