Si te hubiera dicho que sí

Capítulo 14

Al terminar las primeras clases y el examen antes de la hora del receso, ya nos encontrábamos exhaustas, teníamos la cabeza llena de números y fórmulas, así que aprovechamos la salida temprano y decidimos que un descanso en la cafetería era justo lo que necesitábamos, antes de que los demás llegaran y la llenaran por completo. Caminamos juntas por los pasillos, dejando atrás todo ese estrés en las aulas.

—No puedo creer que hayamos sobrevivido a eso —dijo Sujin, sacudiendo la cabeza como si intentara despejarla de pensamientos pesados.

—¡Fue un verdadero reto! —exclamó Yeji, riendo mientras ajustaba su mochila en su espalda—. Me siento como si hubiera corrido una maratón mental.

—Apenas hemos comenzado el año, y ya estoy lista para unas vacaciones —bromeé, sintiendo una ligera risa salir de mis labios.

Las risas resonaron en los pasillos, y me encantaba cómo la camaradería entre nosotras podía transformar incluso los días más difíciles. Al llegar a la cafetería, el aroma del café y los bocadillos recién horneados nos recibieron, haciendo que nuestro estómago rugiera al unísono.

—¿Qué les apetece? —preguntó Yumi, mirando el menú con la expresión de quien está considerando todas las posibilidades.

—Definitivamente, un café para mí —dije, frotándome las manos ante la idea de algo caliente. El aire fresco de la mañana había sido un poco helado, y necesitaba ese calor.

—Yo quiero un batido —dijo Sujin, sonriendo—. Necesito algo dulce después de ese examen.

—Y yo un sándwich, porque tengo hambre —agregó Yeji, con un guiño—. El examen me dejó sin energía.

Nos acercamos al mostrador, haciendo nuestros pedidos, mientras intercambiábamos comentarios sobre las respuestas que habíamos dado en el examen. La conversación fluía naturalmente, llena de bromas y risas, y eso hacía que el estrés del día se desvaneciera poco a poco.

Después de recibir nuestros pedidos, encontramos una mesa cerca de la ventana. El sol brillaba con fuerza, y la luz iluminaba el lugar, creando un ambiente cálido y acogedor. La cafetería estaba casi vacía, y ese silencio era un respiro entre las risas y los murmullos de las demás mesas.

—Este lugar es perfecto —dijo Yeji, mirando alrededor mientras se acomodaba en su silla—. No hay tantas distracciones.

Mientras nos reíamos y compartíamos anécdotas sobre el examen, de repente, la puerta se abrió y entraron Yoongi, Ho Seok y sus amigos. Mi corazón dio un pequeño salto al verlo. Se dirigieron directamente hacia la mesa donde nos encontrábamos.

—¿Podemos unirnos? —preguntó Ho Seok con una sonrisa, su energía siempre tan radiante.

—Claro, ¡bienvenidos! —respondió Sujin, haciendo espacio en la mesa.

Mientras ellos se acomodaban, Yoongi se sentó justo a un lado de mí, y nuestras miradas se encontraron por un instante. Un ligero rubor subió por mis mejillas, pero traté de mantenerme tranquila, solo sonreí.

La mirada de mis amigas delataba su emoción, esa que yo no me atrevía siquiera a mostrar. Sentí los leves golpes en mi brazo por parte de Yumi, quien parecía estar en su novela favorita.

Cada uno estaba en la conversación con sus amigos, mis amigas y yo, compartíamos nuestras experiencias y reíamos sobre los exámenes. Me di cuenta de lo afortunada que era de tenerlas a mi lado. Mientras ellos hablaban, sobre los proyectos que tenían que entregar más tarde.

El lugar se llenaba de risas y murmullos de otros estudiantes, y el sonido de la puerta de la cafetería dándole paso a dos caras conocidas. Juni y Taemi. Se veían alegres y despreocupadas, y al instante se iluminaron al vernos sentadas juntas, aunque con algo de sorpresa ante las personas que nos acompañaban en la mesa.

—¡Chicas! —gritó Juni, agitando la mano en nuestra dirección mientras se acercaban—. ¿Podemos unirnos a ustedes?

—Por supuesto, ¡siéntense! —respondimos, haciendo espacio en la mesa para que se acomodaran llenando así la mesa como lo habíamos hecho en otras ocasiones.

—¿Cómo les fue con el examen? —preguntó Taemi, mirando a cada una de nosotras mientras se servía un vaso de agua. Su cabello caía sobre su hombro, y su energía siempre era contagiosa.

—Sobrevivimos, así que eso es un triunfo —dijo Sujin, riendo.

—Yo tengo la sensación de que alguna de nosotras se va a llevar una sorpresa con las calificaciones —agregó Yeji, arqueando una ceja y sonriendo de manera pícara.

—Oye, ¿no nos van a contar cómo les fue a ustedes? —intervino Yumi, mirando a Juni y Taemi con curiosidad—. ¡No pueden llegar aquí y no compartir sus experiencias!

—Tienes razón —dijo Juni, poniendo una mano en su pecho con dramatismo—. Es nuestra obligación como amigas compartir lo que hemos vivido.

Taemi se echó a reír, sacudiendo la cabeza—. Lo siento, el examen fue un desastre, pero tenemos que ver el lado positivo: ¡no nos echamos a llorar esta vez!

—Siempre hay algo que contar —bromeó Juni—. Pero bueno, más importante: ¿qué tal tú, T/N? ¿Cómo te fue con el chico con el que saldrías el fin de semana?

Todas la volteamos a ver con sorpresa, al parecer no se había dado cuenta todavía de que Yoongi estaba a mi lado. De manera instantánea me sonrojé y aún más al escuchar la leve risa de Yoongi.



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En el texto hay: amor, yoongi, bts y tn

Editado: 27.10.2024

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