Si te hubiera dicho que sí

Cpítulo 23

Después de un fin de semana, de esas salidas para distraer la mente, volvimos a la rutina y pequeños detalles que aún no sabía cómo manejar. La única diferencia es que ahora estábamos en la última parte del semestre. Y con ello se acercaba el festival de otoño que se celebraría a mitad de noviembre.

Después de Halloween y esas fechas, lo que más esperábamos era este festival, ya que significaba que tendríamos horarios libres para ayudar en los preparativos del festival, puesto que una parte era organizada por la preparatoria, y este sería el primer año en que nosotras participaríamos.

Durante la primera clase, el profesor de artes apenas terminó de pasar lista cuando mencionó los equipos de organización para el festival. Mi nombre apareció en el grupo de decoración, junto con Yeji, Yumi, Sujin y algunos compañeros más. La idea me emocionaba mucho, ya que implicaba pasar tiempo con mis amigas, pero también me llenaba de nervios, pues era de las últimas actividades del semestre.

—¡Decoración, qué suerte! —exclamó Yeji mientras revisaba la lista—. Eso significa que podemos elegir los colores, texturas, adornos y las luces.

—O también cargar cajas de adornos viejos del almacén —añadió Yumi, haciéndonos reír.

—Por favor, no le quites lo divertido —respondió Yeji dándole un leve golpecito en el brazo a Yumi haciéndola reír.

—Pero admitámoslo, cargar cajas del almacén también tiene su encanto —respondí con una sonrisa, cerrando mi cuaderno de bocetos—. Especialmente si encontramos algún tesoro escondido entre los adornos viejos.

—¡Exacto! Quizá haya cosas vintage que podamos reutilizar —añadió Sujin, emocionada—. Además, mientras más creativas seamos, mejor quedará la decoración.

—Claro, siempre y cuando no tengamos que limpiar telarañas o lidiar con ratones —dijo Yumi, fingiendo horror, lo que provocó otra ronda de risas.

El ambiente se sentía ligero, y la energía de mis amigas era contagiosa. Después de conocer nuestros equipos, el profesor llamó nuestra atención, indicándonos dónde serían las reuniones de los equipos, y los horarios.

Para nuestra buena suerte, tendríamos la primera reunión en el auditorio, después de la última clase. Donde veríamos a los demás integrantes del equipo y se nos asignarían las primeras tareas. La temática sería un otoño clásico, con hojas secas, calabazas y luces cálidas

—Creo que será divertido —comentó Yeji mientras caminábamos hacia el auditorio por la tarde—. Aunque no puedo dejar de pensar que será mucho trabajo.

—Nada que no podamos manejar, además es nuestra primera oportunidad de disfrutar el festival, disfrutemos del proceso —respondí, intentando animarla.

—Además, tendremos horas libres en algunas de las clases para avanzar con los preparativos, recuerda lo que dijo el profesor de artes —dijo Sujin apoyándome para animar a Yeji y a Yumi.

—Creo que tienen razón —dijo Yumi un poco más convencida.

Cuando llegamos al auditorio, buscamos algunos lugares disponibles cerca de donde sería la reunión con nuestro equipo. Cuando nos sentamos, esperando que llegaran todos, saqué mi teléfono. Mientras conversaba con mis amigas, vi un mensaje en mi teléfono.

Yoongi: ¿Te tocó algo interesante en las actividades del festival?

Sonreí al ver el mensaje, se me estaba haciendo costumbre, sentir esa emoción en mí al ver su nombre en la pantalla.

Yo: Decoración. Me toca lidiar con hojas secas y luces. ¿Y tú?

Yoongi: Logística. Básicamente, me toca correr de un lado a otro como loco. Suerte con tus hojas secas, Lizzy.

No pude evitar reír. Era extraño cómo un mensaje tan simple podía hacerme sentir más conectada a él, incluso con nuestras ocupaciones por separado. Aunque aún no estaba del todo segura de cómo manejar todo lo que sentía por Yoongi, el festival parecía ser una buena distracción para enfocar mi energía en algo productivo.

Yo: suerte con tu carrera de obstáculos, Yoongi.

Respondí con un emoji de risa antes de bloquear mi teléfono y devolver mi atención a mis amigas.

—¿Por qué sonríes así?, ¿mensaje importante? —preguntó Yeji, arqueando una ceja con una mirada de sospecha, alzando una ceja con curiosidad.

—Nada, solo me distraje un momento —respondí rápidamente, intentando sonar casual mientras me inclinaba sobre el papel para trazar una línea más.

—Claro, claro… —murmuró Sujin desde el otro lado, con una sonrisa cómplice—. Esa sonrisa es de alguien que está distraída por algo o… por alguien.

Rodé los ojos mientras mis amigas compartían una mirada significativa —nada, solo Yoongi preguntando sobre el festival —respondí con naturalidad, aunque la pequeña sonrisa que se asomaba en mi rostro me delataba.

—¡Oh, claro, “solo Yoongi”! —bromeó Sujin, haciendo énfasis en su nombre—. ¿Siempre se escribe con mayúsculas y signos de admiración en tu cabeza?

—Ya dejen a Tn, ya se puso roja —dijo Yumi dándome un ligero codazo.

Las demás soltaron una carcajada, mientras yo intentaba ignorarlas y centrarme en el inicio de la reunión.



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En el texto hay: yoongi, yoongi y tu, suga y tn

Editado: 19.01.2025

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