—Wow ¿Con quién está hablando Jaimie? —apuntó Sandy con un tono de interés.
Sandy se gira hacia el pasillo para poder observar mejor después de que cierro mi casillero demasiado concentrada como para darme cuenta que lo hago con fuerza.
Justo frente a los últimos casilleros que dan para la escalera está un chico alto con el cabello negro y ojos que parecen de color. Tiene una pinta de ser alguien confiado pues no deja de sonreír y hablar con una seguridad que no me acaba de agradar.
—No lo he visto hasta ahora.
—Yo tampoco —digo sin despegarle la mirada.
—Posiblemente sea de la otra carrera porque no lo he visto en ninguna de mis clases.
—Es posible.
Te ves relajada Jaimie, aunque no me sorprende, es tu forma tan amigable de ser.
—Un chico así no pasa desapercibido.
—En lo que va del día no se ha despegado de Jaime —menciono sin responder a la observación de Sandy.
—¿Los estás siguiendo?
—No, casualmente el bendito día se ha encargado de ponérmelos enfrente.
—Alguien se levantó de mal humor.
Volteo a ver a Sandy para hablar mejor.
—No, para nada. Todo bien.
—Tanto que ni te has dado cuenta de que tu mochila está atorada en el casillero.
—¡Perfecto!
Como es solo uno de los tirantes la jalo y la acomodo sobre mi hombro.
—Solo no estrelles ese puño en lo mas cerca que tengas, o sea yo.
Cuando lo siento mi mano derecha está apretando un poco el tirante así que relajo el agarre y decido sacar mi botella de agua para dar un trago.
—¿Cómo va todo? —cambio de tema.
—Bueno creo que la próxima semana...
Me termino perdiendo en la conversación y veo como Jaimie de repente parece convertirse en la mejor comediante ya que el chico se ríe por lo alto.
—¡Pareces acosadora mujer!— exclama Sandy.
—Tal vez no me agrada —suavizo.
—¿El chico o que esté hablando con Jaimie?
"Que se vea tan bien y le sonría tanto a Jaimie" pienso.
—El chico.
—Christine ni siquiera le has hablado como para saber si te cae mal.
—Supongo —La verdad es que no estoy convencida del todo.
—Además —agrega—, es bueno ver que Jaimie está volviendo a hacer amigos.
No es que me crea con poderes para poder ser capaz de intuir algo pero algo me dice que no me agrada.
—Vienen hacia nosotras, por favor quita esa cara —anuncia con nervios.
Sandy me da un codazo por lo bajo y llegas con una sonrisa a saludarme con un beso en la mejilla.
—Christine, hola.
—Hola Jaimie ¿Cómo estás? —Pregunto cuando terminas de saludar a Sandy.
—Realmente bien, hoy he salido temprano.
Deben de ser aproximadamente las tres de la tarde.
—Oh, disculpen, les presento a Thomas. Se acaba de mudar aquí.
El chico solo muestra esas sonrisas que aman todas. Tiene los ojos verdes y rodeados de pestañas largas que van hacía abajo. Por si fuera poco es alto y con la piel bastante pálida. Que si lo pensamos bien no es tan sorprendente, basta con prender la tele, buscar uno de esos canales de adolescentes y ver una de esas películas sobre vampiros y hombres lobo.
—Hola, un gusto —saluda a ambas con una sonrisa
Repetimos el mismo saludo aunque el de Sandy suena más animado.
—¿Y de dónde eres? —pregunta mi amiga con interés.
—Canadá, pero la familia de mi mamá es de aquí así que mi hermano y yo decidimos que tendríamos aquí nuestra educación.
—Está muy bien. Te agradará aquí.
—Estoy seguro, no he dejado de conocer personas de todo el campus.
—¿Y qué estudias?
—Opté por diseño industrial. Ya veremos que tal me va.
—Seguro que bien.
#41633 en Novela romántica
#10640 en Joven Adulto
lgbt, romance amor drama amistad, amnesia y recuerdos dolor y tortura romance
Editado: 25.07.2019