Si te hubiera dicho que sí

Capítulo 44

Después de debatir un rato, si debería o no ver a Jimin, al final tomé mis cosas y salí de casa, despidiéndome de mis padres con una sonrisa, tranquilizándolos un poco después de haber estado en ese modo melancólico.

Después de bajar del autobús, caminé por las calles del centro, el frío aire de la tarde hacía que me ajustara el abrigo, mientras el cielo comenzaba a oscurecerse ligeramente por las nubes que se estaban haciendo presentes, pero la ciudad seguía con su ajetreo cotidiano, lejana a lo que pasaba por mis pensamientos.

Mientras caminaba, en mis auriculares se reproducía una canción que había salido aleatoria en la fila de reproducción. No le presté mucha atención al principio, pero a medida que la letra tomaba sentido, mi mente se hundió en las palabras:

Sé que no puedo seguir de esta manera,

si digo que es una mentira

Una punzada en mi pecho me hizo detenerse por un instante. Cerré los ojos y la imagen de Yoongi apareció de inmediato. Recordaba con tanta claridad la primera vez que lo vi en la cafetería, esa sensación de curiosidad, de algo que despertaba en mí. Habíamos pasado dos meses recorriendo ese camino y nos quedamos en nada hasta ahora, solo un instante.

¿Mi corazón volverá como antes?

Mis lágrimas caen

me siento tan mal, que no puedo ni verte

Dejé escapar un suspiro mientras retomaba mi camino hacia el café, al que solía ir con mis amigas.

No podía evitar preguntarme si todo habría sido distinto si le hubiera dicho que me enamoré del poco tiempo que pasamos juntos. Si desde el principio me hubiera permitido sentir todo por él y no el miedo que se arremolinó ahí, sin tantas reservas, sin todas esas barreras que estaban ahí desde hace años.

¿Y si esa noche, cuando Yoongi me había mirado con esos ojos tan sinceros, yo hubiera dado el primer paso, dicho lo que realmente sentía?

Y el estribillo me golpeó más fuerte:

mi corazón duele

¿Qué debería decir primero?

No puedo ni pensar

Antes de las tres de la tarde, entré a la cafetería y me senté en esa mesa junto a la ventana que daba a la terraza del café, mis manos temblaban ligeramente mientras apoyaba la cabeza en mis manos, observando la ciudad a través del cristal en espera de que Jimin llegara. Me quedé pensando en las palabras de Yeji y el extenso hubiera lleno de posibilidades. Si no se hubiera escondido tras esa pared de miedo que tanto la protegía, pero también la alejaba de lo que realmente deseaba.

Mientras esperaba, otra canción se reprodujo…

"Nos hicimos tan amigos,

creo que hubiera preferido arriesgarme más por ti."

Mis dedos jugaron distraídamente con la taza de café caliente frente a mí. ¿Por qué no había dado el paso antes? ¿Por qué siempre había elegido el camino seguro, en lugar de arriesgarlo todo por alguien que había logrado atravesar mis defensas? Sabía que Yoongi estaba dispuesto, lo había sentido. Pero yo, atrapada en mi propia confusión, me había retirado justo cuando las cosas comenzaban a tomar forma. El eco de las siguientes líneas resonó en mi mente:

"Pudimos ser, faltó tantito darnos cuenta..."

Era cierto. Lo que había entre nosotros siempre fue algo más que una simple amistad. Ambos lo sabíamos, pero nos mantuvimos al borde de algo más profundo, sin nunca cruzar la línea por completo. No habíamos tenido el valor, o tal vez el tiempo adecuado. Ahora, me preguntaba si todavía habría alguna posibilidad de enmendar lo que se quedó en el aire. Las palabras de la canción me atravesaron como una verdad dolorosa:

"Nos quedamos en Hubiera..."

Mordí mi labio inferior, sintiendo como miss ojos se llenaban de lágrimas silenciosas. Nunca sabría lo que realmente hubiera pasado si hubiera sido más clara desde el principio. Había dejado que la oportunidad pasara, por miedo, por inseguridad, por creer que no valía la pena arriesgar el corazón.

"Eso me pasa por discreta,

por ahorrar la despedida,

por salvarnos la caída..."

Recordé todas nuestras conversaciones, los momentos en que sus manos tomaban las mías, en ese primer beso y los siguientes, en sus palabras de consuelo, esos abrazos que parecían unir las piezas rotas, las miradas que compartimos, los momentos en que conversábamos de libros, en los que éramos Lizzy y Darcy.

No pare de preguntarme, si él también sentía lo mismo, si en algún rincón de su mente, Yoongi también se preguntaba cómo hubiera sido todo si yo hubiera dejado de lado las dudas, si me hubiera permitido caer, aunque eso significara enfrentarse a la posibilidad de una despedida dolorosa.

"Pudimos ser, pero nuestra historia se quedó incompleta."

Esas palabras me rompieron el corazón. Lo nuestro era algo que no llegó a concretarse, era como un libro al que le faltaban páginas. Incompleta, sin un verdadero final, y todo por mi culpa. Me pregunté si aún había tiempo para reescribirla o si, como la canción decía, nos quedarían siempre en el "hubiera", en ese lugar donde las oportunidades perdidas se convertían en fantasmas del pasado.




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