El invierno seguía cubriendo la ciudad con su aire frío y sus calles adornadas con luces tenues de las festividades que poco a poco iban quedando atrás. Pero dentro de mí, todo se sentía cálido. Cada día con Yoongi era una promesa silenciosa de que el futuro nos esperaba con algo más.
Las clases habían comenzado de nuevo, y aunque los días eran más ocupados, siempre encontrábamos la manera de vernos, de hacer que cada momento juntos contara.
Aquella tarde, después de terminar nuestras tareas en la biblioteca, caminábamos por el parque, sin rumbo fijo, como si solo el hecho de estar juntos hiciera que el tiempo se sintiera diferente.
—¿Sabes? —dijo Yoongi, rompiendo el cómodo silencio entre nosotros—. Cuando mencioné lo de los cerezos en flor, no estaba bromeando.
Me giré para verlo, con una sonrisa divertida. —¿Y cuándo he dicho que no te creí?
Él entrecerró los ojos, fingiendo indignación. —Porque tienes esa mirada de "aún no me convence del todo".
Solté una risa, negando con la cabeza. —No es eso. Es solo que suena... bonito. Diferente a todo lo que hemos hecho hasta ahora.
Yoongi asintió, entrelazando sus dedos con los míos mientras caminábamos. —Por eso quiero hacerlo. Porque quiero que tengamos recuerdos así, de cosas nuevas, de momentos que no se repiten.
Me detuve un momento para mirarlo. Había una sinceridad en su mirada que hizo que mi corazón se acelerara un poco más de lo normal.
—Me gusta cómo suena eso, Darcy —murmuré, apretando su mano.
Él sonrió, satisfecho con mi respuesta, y sin decir nada más, se inclinó para dejar un beso en mi frente.
✿
Los días siguieron avanzando, y con ellos, la rutina de clases, tareas y momentos robados con Yoongi.
—Sienna, creo que últimamente sonríes más de lo normal —comentó Yeji una tarde, mientras estábamos sentadas en la cafetería.
—Es lo que pasa cuando estás enamorada —agregó Sujin, con una sonrisa traviesa.
Rodé los ojos, aunque no pude evitar sonreír también. —Ustedes exageran.
—No, no lo hacemos —intervino Yumi, dándome un pequeño empujón con el hombro—. Pero nos encanta verte así.
Las miré a las tres, sintiendo una gratitud inmensa. Sin ellas, sin su apoyo y sus palabras, quizás nunca habría reunido el valor para dar este paso con Yoongi.
—Gracias —dije con sinceridad—. Por estar siempre aquí.
Yeji sonrió con dulzura. —Para eso estamos, Rosie.
Y con esas palabras, supe que no solo tenía a Yoongi a mi lado, sino también a las mejores amigas que podía pedir.
—Bueno, bueno, basta de sentimentalismos —intervino Sujin con una sonrisa traviesa—. Ahora cuéntanos, ¿qué planes tienes con Yoongi para el fin de semana?
—Sí, ya que estamos en tema, queremos detalles —añadió Yumi, apoyando el rostro en sus manos mientras me miraba con expectación.
Rodé los ojos, pero no pude evitar reír. Sabía que no iban a dejarlo pasar.
—No es nada fuera de lo común —dije con un encogimiento de hombros—. Solo vamos a salir un rato después de clases.
—¿A dónde? —preguntó Yeji con una ceja arqueada.
—No lo sé exactamente —admití—. Solo dijo que tenía algo planeado.
Las tres se miraron con una sonrisa cómplice.
—Yoongi definitivamente es un misterio —comentó Sujin, dando un sorbo a su bebida—. Pero tengo que admitir que le pone esfuerzo.
—Y eso es lo que importa —agregó Yumi—. Que haga cosas para verte sonreír.
—Eso ya lo hace —susurré sin pensar demasiado.
Yeji sonrió ampliamente. —¡Ah, esto es tan lindo! ¡Me encanta verlos así!
Sacudí la cabeza, sintiéndome un poco avergonzada, pero el calor en mi pecho me decía que tenía razón.
La conversación continuó por un rato más, entre risas y bromas sobre lo que Yoongi podía tener en mente. Pero en mi interior, solo sabía que no importaba el lugar o el plan. Lo único que realmente me importaba era estar con él.
Esa tarde, mientras caminaba de regreso a casa, mi teléfono vibró en mi bolsillo. Lo saqué y sonreí al ver el nombre en la pantalla.
Yoongi: "¿Sigues en la cafetería?"
Yo: "No, ya voy camino a casa. ¿Por qué?"
Yoongi: "Solo quería asegurarme de que no te fueras sin mí."
Frené en seco y miré a mi alrededor. Y ahí estaba él, apoyado contra la pared de una librería a unos metros de distancia, con su teléfono en la mano y una pequeña sonrisa en los labios.
—¿Me estabas esperando? —pregunté al acercarme.
—Tal vez —respondió, guardando su teléfono y metiendo las manos en los bolsillos de su abrigo—. Quería verte.
Mi corazón dio un pequeño salto.
—Nos veremos mañana, Yoongi —le recordé con una sonrisa.
#3404 en Fanfic
#20935 en Novela romántica
suga de bts amor, bts romance juvenil drama, novela bts yoongi
Editado: 21.02.2025