Si Te Hubiera Visto Antes Que Ella...

Capítulo 13

"DON'T SHOW ME"

 

 

As long as you notice
I'm hoping that you'll keep your heart open
I'll keep mine open too~•
If you don't ask, I won't tell
Just know that, just know that
It all hurts, it all hurts just the same.


Miré a ambos lados esperando a que una enorme camioneta pasara, para después hacerlo yo. Saliendo de la calle en la que me encontraba, metiendome en la carretera. 


Something is wrong, I can't explain- subí el volumen para que mi voz no se escuchara demaciado- Everything changed when the birds came
You'll never know what they might do if they catch you too early. 


El semáforo me detuvo y durante esos minutos de estancamiento, los autos, motos y otras máquinas de transporte pasaron a la velocidad de la luz. El color verde fue encendido para darnos rienda suelta a los detenidos, en ese momento no perdí oportunidad para dar la vuelta por un parque abandonado y finalmente hechar ojo con mucho cuidado. 

La universidad estaba muy normal y tranquila, con sus estudiantes y maestros saliendo y entrando. Habían típicos grupos de estudiantes acumulados recochando y haciendo bromas entre ellos, pero ni rastro de Jimin. 

En la ola de cabezas azabache, ni un color rojizo anaranjado sobresalía. 

Apreté mis labios para dar reversa y dirigirme a mi destino, el cual quedaba no muy lejos de allí. 

Seguí cantando con la mirada fija y la seriedad que me representaba. Debía llegar a eso de las 4 de la tarde a casa, puesto que había quedado con mi novia tener una "tarde de té" o "fiesta de té", como se diga. 


Jeon me estaba esperando, pero para mi sorpresa no me dejó ir en mi auto. Nos conducimos en su grande e imponente motocicleta en total silencio. Debo decir que me inquietó el camino que estábamos tomando y confirmé mis sospechas al llegar al basurero de mi querido Jonas. 


- ¿Qué hacemos acá?
- Quería que vieras algo. 

Cada uno tomamos el casco y dejamos la motocicleta cerca. 

Cuando llegamos saludé a Jonas para luego ser (literalmente) arrastrado por Jeon, quien estaba muy afanado por hacerme ver... basura. 

- ¿Basura? 

El tomó la bolsa en total silencio y la vacío, para luego esparcir las cenizas por el suelo con ayuda de su zapato. Podía ver pedazos de lo que parecían ser huesos, la verdad no sé de que eran pero estaban curisamente partidos. 

- Son huesos humanos que un idiota estuvo trayendo durante un largo rato. Es obvio que los expusieron a altas temperaturas, aunque también llego a pensar que eran cadáveres cuando esto ocurrió. 

- Espera, pero hay algo que no me queda claro. ¿Por qué...? 

- ¿Te digo a tí?- terminó la frase. -Cencillo. Eres bueno investigando y estaba pensando que quizá podrías ayudarme a encontrar a Jimin. Esto es muy sospechoso y quizá tenga que ver con nuestro asesino... 




¿Investigar, no investigar? 



La verdad esto no parecía ser obra del famoso secuestrador anónimo, puesto que él era ligeramente más macabro y escandaloso. Más cínico y místico.

- Si tu te avientas al mar, yo lo hago. Sé que no somos amigos, tampoco muy cercanos pero yo quiero mucho a Jimin. Y en mi opinión tú... también lo aprecias demaciado. Si nos unimos... 

- No sé que decir, sinceramente. Esto es muy peligroso y... 

- Tómate tu tiempo. Pero dame una respuesta pronto, ¿si? Estaré... estaré esperando tu respuesta. 

- Te daré una respuesta mañana Jeon. ¿De acuerdo? 

- De acuerdo. 


Me quedaban unos minutos para llegar a casa. Asi que estuve un momento hablando con Jonas, para luego partir junto a Jeon a la estación de policía. Me despedí y conducí a casa en total silencio.




- ¡Yoongi!


Charlotte habia preparado unos preciosos pastelitos de colores que parecían tan lindos a la vista humana, a tal punto que provocaba dejarlos allí puestos como centro de mesa para admirarlos. 

Esa tarde comimos mientras teníamos una charla menos tensa que las otras veces. Parece que el sexo nos había ligado pero de la forma en la que lo hacen los adolescentes hormonales. Y es que una vez que se prueba, el cuerpo pide más y más. Buscando con ansias algo diferente en cada encuentro, algo más lujurioso, morboso; lúbrico y sucio. 


La vista al pequeño jardín era perfecta, y un comentario de mi novia me hizo hacer memoria otra vez de aquel ángel. Pues había sido él, quien cuidaba ese jardín. Y se mantuvo hermoso hasta el día en que desapareció. 


Entonces un beso me sacó del trance. Ella me estaba comiendo la boca intensamente, sin importar que nos vieran. Pues a unos metros de nuestro lugar, unos ojos nos observaban. Pude notarlo gracias a mi vista periférica, pero cuando mi rostro apuntó a su dirección, un auto negro Samsung Renault se hallaba huyendo de mi campo de visión. 

Y sentí como me observaban pero traté de borrar esa imagen para seguir entregando mi cuerpo a los encantos y lujurias de aquella jovenzuela. 


Esa noche tampoco dormimos, pues en lo más recóndito de mi enorme casa, sobre las blancas y suaves colchas de la misma, me hallaba sobre ella. Tomando sus manos para que no se tocara, y entrelazando nuestros dedos con fuerza. Yo me adentraba en su cálido interior con rudeza, compartiendo su aliento y disfrutando las obscenidades que osaban azotar mi mente. Una y otra vez. 

Mi dulce esencia llenó su interior al tiempo que se retorcía en el máximo punto del placer sexual, pidiendo más y más. A lo que tomé sus cabellos para que me viera, justo en el momento cuando iba a quejarse, volví a llenarla para que cerrara sus ojos y chillara. 

Lo disfruté mucho. 

Mordí su cuerpo y llegué al éxtasis en cuestión de segundos. Las palabras tiernas no hicieron presencia, de nuestras bocas sólo salía suciedad y lascivia lo suficiente para hacernos correr y correr. 


Ella se quedó dormida, pero yo aún no cerraba mis ojos. Y me levanté en la oscuridad de la noche para tomar alguna pastilla. 




Ding dong, ding dong



Dudé, pero luego me fui a asomar por la ventana pero no había nadie. No supe como mi vista viajó al suelo, donde una carta reposaba con tranquilidad. 

- Esto es ridículo. 

Tomé la dichosa carta perfectamente doblada. Su olor era particular... Pero más lo eran las letras que se hallaban escritas a su respaldo: "Jimin Park". 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.