Si te hubiera dicho que sí

Caítulo 10

Estábamos en la mesa del café, con los cuadernos y libros abiertos, aunque hacía rato que habíamos dejado de enfocarnos en seguir estudiando para conversar sobre cualquier cosa que se nos ocurría, en ese intento por distraernos y despejarnos un poco. La tarde avanzaba y el ambiente se sentía relajado, envuelto en el aroma a café y el suave murmullo de conversaciones alrededor.

De repente, mi teléfono vibró sobre la mesa, llamando mi atención. Lo tomé distraídamente, pensando que sería algún mensaje de mis padres o de alguna de mis primas. Sin embargo, al desbloquear la pantalla, vi un mensaje de un número desconocido. Mi mirada se detuvo en el remitente por un segundo, intrigada, pero fue suficiente con leer el primer fragmento para saber exactamente de quién se trataba.

Desconocido: Hola Lizzy. Soy Yoongi, espero no molestarte…

Mi corazón dio un pequeño brinco al ver el mensaje. No necesitaba más pistas para saber que era él. Aunque no me había guardado su número, su forma de llamarme “Lizzy”, un apodo que solo él había usado —tomado de mi elección de leer Orgullo y Prejuicio— lo delataba.

Intenté mantener la compostura, pero sentí cómo mis manos se tensaban alrededor del teléfono.

—¿T/N? —La voz de Yeji me sacó de mis pensamientos—. ¿Todo bien?

Levanté la vista, forzando una sonrisa mientras dejaba el teléfono boca abajo sobre la mesa, tratando de sacudirme la sorpresa del momento.

—Sí, todo bien —respondí, intentando sonar despreocupada—. Solo un mensaje que no esperaba.

Mis amigas siguieron hablando, pero yo ya no estaba realmente presente en la conversación. Mi mente seguía en ese mensaje.

Mientras mis amigas reían y continuaban la conversación, no pude evitar mirar el teléfono de reojo más veces de lo que hubiese querido, el mensaje seguía allí, esperando. Sentí un nudo en el estómago, una mezcla de nervios y expectativa. ¿Debería responder de inmediato?

Intentando concentrarme en la charla, asimilé lo que Yeji y Sujin decían sobre algún programa de televisión, pero la verdad era que no lograba escuchar ni entender del todo. Finalmente, no pude más y giré el teléfono de nuevo. Ahí estaba, ese simple “Hola Lizzy” brillando en la pantalla como si tuviera todo el poder del mundo.

—Voy al baño —murmuré rápidamente, levantándome antes de que pudieran responder.

Me dirigí al fondo de la cafetería, buscando un respiro lejos de las miradas de mis amigas, que probablemente ya habían notado que algo me pasaba. Me apoyé en la pared del pasillo, lejos de las mesas y de cualquier posible distracción. Desbloqueé el teléfono y abrí el mensaje. Sin pensarlo demasiado, respondí.

Darcy, hola. ¿Cómo estás?, no te preocupes, no molestas

No sé porque había puesto ese nombre, pero lo había enviado sin pensar y antes de tener tiempo para arrepentirme.

“Bien, ¿y tú? Quería preguntarte algo.”

Sentí el corazón acelerarse. Me había escrito directamente. Respiré hondo y decidí no sobre pensar.

Todo bien. ¿Qué querías preguntarme?

Mande el mensaje y esperé. Los segundos parecían alargarse más de lo normal mientras veía las tres pequeñas burbujas que indicaban que estaba escribiendo. Entonces llegó su respuesta.

¿Te gustaría salir a tomar algo conmigo alguna vez? Ir a un café…

Me quedé quieta, releyendo su mensaje una y otra vez, como si no pudiera creer que realmente estuviera preguntándome eso. Yoongi, me estaba invitando a salir. Dejé escapar una pequeña risa incrédula y me di cuenta de que estaba sonriendo, una sonrisa que no podía controlar.

Respiré hondo, intentando calmar los nervios que sentía recorrerme, y respondí:

Por supuesto, me encantaría hablar o salir a tomar algo algún día. ¿Cuándo te gustaría vernos?

Le di a enviar antes de que los nervios me hicieran dudar más de lo necesario.

Después de responder el mensaje de Yoongi, guardé el teléfono en el bolsillo, tratando de que la sonrisa que inevitablemente se formaba en mis labios no fuera tan evidente. Tomé una respiración profunda y volví a la mesa donde Yeji, Yumi y Sujin ya estaban conversando animadamente.

—¿Todo bien? —preguntó Yeji, arqueando una ceja al verme regresar. Su mirada aguda, como siempre, captaba hasta el más mínimo detalle.

—Sí, solo un mensaje —dije casualmente mientras me sentaba de nuevo. Pero Yeji no me creía del todo.

—¿Mensaje de quién? —preguntó Yumi con curiosidad, mientras Sujin me observaba con interés. Ellas también notaron algo diferente en mí.

—Nada importante —intenté disimular, pero la sonrisa seguía ahí, traicionándome.

—¡Oh! ¡Es de alguien importante! —exclamó Sujin, casi saltando en su asiento—. Vamos, cuéntanos. ¿Es el misterioso chico del que no nos has querido contar mucho?

Rodé los ojos y traté de mantener la calma.

—Bueno, sí… es Yoongi —dije al final, sintiendo cómo mis amigas se inclinaban hacia adelante, esperando ansiosas más detalles—. Me ha escrito para ver si quería quedar algún día.



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En el texto hay: amor, yoongi, bts y tn

Editado: 14.11.2024

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