Si te hubiera dicho que sí

Capítulo 17

Observé cómo desaparecía de mi vista, y yo seguí mi camino hacia el salón. No podía evitar tener una sonrisa, y es que mi corazón latiendo tan rápido, no me dejaba pensar en nada más. Estas últimas semanas, eran algo completamente diferente, había pasado tanto.

Me encontré con Jimin hace un par de semanas, conocí a Yoongi, tuve una salida con él, y hoy tendría otra, aunque me negaba a ponerle algún título aun a nuestras salidas casuales, para mis amigas eso era una Cita.

Suspiré, intentando calmar esos nervios que surgían en su presencia cada vez, mientras me acomodaba el cabello detrás de la oreja. Me negaba a llamarlo una cita, a darle ese título tan cargado de expectativas. Pero por dentro, una parte de mí se aferraba a que todo era distinto. Lo que sentía cuando estaba con Yoongi era especial, y aunque me costaba admitirlo, me estaba dejando llevar por esos pequeños momentos que compartíamos.

Al entrar al salón, vi a Sujin y Yumi conversando animadamente. Me acerqué y tomé asiento a su lado, dejando que el suave murmullo de sus voces me arrullara. Intentaba seguir el hilo de su conversación, pero me centré más en repasar lo que se me olvidaba fácil para el examen.

Unos minutos más tarde, Yeji entró al salón, irradiando su energía característica. Su sonrisa amplia iluminaba la habitación, y como siempre, su presencia tenía ese efecto contagioso que hacía que todo pareciera más alegre.

—¡Buenos días, mis chicas hermosas! —saludó con entusiasmo mientras se acercaba a nosotras y se sentaba en el lugar que habíamos reservado para ella junto a nosotras—. ¿Cómo están hoy?

El ambiente se llenó de su buena vibra, y no pude evitar sonreír aún más. Siempre era así con Yeji: su energía positiva podía mejorar cualquier día, sin importar cuán caótico o complicado se sintiera.

—Bien, un poco nerviosa por los exámenes, pero ya casi se acaba todo —respondí, intentando sonar relajada, aunque la emoción por lo que vendría más tarde seguía burbujeando dentro de mí.

—¡Uf, ni me lo digas! —exclamó Yumi, echándose hacia atrás en su silla—. Pero después de esta semana seremos libres, chicas.

—¡Ay, sí! Odio las semanas de exámenes, lo bueno es que para final de semestre tendremos solo que entregar trabajos —dijo Sujin con una sonrisa.

—¡Exacto! —respondió Yeji, haciendo una mueca exagerada—. Odio todo lo relacionado con estudiar para exámenes, pero al menos lo de los trabajos es más llevadero.

—Ya casi somos libres, chicas, aguantemos un poquito más— añadí, tratando de animar a todas y a mí misma.

—Sí, y después de eso, ¡vacaciones! —dijo Sujin, uniéndose a la conversación con una gran sonrisa—. Ya me veo durmiendo hasta el mediodía, comiendo como si no hubiera mañana.

Nos echamos a reír con su comentario. Era típico de Sujin hablar de sus planes para las vacaciones, y siempre incluía comida y descansar como prioridad.

En momentos como estos, donde las risas y su compañía estaban ahí, es que me sentía completa, porque tenía amigas que estaban ahí, no solo en sesiones de estudio, en salidas repentinas, o en planes sencillos como ir a almorzar a la cafetería, realmente estaban ahí para recordarme quien era y que merecía ser feliz con pequeños y grandes detalles.

Nos quedamos conversando un momento, hasta que dio inicio el examen. Todos estábamos en silencio, solo se escuchaban las hojas de vez en cuando. El tic-tac del reloj llenaba el silencio también.

El día fue pasando, entre los dos exámenes que teníamos y el resto de las clases pendientes, donde los profesores nos ayudaron haciendo las clases más ligeras. Antes de la hora del almuerzo, ya habíamos descansado unos minutos. Aprovechando que la cafetería no estaba tan llena de gente, nos sentamos en una de las mesas más alejadas y cerca de las ventanas.

—Eso fue muy cansado, odio que nos hayan puesto dos exámenes el mismo día —dijo Yeji mientras dejaba su comida en la mesa al igual que las demás.

—Bueno, veamos el lado positivo, ya solo tenemos un examen para el viernes —dije con una sonrisa suave, tratando de animarnos.

—Tienes razón, aunque siento que mi cerebro ya está frito después de todo esto —respondió Sujin mientras soltaba un suspiro y apoyaba su cabeza en la mano, mirando la comida como si necesitara fuerzas solo para empezar a comer.

Nos echamos a reír, compartiendo esa misma sensación de agotamiento mezclada con alivio. Nos habíamos esforzado mucho, y aunque aún nos faltaba un examen, el viernes ya se sentía tan cerca que era imposible no empezar a relajarnos un poco.

—Al menos el último examen no es tan difícil. ¿verdad? —pregunté, mientras partía mi sándwich.

—Sí, y creo que ya repasamos suficiente, así que podemos tomárnoslo con calma —dijo Yumi, mientras bebía un poco de jugo y luego miraba a las demás—. ¿Qué tal si después del último examen vamos por algo especial? Como un helado o tal vez pizza para celebrar.

Todas asentimos de inmediato, felices de tener algo que esperar después de tantos días de estudio. La idea de la celebración hizo que el ambiente se sintiera más liviano.

Entre risas y charlas, el tiempo en la cafetería pasó rápido. Mientras terminábamos de comer, el sol iluminaba suavemente el ambiente a través de las ventanas, dándonos un breve respiro de la presión de los exámenes y un espacio para disfrutar juntas, sabiendo que pronto el estrés académico sería solo un recuerdo.



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En el texto hay: amor, yoongi, bts y tn

Editado: 14.11.2024

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