"H-HYUNG..."
Sabía que Hyung era un hombre serio, y probablemente no le gustaría ver bombas de colores, gorritos en forma de cono y esas cosas. Prefería hacerle un pastel sumamente delicioso para ver si le quitaba lo amargado al Hyung éste. Luego tomaríamos unas copas para romper el hielo…
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Tomé el auto para ir a hacer las compras y cuando entré a casa lleno de maletas, levanté mi mirada para ver a Min vestido, arreglado y fuera de su cueva. ¡MIN HABÍA SALIDO, MALDITA SEA! ¡MI HERMOSO HOMBRE HABÍA SALIDO!
Mandé todo al carajo, para correr a tus brazos los cuales, luego de unos segundos me acogieron.
Y era de esos abrazos de los cuales no querías soltarte por que se sentía tan reconfortante y tan jodidamente bien, que simplemente querías morir allí mismo atado a esa persona.
Y lloraba, por que esta preocupación se había hecho más pequeña.
Me separé para verlo con una sonrisa pero él parecía atónito de verme asi, al natural. Su mirada se paseaba de un lado a otro de mi rostro viéndome con detenimiento. Y por primera vez desde que llegué, sus ojos no denotaban ira u odio… no.
No sé cómo me miraba pero parecía perdido en mis ojos y no pude evitar tornarme rojo por su cercanía. Pero no dijo nada, prefirió callar y yo le seguí el juego.
No intercambiamos palabras.
Preparé la cena, la cual se comió de muy buena gana y con un enorme apetito, que me hizo sentir feliz de estar allí para alimentarlo. Él hacía que los minutos en la cocina valieran la pena por que no cocinaba yo, lo hacía mi corazón enamorado. Extasiado de felicidad. Verlo comer me daba mil años de vida.
- Jimin…-
Hasta que por fin me dirigió una palabra.
No me pude contener y me senté a su lado para llenarlo de cuanta pregunta se me atravesaba en la cabeza, atento a sus expresiones, su tono de voz… Yoongi me estaba mintiendo. Asi de simple.
¿Acaso se le había olvidado que podía leer su cuerpo cual detector de mentiras?
Min… me inquietas más. Algún día sabré la verdad querido mío.
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Tú me quieres
Aunque he perdido mi camino…
Tú me quieres
Siempre es igual.
You allways come my way
Y todo vuelve a empezar...
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Jimin cambió la canción y puso otra mas adecuada. Vestía un traje blanco, algo elegante pero con un estilo algo femenino.
Se estiró un poco y empezó a danzar al compás de la música, de forma libre ocupando todo el espacio de vez en cuando. Cerró sus ojos y siguió. Tan perdido estaba, que no puso atención a los ojos azul rey llevados por el alcohol, devorarlo con la mirada. Junto a sus labios abiertos y siendo relamidos cada segundo.
Fue entonces cuando chocó con un pecho duro que se cruzó en su camino y lo tomó duramente de la muñeca para atraparlo entre sus brazos con fuerza. Lo pegó contra la pared sin dejarle escapatoria.
- H-Hyung, qué hac- Yoongi lo calló de una estampada con sus labios.
Puso sus fuertes manos venosas en sus muslos para mantenerlo justamente débil bajo su tacto, acorralado y embriagado por su dulce aroma. Tan varonil.
Su manos luego subieron para poner las de Jimin sobre su cabeza y jalar de esos labios carnosos duramente, para luego besar sus labios y separarse. Unirse y separarse rápidamente para hacer lo mismo una y otra vez. En la habitación se oía el sonido del silencio mezclado con los ruidos obscenos de sus bocas y los tan excitantes gemidos ahogados que Jimin soltaba.
Eran los delirios del deseo carnal tan explícitos… tan sucios…
- Charlotte-
Y la magia acabó.
Jimin abrió sus ojos aturdido, mirando al mayor quien cerraba los ojos para abrirlos lentamente y dar una sucia lamida a la comisura de los labios contrarios. Eran adictivos.
- Suéltame… s-suéltame. Jimin había empezado a llorar, sin saber que Yoongi, estaba ebrio, ido.
No sabía lo que hacía.
Jimin trató de empujarlo pero fue en vano, Yoongi lo cargó hasta su habitación para finalmente subirse al cuerpo del mejor y abrazarlo.
Jimin no se podía mover.
Yoongi lo tenía apresado, escondiendo su rostro en su cuello para aspirar ese aroma en tanto el otro, saboreaba sus labios ahora confirmando que su mayor estaba ebrio y que todo esto había sido producto de la borrachera.
Esos besos a veces tiernos, y otra veces calientes tremendamente coquetos habían sido una farsa… Yoongi jamás lo besaría encerio con tanta hambre, ni lo tocaría de esa forma. Nunca lo sometería para hacerlo suyo…
- Hyung… m-me está lastimando…
Las lágrimas corrían por sus ojos, sorbiendo por la nariz en tanto su pecho dolía.
Como pudo, safó sus manos para tomar el rostro de Yoongi y detallarlo un momento.
- ¿P-por qué hiciste eso, Hyung? ¿acaso no has notado que mi corazón es débil y puede enamorarse fácil? ¿p-por qué me usaste?-
Y dejó caer el rostro del mayor sobre el suyo, para compartir el aliento y dormirse.
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Editado: 27.05.2020