Capítulo 9 | Visita inesperada

Levanté la mirada con temor para encontrarme con una familiar mirada azul, Luke. Y ahora no sabía si sentirme aliviada o asustada.

En cuanto nuestra mirada se cruzó, me sonrió. Eso me asustó en cierta forma.

¿Su sonrisa será para que me tranquilice o me espante?

Traté de sonreírle de vuelta para ocultar mi nerviosismo pero, me fue inútil.

Di unos cuantos pasos hacia atrás para alejarme de él sutilmente.

—¿Qué... qué haces... aquí Luke?— Tragué saliva.

Mis pasos no fueron desapercibidos para él, ya que avanzó hacia mí, sonriendo de una forma que me comenzaba a atemorizar.

—Tranquila Samantha.— Intentó tomarme de los hombros al estar de nuevo frente a mí, trate de alejarme más de él, pero había chocado con la encimera.

—¡Luke, respondeme!— Quise gritar pero tenía la garganta seca.

—Sam...— suavizó su tono de voz y frunció el ceño. —¿Qué te pasa? Yo sólo vine a buscarte, Mike está en casa de Calum y pensé que ya habías llegado...

Escuchar eso me devolvió el alma al cuerpo. Fue muy tonto de mi parte pensar que Luke me haría daño.

—Oh.— No supe que más decir.

—Lo siento si te asusté. Yo no quería... no imaginé que verme aquí te pondría así.

—Discúlpame tú a mí, creí que... que alguien había entrado a la casa y... sentí miedo.— Hice mi camino hacia el sofá, dejando a Luke de pie en el sitió anterior.

—Eso mismo sentí yo.— Dio media vuelta para mirarme.

—¿Tú? ¿Por qué?— Fruncí el ceño. Él tomó asiento junto a mí.

—Sí, cuando llegué llamé a la puerta y nadie salió. Por inercia giré el pomo de la puerta y me encontré que esta estaba abierta. Supuse que estarías dormida, dándote un baño o algo así y por eso no escuchaste.— Se encogió de hombros.

—¿¡Dijiste que la puerta estaba abierta!?— Abrí los ojos a más no poder. Luke asintió. —Ay, siempre me olvido de cerrar con llave.— Me di una palmada en la cara.

—Suele pasar. En verdad yo lo siento, no sabía que no estabas, entré a buscarte. No te encontré y de repente escuché ruido en la cocina. Vine a ver y me tranquilice al verte.

—Yo también lo hice al verte— solté un leve suspiro.

—Fue suerte que nos encontráramos.— Pasó sus brazos por debajo de su cabeza y se recostó en el sillón.

—Supongo.— Me encogí de hombros.

—No soy de tu agrado, ¿Cierto?— Se enderezó y me miró a los ojos.

—¿Qué? ¿De qué hablas? Eso no es verdad.— Me sorprendió su pregunta

—Me he dado cuenta, parece que no te agrada tenerme cerca.

—Claro que no Luke, si me agradas.— Fingí indignación.

—No lo creo, sólo me ves cerca de Calum y parece que he arruinado tu día.— Y no sé si era broma o realmente estaba ofendido por mi actitud.

—Luke, no es así. Sólo hay ocasiones en que te comportas extraño y... no sé, siento que eres otro.

—Me porto de igual forma con ustedes y con los demás ¿Por qué crees eso?— Me miró de reojo y comenzó a jugar con una lápiz que estaba sobre la mesa.

—Yo... he visto cómo mirabas a Chris y siento que a Ash no lo tratas bien...— Escuché una risa de su parte.

—¿Sólo por eso, Sam? Déjame decirte que eso no es un cambio de actitud, estás siendo paranoica conmigo ¿Acaso crees que soy... un delincuente?

En cierta forma si lo creo.

—Por supuesto que no, pero respondeme lo que te pregunté antes.

—Eso es fácil de responder— sonrió con suficiencia. —Digamos que Chris es un viejo amigo y no acabe muy bien con él. Y... Ashton— suspiró. –, de verdad que con eso si eres paranoica. Él y yo sólo somos amigos, me gusta molestarlo, sí.— Rodó los ojos. —Pero así nos llevamos, ya sabes, no hay amistad sin bromas.– Finalizó con una gran risa.

Y Chris me debe una explicación de cómo es que conoce a Luke.

—Pues déjame decirte que es una amistad muy extraña con ambos chicos.— Me levanté tomando las bolsas de lo poco que compré en el centro comercial.

—Lo son, un poco, creo. Aunque yo también he visto actitudes extrañas de ti y de parte de Ashton— me sonrió pícaramente y me guiñó un ojo.

Fingí no saber de qué hablaba y me encamine hacia la habitación a dejar mis cosas. Sentí que él me siguió.

—No sé de qué hablas. Ashton es para mí, lo mismo que tú, Michael o Calum.— Saqué mi vestido de la bolsa y lo guardé en el armario. Luke sólo observaba mis movimientos.

—Eso no te lo crees ni tú, he visto como se intercambian miraditas.— Pestañeó un par de veces, mientras sonreía.

—¿Estás insinuando que me gusta Ashton?— Me paré frente a él, tratando de intimidarlo.

—No lo insinuó, estoy tratando de que lo confirmes.— Y lejos de intimidarlo se rio de mí.

—No aceptaré algo que es falso.— Lo empujé con mi dedo índice. —Tú acepta que no eres un...

—¿Qué no soy un qué...?— Lo interrumpió el sonido de mi teléfono, que se encontraba en la cama.

Miré a Luke como pidiéndole permiso de contestar, él asintió y yo tomé el teléfono.

Mamá. Aparecía en la pantalla.

—¡Mamá! Qué gusto que llames.— Escuché una leve risa del otro lado.

—Samantha, el gusto es para mí, hace semanas que no escuchaba tu voz. ¿Cómo ha ido todo por allá?— Salí de la habitación, esperando que Luke no me siguiera, no quiero que sepa mi situación.

—Está todo bien, mamá— sonreí a pesar de que no podía verme. Eché un vistazo hacia atrás de mí y corroborar que Luke siguiera en la habitación.

—¿Segura? No te escucho del todo convencida. ¿Qué tal te va en tu nuevo departamento, en la escuela, en tu trabajo...?

Sabía que me preguntaría sobre mi empleo y ese tema no quiero hablarlo con ella. Desde que salí de ahí, le prometí que trabajaría para pagar su tratamiento y luego su operación del corazón.

Y sencillamente con el empleó de cajera apenas y he ahorrado unos cuantos dolares. Tengo que pagar demasiadas cosas aquí.